El regreso de Elías ¿Vendrá antes de la segunda venida de Cristo?

Estudio bíblico sobre la profecía sobre el profeta Elías

La figura del profeta Elías ha despertado fascinación a lo largo de la historia bíblica. Su vida estuvo marcada por milagros, confrontaciones directas contra la idolatría y un ministerio profético poderoso que lo convirtió en un referente espiritual para Israel. Pero lo que más intriga a los estudiosos y creyentes es la misteriosa declaración de la Escritura sobre su regreso: Elías vendrá otra vez.

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¿Significa esto que el profeta Elías vendrá físicamente antes de la segunda venida de Cristo? ¿O su ministerio se cumplió simbólicamente en la vida de Juan el Bautista, quien vino “con el espíritu y el poder de Elías”? ¿O acaso esta profecía posee un doble cumplimiento, con un aspecto ya realizado y otro todavía por venir?

Estas preguntas no son meras curiosidades teológicas; tienen implicaciones profundas en la escatología bíblica, en la manera en que entendemos el plan de Dios para Israel y la Iglesia, y en cómo discernimos las señales de los tiempos. Este estudio examina lo que enseña la Biblia acerca de la profecía del regreso de Elías, contrastando pasajes del Antiguo y del Nuevo Testamento para descubrir si realmente veremos al profeta de Tisbé una vez más antes de la gloriosa manifestación de Jesucristo.

Elías: el profeta arrebatado al cielo

“Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino. Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! Y nunca más le vio; y tomando sus vestidos, los rompió en dos partes” (2 Reyes 2:11-12).

La Escritura relata que Elías no experimentó la muerte como los demás hombres, sino que fue arrebatado al cielo en un carro de fuego. Este hecho extraordinario lo convirtió en una figura enigmática para Israel y abrió la posibilidad de su regreso en el futuro. La tradición judía, reforzada por las profecías de Malaquías 3:1 y 4:5-6, alimentó la esperanza de que Elías aparecería nuevamente para preparar el camino del Mesías.

El enigma de su regreso: ¿Profecía literal o cumplimiento simbólico?

Cuando la Biblia declara que “Elías vendrá otra vez”, surgen varias interpretaciones. Algunos creen que la profecía se cumplió enteramente en Juan el Bautista, quien vino con el espíritu y el poder de Elías para preparar el camino de Cristo en su primera venida (Lucas 1:16-17). Otros sostienen que se trata de una profecía literal, que apunta al regreso físico del profeta arrebatado al cielo.

Existe también una tercera postura: el principio del doble cumplimiento profético, donde Juan el Bautista fue un cumplimiento inicial y parcial, mientras que el propio Elías regresará en los tiempos finales para cumplirla plenamente, preparando al pueblo de Israel antes de la manifestación gloriosa de Jesucristo.

Un tema clave en la escatología bíblica

El regreso de Elías no es un tema menor; está íntimamente relacionado con la esperanza mesiánica de Israel, con las expectativas de los primeros discípulos de Jesús (Mateo 17:10-13), y con el cumplimiento de las profecías de los últimos tiempos. Comprender esta enseñanza bíblica nos ayuda a ver que Dios nunca deja sus promesas inconclusas, y que su plan de salvación sigue un orden perfecto en el que Elías juega un papel determinante.

Profecías que anuncian la venida del profeta Elías

Cuando hablamos del regreso de Elías, la base de toda la enseñanza bíblica se encuentra en dos pasajes claves del profeta Malaquías. Estos textos no solo marcaron la expectativa del pueblo judío, sino que también se convirtieron en la referencia constante del Nuevo Testamento.

El mensajero que prepara el camino

Malaquías 3:1 declara:

“He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos”.

Aquí encontramos la promesa de un mensajero que antecedería al Señor mismo, preparando el terreno espiritual para su manifestación. Este anuncio abrió la expectativa de que alguien vendría con autoridad profética para enderezar los caminos y confrontar al pueblo, tal como lo hizo Elías en su ministerio original.

El profeta antes del día de Jehová

Un poco más adelante, Malaquías 4:5-6 añade con claridad:

“He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición”.

Este pasaje es aún más específico: Elías mismo será enviado antes del gran día de juicio de Jehová. Su misión será traer reconciliación espiritual y restauración, un llamado al arrepentimiento nacional que evitará que la maldición divina caiga sobre la tierra.

