Por: Eduardo Mardones
PRÉDICA SOBRE LOS CELOS Y LA ENVIDIA EN LA BIBLIA
Prédica cristiana sobre la envidia, los celos y celos amargos, significado bíblico
Muchas veces hemos escuchado la expresión “lo hizo por celos” o “lo hizo por envidia” cuando alguien agrede a otro en el ámbito secular, pero dentro de la iglesia se desarrollan también estas guerras y Pleitos que son “nacidas” del celo y la envidia,(Santiago 4:1)
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Que es envidia y que es celo, como funciona la envidia y cómo funciona el celo.
LA ENVIDIA SEGÚN LA BIBLIA.
La envidia en la Biblia, significado bíblico
Cuando hay envidia de otra persona, el envidioso se enfurece y muchas veces hasta le cambia el semblante cuando el envidiado se hace presente, esto hace, muchas veces, que el envidioso haga comentarios irónicos o soases sobre él envidiado.
La envidia es un sentimiento de enojo por la prosperidad, felicidad, metas, logros y todo lo positivo que el otro está alcanzando y que por algún motivo el envidioso no lo a podido alcanzar, esta envidia producira una reacción negativa que lo levantara en contra de la persona en la cual él a “puesto los ojos” ya que la etimología de la palabra envidia es: Mirar con malos ojos, ( de aquí los antiguos creían en el mal de ojos, debido a que, se creía, que quien te miraba con malos ojos, “envidia”, te podía acarrear desgracias, miserias, enfermedades, u otros males).
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Envidia, definición, significado bíblico
Una definición simple de envidia es “querer lo que pertenece a otra persona”. Una descripción más completa de la envidia es “un anhelo resentido e insatisfecho por las posesiones, la posición, la fortuna, los logros o el éxito de otra persona”.
La Biblia dice que la envidia es un acto de la carne, el resultado del pecado humano: “Los actos de la carne son manifiestos: Inmoralidad sexual, impureza y libertinaje; idolatría y brujería; odios, discordias, celos, arrebatos de ira, ambición egoísta, disensiones, facciones y envidias; borracheras, orgias y cosas por el estilo. Os advierto, como os hice antes, que los que viven así no heredarán el reino de Dios” (Gálatas 5:19–21; véase también Romanos 1:29; 1 Pedro 2:1–2).
A partir de aquí, el envidioso, comenzara a trabajar para que la otra persona no logre sus metas y hará lo imposible para desacreditar a la persona a quien envidia, pero no sabe que solo se está destruyendo así mismo ya que la envidia no dejara prosperar al que la tiene, si no, que, también tratara de destruir la vida sobre la cual está dirigida: Santiago 4:2 Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de ENVIDIA, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis…
La envidia en la Biblia: Su origen está en la carnalidad.
La envidia tiene origen en la Carnalidad: Santiago 4:1 ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras “pasiones” (griego edone- concupiscencias), las cuales combaten en vuestros miembros? La envidia es el resultado de vivir una vida adulterada (mezclada) con el mundo: Santiago 4:4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
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Entonces la envidia desea y anhela lo que otro tiene, pero muchas veces el envidioso no lo puede lograr porque está viviendo una vida sensual a nivel iglesia y su oración no tiene el rumbo correcto, por eso no recibe: Santiago 4:3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
¿Qué debe hacer el envidioso entonces para comenzar a alcanzar lo que anhela?
Santiago 4:8 Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros… En este acercamiento a Dios el envidioso dejara de vislumbrar, para comenzar a ver claramente la realidad de su condición espiritual, y es, que está siendo manejado por Satanás mismo, Santiago 4:7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
ENVIDIA SIGIFICADO BÍBLICO
La envidia en la Biblia, su significado bíblico
La envidia es un pecado de celos por las bendiciones y logros de los demás, especialmente el disfrute espiritual y el avance del reino de Cristo otorgado libre y graciosamente al pueblo de Dios. Los ejemplos del Antiguo Testamento del pecado de los celos incluyen la rivalidad de los hermanos de José por el favor que José recibió de la mano de Dios ( Génesis 37: 12-36 ; Hechos 7: 9 ), y la animosidad de Saúl hacia David por su destreza física y espiritual. ( 1 Sam 18 ).
