EL FRUTO DEL ESPÍRITU SANTO, FRUTOS ESPIRITUALES

REFLEXIÓN SOBRE EL FRUTO DEL ESPÍRITU SANTO Y SU SIGNIFICADO

El fruto del Espíritu Santo, estudio bíblico, su significado o explicación

El fruto del Espíritu Santo, esta es una de las grandes enseñanzas de la escritura que siempre debemos tener en cuenta para profundizar en su estudio. Como cristianos debemos dar frutos del Espíritu Santo, pues nos ayudará en nuestra vida cristiana y la santificación.

Los frutos del Espíritu nos ayudan en nuestros problemas, a tener relaciones saludables con los demás, con nuestra familia, nuestros hermanos en la congregación y nuestras amistades, el fruto del Espíritu Santo es vital para nuestra vida cristiana.

(Te invito a leer ¿Cómo saber si he recibido el Espíritu Santo?)

Mantener el fruto del Espíritu Santo en nuestra vida

Debemos luchar por mantener los frutos del Espíritu Santo en nuestras vidas. Nuestro Dios ha hecho posible que sean accesibles estos frutos por medio del poder del Espíritu Santo, es decir, que cuando recibimos el Espíritu de Dios entonces podemos dar frutos, de lo contrario, no es posible producir el fruto del Espíritu Santo.

A través del Espíritu de Dios podemos producir estos frutos espirituales, pero es nuestra responsabilidad permitir que el Espíritu produzca estos frutos, por tal razón, es necesario también instruirse en las escrituras para dejarse guiar por el Espíritu Santo, quien produce el fruto del Espíritu.

IMPORTANCIA DEL FRUTO DEL ESPÍRITU SANTO Y SU SIGNIFICADO

El fruto del Espíritu Santo y su relevancia

La relevancia de llevar frutos implica ciertos aspectos a tener en cuenta conforme a las escrituras. Uno de ellos es que Jesucristo fue claro al decir: «…por sus frutos los conoceréis» (Mateo 7:20), siendo este un método para identificar falsos profetas y maestros; además, pone en manifiesto la realidad de la persona, lo que hay en su corazón. El fruto del Espíritu Santo nos ayuda a darnos a conocer como hijos de Dios.

(También puedes leer: Los 9 dones del Espíritu Santo)

El fruto del Espíritu Santo y su influencia en la sabiduría de lo alto

«La sabiduría que es de lo alto es primeramente pura… y de buenos frutos» (Santiago 3:17). En este versículo podemos notar como los frutos del Espíritu tienen gran influencia en la sabiduría de lo alto. Solamente una atmósfera con los frutos espirituales pueden garantizar sabiduría que viene de arriba. Necesitamos el fruto del Espíritu Santo.

Salomón escribió que «El fruto del justo es árbol de vida; y el que gana almas es sabio» (Proverbios 11:30). El árbol da frutos según su especie y así debe ser la vida del cristiano. Todo árbol debe reproducirse mediante su fruto y semilla. La semilla está dentro del fruto de tal forma que como dijo alguien «otros observan e ingieren nuestra cristiandad y se reproduce en ellos a través del nuevo nacimiento». Todos debemos dar el fruto del Espíritu Santo.

CUÁLES SON LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO Y SU SIGNIFICADO

El fruto del Espíritu Santo explicado

Al hablar del fruto del Espíritu Santo, quizás no podamos profundizar en cada uno de los frutos del Espíritu, pero lo que podamos mencionar puede servir de base para expandirse en el tema de estudio, y de esta manera, encontrar definiciones más profundas que le puedan servir para una mejor enseñanza.

El fruto del Espíritu Santo: #1 Amor

El amor, fruto del Espíritu Santo, la benevolente preocupación de Dios por la humanidad. La comunión devota del hombre hacia Dios. El sentimiento de benevolencia y hermandad que la gente debería de tener unos por otros.