Expectativa judía en tiempos de Jesús

Por esta razón, los judíos del primer siglo aguardaban ansiosamente el regreso literal de Elías. Cuando Juan el Bautista apareció predicando en el desierto, muchos pensaron que él era el cumplimiento de esta profecía. De hecho, los fariseos le preguntaron directamente: “¿Eres tú Elías?” (Juan 1:21-25).

Juan negó ser Elías en persona, aclarando que él era “la voz que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor” (Juan 1:23), en cumplimiento de Isaías 40:3. Sin embargo, no todos aceptaron su respuesta.

Otros, confundidos por las señales y los milagros, llegaron incluso a creer que Jesús mismo era Elías (Marcos 6:15). Y no solo la multitud, sino también los discípulos testificaron que muchos en Israel veían en Jesús al profeta esperado (Mateo 16:14; Marcos 8:28; Lucas 9:19).

Una pregunta aún vigente

Si ni Juan el Bautista ni el Señor Jesús fueron reconocidos como Elías en persona, la pregunta inevitable permanece: ¿Quién es entonces ese Elías que vendrá otra vez?. Esta interrogante abre el camino a un análisis más profundo de las palabras de Jesús y de la interpretación escatológica de los últimos tiempos.

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¿Quién es ese profeta Elías que vendría otra vez?

El enigma sobre la identidad de Elías en la profecía ha generado debates desde los tiempos bíblicos. Jesús mismo abordó esta cuestión en diferentes momentos de su ministerio.

Juan el Bautista: el Elías en espíritu

Cuando la multitud se preguntaba quién era Juan el Bautista, Jesús declaró que él era el mensajero de Malaquías 3:1 y que, en cierto sentido, representaba al Elías anunciado en Malaquías 4:5 (Mateo 11:7-14). Juan no era la reencarnación de Elías, ni Elías vuelto físicamente, sino que vino con el mismo espíritu y poder que caracterizó al profeta del Antiguo Testamento (Lucas 1:16-17). Su misión fue clara: preparar los corazones para la primera venida del Mesías.

Por eso, aunque Juan mismo negó ser Elías en persona (Juan 1:21-23), Jesús lo identificó como aquel que cumplía la profecía en un sentido espiritual y parcial.

La transfiguración y la expectativa de Israel

Tras la transfiguración de Jesús, cuando Pedro, Jacobo y Juan vieron a Moisés y a Elías en el monte, surgió nuevamente la pregunta:

“¿Por qué, pues, dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero?” (Mateo 17:10).

Jesús respondió con una afirmación que parece contener una doble dimensión:

“A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas. Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron…” (Mateo 17:11-12).

De esta manera, Jesús enseñó que Juan el Bautista fue el cumplimiento inicial, pero que aún quedaba un cumplimiento futuro en el que Elías mismo vendrá para restaurar todas las cosas antes de la manifestación gloriosa de Cristo.

El principio de la doble referencia profética

Aquí entra en juego un concepto clave de la interpretación bíblica: el principio de la doble referencia profética. Muchas profecías en la Escritura tienen un cumplimiento inmediato o parcial, pero también proyectan un cumplimiento pleno en el futuro.

Algunos ejemplos claros de este principio:

  • Moisés habló de un profeta que Dios levantaría de entre los hermanos de Israel (Deuteronomio 18:15,18). En un primer sentido, esto se aplicaba a Josué, su sucesor, pero en su plenitud se cumplió en Jesucristo (Hechos 3:22; 7:37).
  • Oseas 11:1 declara: “De Egipto llamé a mi hijo”. En su contexto, se refería al pueblo de Israel saliendo del cautiverio, pero Mateo 2:14-15 lo aplica también al niño Jesús, cuando fue traído de Egipto.
  • Jeremías 31:15 habla de Raquel llorando por sus hijos, refiriéndose a los judíos llevados en cautiverio a Babilonia. Sin embargo, Mateo 2:16-18 lo aplica al llanto de las madres de Belén tras la matanza ordenada por Herodes.

Estos ejemplos nos muestran que las profecías no siempre tienen un solo cumplimiento, sino que pueden apuntarse a diferentes momentos en la historia, sin perder su validez.

Juan y Elías: cumplimiento parcial y futuro

Siguiendo este principio, entendemos que Juan el Bautista cumplió en espíritu las profecías de Malaquías, preparando al pueblo para la primera venida de Cristo. Pero, al mismo tiempo, el énfasis profético se dirige también al propio Elías, quien regresará físicamente en los días finales, antes de la segunda venida de Jesucristo.

