CRISTIANOS FORJADORES DE ESPADA
Por: Roberto Herminzul Aguirre Morales. Pastor Iglesia Pentecostal Unida de Colombia
Dios quiere forjadores de espada
Y así ocurrió que el día de la batalla nadie, en toda la tropa que estaba con Saúl y Jonatán, tenía en la mano espada ni lanza. Las había sólo para Saúl y para su hijo Jonatán. Por lo cual todos los de Israel tenían que descender a los filisteos para afilar cada uno la reja de su arado, su azadón, su hacha o su hoz. (1 SAMUEL 13:19.20)
(También puedes buscar mas temas en la Sección de Sermones y Reflexiones)
En el tiempo que Saúl comenzó a reinar sus enemigos hicieron guerra contra el pueblo de Israel. Ellos querían aprovechar la coyuntura para así poder derrotar al pueblo y medir capacidades de guerra con el nuevo rey. Saúl contó su ejército y espero la hora de atacar, para Saúl todo parecía estar en perfecto orden pero algo en la estrategia defensiva había fallado.
“ISRAEL ESTABA DESARMADO”
Algo que un hombre falto de visión, carisma y sin experiencia militar no consideró, y por esta razón, colocó al pueblo en las manos de sus enemigos. Un pueblo que ha olvidado la confianza en Dios, tiene que mirar sus propios recursos, cuando ve que estos no son suficientes tiene que huir.
(Te podría interesar: Nuestra Vida Cristiana)
Mientras sus enemigos tenían espada, lanza, jabalina, y escudos. Para Israel era humillante solo tener a la mano rejas de arado, azadones para labrar la tierra, y hoces para segar el trigo. Aunque esto era trágico y humillante para el rey había aun algo más peor. Ellos tenían que descender hasta donde estaban sus enemigos y rivales de conquista para alquilar sus servicios de herreros y afilar sus herramientas de trabajo. Lo que la escritura afirma es:
Y EN TODA LA TIERRA DE ISRAEL NO SE HALLABA HERRERO.Por eso para el día de la guerra solo había dos espadas en todo el territorio de Israel. La de Saúl y la de su hijo Jonatán, insuficientes para derrotar un ejército y darle la victoria a un pueblo.
(Quizás te pueda interesar: La Prueba de Nuestra Fe)
Los filisteos CONOCIDOS COMO LA GENTE DEL MAR (Llegaron a Canaán cerca del año 1200 Ac, poco después de Israel haber llegado a la tierra que Dios les había prometido, ambos eran extranjeros que tenían la misión de conquistar a Canaán) Habían sido más astutos que los mismos israelitas, ellos eran expertos en la fabricación de objetos de hierro ya que por esta época comenzaba la edad de hierro, infortunadamente los israelitas no se preocuparon en desarrollar este oficio y preferían pagar a sus enemigos y rivales para que les afilaran sus propias herramientas, que ellos mismos dedicarse a esto. Que holgazanes y cobardes fueron los israelitas.
1. Parecía que para ellos no fuera tiempo de cambiar sus costumbres, (edad de bronce)
2. Consentir que sus enemigos impusieran tales condiciones.
Si se hubieran dedicado a aprender el oficio, en el día de la guerra avían tenido armas para pelear, Pero para el día de la confrontación si no había herreros, mucho menos espadas para pelear.
“EL PUEBLO ESTABA DESARMADO”
Cap. 14: En este capítulo leemos acerca del pobre trabajo que hizo Saúl como líder: no tuvo comunicación con Jonatán, pronunció una maldición insensata, e ignoró el bienestar de sus propios soldados. El liderazgo deficiente de Saúl no fue el resultado de rasgos de personalidad, sino de un carácter espiritual en decadencia. Lo que hacemos es a menudo resultado directo de nuestra condición espiritual. No podemos ignorar la importancia del carácter espiritual en un liderazgo o lucha espiritual.
¿Por qué iría Jonatán sólo a atacar a los filisteos? Jonatán pudo haber estado cansado del largo y desesperanzado empate en la batalla. Confiaba en que Dios daría la victoria y quiso actuar con base en esa confianza. Además sabía que el número de filisteos no era problema para Dios. Quizá no dijo a su padre nada acerca de su misión porque pensó que Saúl no lo hubiera dejado ir.
(También te invito a leer: Atribulados, en Apuros, Perseguidos y Derrotados)
¿Qué significa forjad espada de vuestros azadones?
JOEL 3:9. Proclamad esto entre las naciones:¡Preparaos para la batalla!¡Movilizad a los soldados!¡Alistaos para el combate todos los hombres de guerra! Forjad espadas con los azadones y haced lanzas con las hoces. Que diga el cobarde:«¡Soy un valiente!» Daos prisa, naciones vecinas, reuníos en ese lugar. ¡Haz bajar, Señor, a tus valientes!
(Puede que te interese: Dios está contigo en los momentos difíciles)
Aquí hay un llamado de Dios a los valientes, a los hombres de guerra, pero también a los débiles para que sean fuertes. Y forjemos espada. La convocatoria es para todos, la meta es forjar espada y lanza para pelear por su pueblo.
El pueblo representa lo propio, lo que cada uno tiene de Dios, el tesoro que hemos recibido es grande no podemos descuidarlo En tiempos de guerra Dios no quiere que estemos quietos, despreocupados y mucho menos desarmados, el sabe que tenemos una lucha la cual no es contra sangre y carne sino contra las fuerzas del mal.
Hoy nos deben de sonar las palabras de David después de la muerte de Saúl. 2 Samuel 2:7 Esfuércense, pues, ahora vuestras manos y se valientes; pues murió Saúl… (No hay temor hagamos espada para pelear, ya no hay quien nos estorbe la victoria, con nuestras manos podemos hacer nuestras espadas ya) vuestro señor… (Ha muerto)
SI EL PUEBLO COMO TAL ESTABA SIENDO FRENADO POR LA FALTA DE LIDERAZGO DE SAUL, AL MORIR EL, NADA HAVIA QUE PUDIERA DETENER EL AVANCE DE DAVID, HACIA LA CONQUISTA.
(También puedes leer: Todo tiene su tiempo)
Avancemos pues hacia delante que nada nos detenga, la pelea es del señor el nos ayudara. Si algo o alguien nos estorba para seguir adelante peleando, tiene que morir en la presencia del señor, solo así tendremos libertad
LA SEÑAL DE LA ESPADA Y CUERNO Neh 4:12-14
Cada uno de los constructores tenía ceñida a la cintura su espada mientras trabajaba. Había una corneta junto a mí para sonar el cuerno. Dije a los notables, a los consejeros y al resto del pueblo: «La obra es importante y extensa, y nosotros estamos diseminados a lo largo de la muralla, lejos unos de otros: Corred a reuniros con nosotros al lugar donde oigáis el sonido del cuerno, y nuestro Dios combatirá por nosotros.»
Es tiempo de tener espada afilada, pero hay que oír el cuerno para la batalla.