Sabemos que «…el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado» (Romanos 5:5). «Dios es amor», razón por la cual si nosotros tenemos el Espíritu de Dios en nuestras vidas, debemos de producir el amor como parte del fruto del Espíritu Santo.

El amor llega a ser tan intenso que el apóstol Pablo llega a expresar que «…ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios» (Romanos 8:39). (También es importante leer 1 Corintios 13:1-13 donde se nos habla de lo que es el amor)

El fruto del Espíritu Santo: #2 Gozo

El gozo, fruto del Espíritu Santo, un sentimiento de regocijo muy agradable, felicidad gran placer o deleite. La causa de gozo y felicidad. La expresión de este sentimiento.

Cuando hemos conocido a Jesucristo y hemos sido llenos de su presencia, este gozo emana en nuestras vidas como cristianos, podemos mostrar en nosotros el fruto del Espíritu Santo y experimentar este gozo a pesar de los problemas, dificultades, adversidades, tribulaciones, conflictos, pues el gozo del Señor es nuestra fortaleza (Nehemías 8:10).

El salmista dijo que en la presencia de Dios hay «plenitud de gozo» (Salmo 16:11), por tal razón, nos alegramos «…con gozo inefable y glorioso» (1 Pedro 1:8).

Jesucristo quería que su gozo esté en nosotros y que nuestro gozo sea cumplido (Juan 15:11). También recordemos que el reino de Dios es «…gozo en el Espíritu Santo» (Romanos 14:17).

El fruto del Espíritu Santo: #3 Paz 

Libertad de la guerra o luchas civiles. Calma, quietud y tranquilidad. Un estado mental sin turbación, ausencia de conflicto mental y serenidad.

Es importante tener en nuestra mente que la paz no es ausencia de guerra, sin embargo, se puede sentir una paz interna en medio de situaciones violentas como los tiempos de guerra.

El reino de Dios es «…Paz…en el Espíritu Santo» (Romanos 14:17), siendo Jesucristo nuestro príncipe de paz (Isaías 9:6) y la paz perfecta puede estar en aquellos cuyos corazones están puestos en él (Isaías 26:3)

También tenga en mente estos versículos Salmo 119:165; Santiago 3:17-18; Romanos 8:6; Hebreos 12:11. Cada uno de ellos nos habla sobre el fruto de la paz producida por el Espíritu Santo en nuestras vidas, el cual es parte del fruto del Espíritu Santo.

Fruto del Espíritu Santo: #4 Paciencia

Paciencia, fruto del Espíritu Santo, soportar injurias, insultos, problemas por mucho tiempo; paciente, que no es provocado fácilmente. Larga y paciente resistencia de injurias, insultos, problemas.

Algunos textos a considerar sobre la paciencia. como parte del fruto del Espíritu Santo, son los siguientes:

1) Dios es paciente con nosotros (2 Pedro 3:9,15), siendo este un ejemplo de cómo debemos ser de pacientes para con lo demás.

2) La predicación y la exhortación de los ministros debe ser administrada con paciencia según 2 Timoteo 4:2.

Fruto del Espíritu Santo: #5 Benignidad

La benignidad como parte del fruto del Espíritu Santo es la cualidad de ser amable, apacible, tierno y suave. Una disposición para ser gentil, hablar suave, amable, de temperamento templado, culto y refinado de carácter y conducta.

Es importante notar que la sabiduría de lo alto es benigna (Santiago 3:17) y que David sintió que la benignidad de Dios lo había engrandecido (Salmo 18:35; 2 Samuel 22:36); así como también, que Pablo utilizó la benignidad para aplelar a los Corintios (2 Corintios 10:1), motivo por el cual los ministros deben mostrar benignidad (Tito 3:2; 2 Timoteo 2:24; 1 Tesalonicenses 2:7).

La benignidad es un interés sincero en los demás que se manifiesta en el deseo por tratarlos con amabilidad tal como el Señor lo hizo. 

