Prédica del Pastor Andrés Hurtado
Predicación del Pastor Andrés Hurtado para la juventud cristiana pentecostal en congreso juvenil.
Sabemos que vivimos en un un mundo moderno en el cual es importante comprender nuestra fe, lo que creemos y la razón por la cual lo creemos. Debemos hacer todo lo posible por mantenernos en la fe apostólica y conservar esa identidad.
Necesitamos la verdad básica de la fe, la que nos identifica como apostólicos, tenemos que tener celo por la doctrina bíblica apostólica y enseñar esta verdad, transmitirla a la nueva generación.
Debemos seguir predicando el nombre precioso de Jesucristo. Buscar ser llenos del Espíritu Santo, perseverar hasta el fin viviendo en santidad. Que lo que nos identifica permanezca en nosotros como la iglesia que Jesucristo compró con su sangre.
A continuación te comparto el vídeo, espero sea de bendición
Predicación
Tengamos presente Nuestra Identidad en Cristo: Viviendo como Hijos de Dios
La identidad es un tema central en la vida de todo ser humano. Nos preguntamos quiénes somos, cuál es nuestro propósito y qué define nuestro valor. En un mundo donde la identidad se mide por logros, posesiones o estatus, la Biblia nos llama a encontrar nuestra verdadera identidad en Cristo. Cuando entendemos quiénes somos en Él, nuestra vida toma un nuevo sentido, y vivimos con confianza, propósito y esperanza.
1. Somos una nueva creación
La Escritura nos dice en 2 Corintios 5:17: «De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.» Nuestra identidad anterior, marcada por el pecado, la culpa y el fracaso, ha sido transformada. En Cristo, somos renovados y llamados a una vida distinta, guiada por el Espíritu Santo.
2. Somos hijos de Dios
Juan 1:12 declara: «Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.» No somos simples criaturas; somos hijos adoptivos de Dios, con acceso a Su amor, protección y provisión. Esto significa que no tenemos que vivir con temor o inseguridad, sino con la certeza de que pertenecemos a la familia de Dios.
3. Somos justificados y perdonados
En Cristo, nuestra culpa ha sido removida. Romanos 8:1 nos asegura: «Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús.» Ya no vivimos bajo el peso del pecado, sino bajo la gracia y la misericordia de Dios. Nuestra identidad ya no está definida por nuestros errores, sino por la justicia de Cristo imputada a nosotros.
4. Somos templo del Espíritu Santo
1 Corintios 6:19-20 nos recuerda que el Espíritu de Dios habita en nosotros: «¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio.» Esto nos da un gran valor y propósito, pues nuestra vida ya no nos pertenece, sino que debemos glorificar a Dios en todo lo que hacemos.
5. Somos más que vencedores
La identidad en Cristo nos da la victoria sobre las dificultades. Romanos 8:37 proclama: «Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.» No importa cuán grandes sean los desafíos, en Cristo tenemos la seguridad de que la victoria ya ha sido ganada.
6. Somos embajadores de Cristo
Nuestra identidad nos da una misión. 2 Corintios 5:20 nos dice: «Así que, somos embajadores en nombre de Cristo.» Representamos a Jesús en este mundo y estamos llamados a reflejar Su amor, Su verdad y Su gracia en cada aspecto de nuestra vida.
Conclusión: Vivir en nuestra verdadera identidad
Cuando comprendemos quiénes somos en Cristo, nuestra vida se transforma. Dejamos de buscar validación en el mundo y encontramos seguridad en el amor de Dios. Nuestra identidad no se basa en nuestras circunstancias, sino en lo que Dios dice de nosotros. Somos una nueva creación, hijos de Dios, perdonados, templos del Espíritu Santo, vencedores y embajadores de Su reino. Que esta verdad nos impulse a vivir con gratitud, obediencia y confianza en Aquel que nos dio una nueva identidad eterna.