Consecuencias de la envidia
La envidia conduce inevitablemente al daño personal y al debilitamiento, afectando el bienestar físico, espiritual y emocional de uno (Job 5: 2 ; Prov. 14:30). Si no se controla, gradualmente conduce a una forma de vida destructiva y llena de remordimientos (Pr. 27: 4), y finalmente, al alejamiento de Dios (Romanos 1: 28-32).
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La envidia manifiesta la insidia del pecado y la depravación humana sin la intervención de la gracia redentora de Dios. Como pecado de la carne, la envidia caracteriza la vida de los no regenerados. La envidia es uno de los rasgos de la antigua forma de vida del cristiano (Romanos 13: 8-14 ; Tito 3:3) Aquellos que practican la envidia y la contienda están excluidos del reino de los cielos ( Gálatas 5:19-26 ). De hecho, la naturaleza no regenerada siempre tiende a la envidia, manifestando el rechazo del incrédulo a Dios, su verdad y su voluntad para la conducta humana (Santiago 3:14, Santiago 3:16 ).
Envidia se incluye entre los pecados de la carne
El camino de la verdadera sabiduría aconseja a los fieles que eviten la compañía de personas tan impías (Pr. 24: 1). La envidia se incluye entre los pecados de la carne que deben ser conquistados mediante el poder del Espíritu Santo (1 Col 3: 3; 2 Col 12:20; 1 Pedro 2: 1). «No dejes que tu corazón tenga envidia de los pecadores, sino sé siempre celoso por el temor del Señor» ( Prov. 23:17).
Como ejemplo de tiempos pasados, el justo juicio de Yahvé contra Edom se midió de acuerdo con la medida de los celos de Edom hacia el pueblo de Dios ( Ezequiel 35:11 ). Pero la misericordia de Dios produjo la curación de la animosidad entre Efraín y Judá por medio del acto justo de salvación de Dios ( Isa. 11:13 ).
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En el tiempo del ministerio terrenal del Mesías, fue la envidia de los judíos lo que llevó al rechazo y traición de Jesús en manos de Pilato para la crucifixión ( Mateo 27:18 ). Sin embargo, en la providencia y preordenación de Dios, lo que los malvados pretendían para el mal estaba destinado a ser el instrumento de la redención de Dios de sus elegidos mediante la sangre derramada de Jesucristo.
Pablo señala cómo las buenas nuevas del evangelio fueron predicadas a veces por envidia y contienda (Fil 1:15). Sin embargo, a pesar de los motivos envidiosos de los falsos apóstoles, Pablo se regocijó de que se proclamara a Cristo.
Como Cristo, el apóstol en su ministerio del evangelio experimentó el odio y los celos de los judíos ( Hechos 13:45 ). Esto no lo disuadió de su misión divinamente ordenada. Sin embargo, hubo otras ocasiones en que las falsas enseñanzas llevaron a controversia y envidia entre el pueblo de Dios (1 Timoteo 6: 4).
El amor genuino y sincero por Dios y su palabra impulsa a los discípulos de Cristo a proclamar y defender el pleno consejo de la verdad de Dios. La devoción amorosa y consagrada a Cristo y su reino disipa los pecados de la envidia y los celos.
EL CELO SEGÚN LA BIBLIA.
Celos, significado bíblico
Si bien, hay dos tipos de celos, una difiere del otro, en uno se refiere a su forma positiva y el otro tiene una línea muy fina con la envidia, pero no son lo mismo desde el punto de vista etimológico, como hemos visto etimológicamente envidia es “Mirar con malos Ojos” en cambio la palabra Celo, etimológicamente viene del Griego Zein con el significado de hervir, y se transfiere al latín zelus con el significado de ardor o pasión de ahí vigilar o celar, pero esta Zelo no debe confundirse con el latín, Celare, que tiene el significado de cubrir, y que nos dio palabras como, ocultar, célula y clandestino.