Fruto del Espíritu Santo: #6 Bondad

La bondad es parte del fruto del Espíritu Santo, y es el estado de calidad de ser bueno, específicamente virtud, excelencia, amabilidad, generosidad, y benevolencia. Excelencia moral y espiritual que se manifiesta en la iniciativa para emprender actos de bondad. 

Dios manda a los creyentes a ser bondadosos para ser ejemplo a los demás (Gálatas 6:10). Ezequías y Josías nos dan ejemplos de bondad (2 Crónicas 32:32; 35:26). Recordemos que las recompensas se darán a los buenos y fieles (Mateo 25:21).

Fruto del Espíritu Santo: #7 Fe

Creencia incuestionable, confianza completa, confidencia o dependencia. Se refiere a conducirse como una persona leal y digna de confianza, por lo que también se traduce como fidelidad. Recordemos también que «sin fe es imposible agradar a Dios» (Hebreos 11:6)

Fruto del Espíritu Santo: #8 Mansedumbre

Paciente y moderado, no inclinado a la ira o al resentimiento, domablemente sumiso o fácil de imponérsele. La disposición de ser gentil, amable, bien balanceado en temperamento y pasiones, paciente en sufrir injurias sin sentir un espíritu de revancha.

Es una actitud de humildad y amabilidad que se somete con paciencia a pesar de la ofensa, sin deseo alguno de venganza o retribución. En el nuevo testamento se emplea para describir tres actitudes:

Sumisión a la voluntad de Dios (Colosenses 3:12), disposición a ser enseñados (Santiago 1:21)  y consideración de los demás (Efesios 4:2).

La mansedumbre, fruto del Espíritu Santo, debe ser parte de nuestra vida cristiana

La mansedumbre debe ser parte de nuestra vida cristiana, a continuación ejemplos de mansedumbre descritas en la Biblia:

1) Moisés es sin duda un gran ejemplo de mansedumbre (Números 12:3)

2) Debemos dar con mansedumbre las respuestas concernientes a la esperanza que hay en nosotros sobre la salvación (1 Pedro 3:15)

3) La Biblia dice que los mansos heredarán la tierra (Mateo 5:5; Salmo 37:11)

4) Restauran en un espíritu de mansedumbre a los hermanos que hayan caído en una falta (Gálatas 6:1)

5) Hay que recibir la palabra de nuestro Dios con mansedumbre (Santiago 1:21)

6) La mansedumbre debe ser seguida por los santos (1 Timoteo 6:11)

Fruto del Espíritu Santo: #9 Templanza

También se conoce como dominio propio y se refiere a la restricción de las pasiones y apetitos (1 Corintios 9:25; 2 Pedro 1: 5-6). 

Es el estado o cualidad de ser templado, auto-controlado en conducta, expresión, indulgencia de los apetitos; moderación. 

Debemos añadir templanza a nuestra fe (2 Pedro 1:6). De igual forma se le requiere a un obispo ser templado o con dominio propio (Tito 1:7-8). El dominio propio nos ayudará a establecer un equilibrio o balance en nuestras vidas. 

CONTRA EL FRUTO DEL ESPÍRITU SANTO NO HAY LEY

El fruto del Espíritu Santo depende de permanecer en Cristo

Los frutos del Espíritu Santo son gratos para nuestro Dios. También son buenos para otros y para nosotros. Y contra tales cosas no hay ley. Con esto Pablo nos dice que no es por medio de la ley o el legalismo porque el fruto del Espíritu solamente depende de permanecer en Cristo.

Es importante tener presente que hay una diferencia entre los dones del Espíritu Santo y los frutos Espirituales. Lo dones son dados por Dios, mientras que el fruto del Espíritu Santo debe ser desarrollado y producido en nuestras vidas. 

Espero sea de bendición este estudio. Puede seguir investigando y estudiando por su cuenta sobre el tema ya que la idea de este artículo es dar solamente una base para continuar profundizando en el tema de los frutos del Espíritu Santo.

Si deseas puedes leer más en la sección sobre el Espíritu Santo y el Hablar en lenguas

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