Por eso, podemos afirmar que la misión de Juan fue preparatoria y parcial, mientras que la de Elías será plena y definitiva, ligada a la restauración de Israel y al cumplimiento del plan escatológico de Dios.

El profeta Elías regresará de nuevo en su cuerpo físico

La Escritura indica que Elías regresará físicamente a la tierra antes de la segunda venida de Cristo, para cumplir un papel decisivo en la preparación del pueblo de Israel y en el plan escatológico de Dios. Su misión será preparar el camino para el regreso del Mesías, restaurando los corazones de la nación hacia Dios, y evitando que la ira divina caiga sobre ellos de manera irreversible (Malaquías 3:1-3; 4:1-6).

Elías y los dos testigos en la gran tribulación

Muchos estudiosos consideran que la nueva venida de Elías ocurrirá durante la gran tribulación como uno de los dos testigos mencionados en Apocalipsis 11:2-12. Su ministerio consistirá en llevar juicio sobre los malvados y dar testimonio poderoso al mundo.

Aunque Apocalipsis no lo menciona explícitamente, hay varios argumentos que lo identifican con uno de los testigos:

  • El poder descrito es característico de Elías: “sale fuego de la boca de ellos y devora a los enemigos” (Apocalipsis 11:5), reminiscencia de cómo descendió fuego del cielo en el ministerio de Elías (2 Reyes 1:9-14).
  • Se menciona la capacidad de cerrar el cielo y detener la lluvia (Apocalipsis 11:6), como lo hizo Elías durante tres años y medio de sequía (Santiago 5:17-18).

Estos paralelos sugieren que la identidad de Elías como testigo es coherente con las profecías de Malaquías, que aún deben cumplirse en plenitud.

El regreso de Elías y la cuestión de la muerte

Otro punto clave en la interpretación es que, aunque Elías fue arrebatado al cielo sin morir (2 Reyes 2:9-12), para cumplir plenamente su papel escatológico podría volver a la esfera natural y experimentar la muerte, de acuerdo con Hebreos 9:27:

“Está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio”.

Esto se conecta con la narrativa de los dos testigos, quienes son asesinados y luego resucitados (Apocalipsis 11:7-12). Así, su regreso físico permitiría cumplir la Escritura de manera completa, incluyendo la experiencia de la muerte y el juicio.

No obstante, algunos estudiosos señalan una consideración teológica importante: muchos santos glorificados participarán en la venida de Cristo sin haber experimentado la muerte (1 Corintios 15:51-55; 1 Tesalonicenses 4:14-18), mostrando que la muerte no es un requisito absoluto para ser juzgado.

El futuro regreso de Elías

De manera inequívoca, la Biblia distingue entre Juan el Bautista y Elías, reafirmando que Juan cumplió la profecía solo en espíritu y parcialmente, mientras que Elías regresará físicamente en los tiempos finales. Su aparición todavía está por ocurrir, y se espera que tenga un papel central durante la gran tribulación, preparando el camino para la manifestación gloriosa de Cristo y la restauración de Israel según el plan divino.

Conclusión: La promesa del regreso de Elías

El estudio de las Escrituras nos muestra que el regreso de Elías es una profecía pendiente de cumplimiento literal, que no se limita al ministerio de Juan el Bautista. Mientras Juan cumplió la misión en espíritu y poder, preparando al pueblo para la primera venida de Cristo, el propio Elías regresará físicamente para cumplir la profecía en su totalidad antes de la segunda venida del Señor.

Su misión será restaurar los corazones de Israel, reconduciendo a padres e hijos hacia Dios, y preparando el camino para que el Mesías establezca su reino milenial. La Biblia lo vincula con los dos testigos de Apocalipsis, quienes ejercerán un ministerio de juicio y testimonio poderoso, demostrando poder sobrenatural similar al que Elías ejerció en el Antiguo Testamento: descender fuego del cielo, cerrar el cielo y traer lluvia, y confrontar a los malvados.

La expectativa de su regreso nos recuerda que Dios cumple todas sus promesas, incluso aquellas que parecen esperar siglos para su realización. La venida de Elías no solo será un acontecimiento profético, sino también un llamado a la preparación espiritual, a la fidelidad y al arrepentimiento del pueblo de Dios.

En definitiva, comprender que Elías volverá físicamente antes de la manifestación gloriosa de Cristo nos invita a vigilar, perseverar y fortalecer nuestra fe, recordando que la historia de la salvación se cumple según el plan soberano de Dios, y que cada profecía tiene su momento perfecto de realización.

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