Definición de celos según la Biblia, significado bíblico
El griego zelos viene de una raíz cuyo significado es «estar caliente, entrar en ebullición». La palabra zelos traduce el hebreo Quin-ah. La raíz de Quin-ah designa el rojo que sale al rostro de un hombre que está apasionado. Pasión que puede ser semejante a la ira y que, por lo tanto, nos hace pensar en el fuego (Isaías 26:11)
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El latín Zelus, de donde viene en efecto celo como ardor y pasión por algo, y también como apasionada sospecha e inquietud de que la persona amada ponga su interés en otro, es exactamente un préstamo tardío del griego Zelos, ganas tremendas de algo, fervor, apasionamiento, ardor, ansia por algo o alguien, emulación, rivalidad, y también objeto de deseo.
Aunque el diccionario de la real academia española, dé este vocablo como relacionado con el verbo Zein-hervir, esto no es más que una vieja etimología popular que ni Chantraine ni otros etimólogos del griego tienen en cuenta en absoluto.
Entonces podemos decir que el significado de Celo es “tener ganas tremendas de algo” Cuando nosotros celamos a una persona (a la cual amamos) “tenemos unas ganas tremendas” que esa persona este solo con nosotros y con nadie más; que nos preste atención solo a nosotros, y que sus pensamientos y acciones sean solo para nosotros; tal vez en la etimología de esta palabra podamos entender en versículo de Deu 4:24 Porque Jehová tu Dios es fuego consumidor, Dios celoso.
Y también entender cuando Dios dice en: Deuteronomio 5:9 No te inclinarás a ellas ni las servirás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso… entendiendo así que Dios nos quiere como pueblo exclusivo de su propiedad y no quiere compartir el Amor que le debemos dar con nadie más, (ídolos) solo servirle a él.
Pero referente a celar en relación a los logros obtenidos por otros ya que se utiliza celo como sinónimo de envida, el celo actúa diferente a la envidia, ya que la envidia trata de impedir el crecimiento y desarrollo del otro, el celo trata de alcanzar y obtener lo que el otro tiene y de pronto se desarrolla en el celoso “unas ganas tremendas de tener lo que el otro tiene”, pero a diferencia de la envidia el celo no trata de “impedir” el crecimiento si no, de obtener lo mismo del otro, aunque sea imitando o emulando al que progresa, el celoso tiene pasión por obtener lo mismo que los otros: Hch 22:3 Yo de cierto soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad, instruido a los pies de Gamaliel, estrictamente conforme a la ley de nuestros padres, celoso de Dios, como hoy lo sois todos vosotros.
Al celoso lo puedes incluir en tus planes ya que el también querrá tener y obtener lo que tú quieras alcanzar pero el envidioso será una piedra de tropiezo ya que la carnalidad con la que actúa impedirá el desarrollo del Celoso.
CELOS AMARGOS.
Pero si nos referimos al celo de la etimología latina celare con el significado de cubrir ocultar, este es hermano de la envidia ya que la envidia exterioriza sus sentimientos, pero este celo oculta sus verdaderas intenciones, y de esta manera se vuelve destructivo, debemos tener cuidado con las personas que tienen este celo ya que es inicuo para la vida de la iglesia Stg 3:14 Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; este tipo de celos es un celo destructor porque se enfoca en el ego centrismo del individuo Gál 4:17 Tienen celo por vosotros, pero no para bien, sino que quieren apartaros de nosotros para que vosotros tengáis celo por ellos.
Es por eso que los líderes deben tener mucho cuidado, y procurar tener esa sabiduría que viene de lo alto, la cual es para edificación de su propia vida y la edificación de la iglesia.