Jesús y la mujer samaritana, enseñanza (Estudio bíblico)
Enseñanza sobre la mujer samaritana, un llamado a la adoración
«Dios es Espíritu y los que le adoran en Espíritu y en verdad es necesario que adoren» (Juan 4:24). Este estudio bíblico sobre la mujer samaritana es un llamado a la verdadera adoración en Espíritu y en verdad.
Bosquejo corto de la mujer samaritana, estudio bíblico
Los objetivos de esta enseñanza son los siguientes:
1) Analizar el contexto histórico de la diferencia entre judíos y samaritanos.
2) Enfatizar que Dios demanda que le adoremos en espíritu y en verdad.
Hablar de la mujer samaritana es un tema que nos llena a todos. Hay muchas cosas que abordar de este tema, trataremos dos puntos importantes: a) ¿Por qué judíos y samaritanos no se trataban entre sí? y b) Dios nos demanda a que le adoremos en espíritu y en verdad.
I. Conflicto histórico de judíos y samaritanos
A) Judíos y samaritanos no se trataban entre sí
Judíos y samaritanos no tratan entre sí, es la expresión que da la mujer samaritana al gran maestro por excelencia, Jesucristo. Esta mujer trae a la mesa discusiones teológicas. Un tema que tenía más de quinientos años en debate constante, pero ¿Por qué judíos y samaritanos no trataban entre sí?
1) División de las doce tribus (2 Crónicas 10:1; 11:4)
Todo marcha bien. El pueblo de Israel tienen un mismo idioma, una misma ley y un mismo rey. Pero por la mala administración de Salomón, se genera una división de las tribus. De esta manera se forman dos reinos. Uno en el norte con su capital Samaria, compuesta por diez tribus. El otro en el sur con su capital Jerusalén quedando dos tribus (1 Reyes 11: 34-35).
(También puedes visitar la sección de Estudios Bíblicos)
Esta lucha se da entre Roboam, hijo de Salomón en el año 931 A.C. y Jeroboam, un antiguo siervo del reino de Salomón que había huido a Egipto, regresa al llamado del pueblo y diez tribus lo eligen como su rey.
De esta forma establecieron diez tribus al norte, ocupando primeramente Siquem por capital. Más tarde Samaria por sede del reino; y las dos tribus del sur siempre conservaron a Jerusalén como su sede.
2) Ruptura institucional (1 Reyes 12:26-30)
Jeroboam provocó la división entre el norte y el sur, al erigir un becerro de oro en Dan y Betel, estableciéndolos como símbolos de Dios, imponiendo a la gente no ir más al templo de Jerusalén en donde se adoraba a Jehová, y así traer las ofrendas de los habitantes del reino del norte solo a los lugares altos que él mismo había levantado, además sustituye el sacerdocio levita por hombres de cualquier tribu.
3) La intervención de los Sirios, Cautiva a diez tribus.
En el año 720 a.C., los asirios invadieron el reino del norte de Israel y los conquistaron., llevando cautivas a las diez tribus (2 Reyes 17:6)
4) Leones atacan a los nuevos pobladores (2 Reyes 17:24-33)
Gentes extranjeras y paganas de Babilonia, Cuta, Ava, Hamat y Sefarvayin son traídas para que habiten la tierra, mezclándose con los que no fueron llevados al exilio, y se volvieron idólatras; por lo tanto, Dios prepara leones para que los ataquen.
También se enviaron sacerdotes para que se enseñara la ley de Jehová, y de este modo por primera vez, los nuevos habitantes de Samaria conocen a Dios y le sirven.
5) Las mujeres Samaritanas fueron expulsadas (Esdras 10:1-3; 2 Reyes 24: 14)
Encontraron que los primeros judíos que retornaron de la cautividad con Zorobabel y Josué, y los pocos judíos que no fueron llevados cautivos se habían mezclado con mujeres extranjeras, entre ellas samaritanas.
Para los judíos es un pecado imperdonable perder su pureza racial. En una familia judía estricta, hasta nuestros días, si un hijo o una hija se casas con gentiles, se representa su funeral y se les da por muertos a los ojos del judaísmo.
6) El templo en el monte Gerizim
Un sacerdote llamado Manasés, nieto del sumo sacerdote Eliasid se casó con la hija del pagano Sambalat (Nehemías 13:28), y se propuso fundar un templo rival en el monte Gerizim, que estaba en el centro del territorio samaritano; en este nuevo templo se comenzó a ofrecer sacrificio a Jehová Dios de Israel.
7) Los samaritanos hacen una copia del pentateuco
Según Josefo, historiador judío, dice que el pentateuco samaritano fue llevado a Samaria y copiado por Manasés, yerno de Sambalat en el año 432 a.C. Aunque es importante mencionar que ya había sido utilizado anteriormente por los sacerdotes que instruyeron al pueblo que sustituyó a las diez tribus.
Los samaritanos no reconocen los demás escritos hebreos (Tanaj), es decir, libros proféticos, históricos y poéticos, solo reconocen el pentateuco y tienen a Moisés por profeta.
8) Los judíos atacan Samaria
En el año 129 a.C., el general judío Juan Hircano atacó Samaria y saqueó y destruyó el templo del monte Gerizim, aunque eso no fue obstáculo para que no siguieran adorando a Dios, lo siguieron haciendo en el monte de Sicar.
9) Los judíos llaman despectivamente a los Samaritanos
Juthitas o Cutheos, del nombre de uno de los pueblos que habían llevado allí los asirios. Los rabinos judíos decían:
«Que no coma nadie pan de los juthitas, porque el que come su pan es como si comiera carne de cerdo»
II. Le era necesario a Jesús pasar por Samaria
Podemos entender tres aspectos por el cual le era necesario a Jesús pasar por Samaria:
A) Era la ruta más corta para ir a Galilea
Comúnmente los judíos viajaban unos siete días para ir de Galilea a Jerusalén (Evitando Samaria y pasando por Perea, al este del Jordán), pero la ruta directa a través de Samaria era un viaje de solamente tres días. Esta ruta haría posible encontrarse con la mujer samaritana.
B) Jesús necesitaba romper barreras
El gran maestro abre el campo para la conversación con los samaritanos, y para esto aprovecha su llegada al pozo más antiguo en Israel, se trata del pozo de Jacob, en donde también pide agua para calmar su sed.
Es aquí donde Jesús le ofrece agua viva a la mujer samaritana, tal ofrecimiento llamó mucho la atención de ella, quien le pide agua viva, aunque no sabía de qué se trataba.
C) Necesitaba poner en orden la casa de los samaritanos
Es decir, en Samaria por muchos años se le había dado un mal uso al pentateuco
1) El adulterio no era penado
En el caso de los judíos se castigaba con la muerte (Juan 8:4-5). Jesús le hace ver a la mujer samaritana, que aunque ellos tengan el pentateuco no lo están aplicando, sino que llevan una vida desordenada, Jesucristo quería decirle lo mismo que a la mujer adúltera «no peques más«.
2) Adoraban a Dios sin conocerle
La mujer samaritana saca aun más esas heridas de religiosidad y se defiende, hablándole a Jesús de la adoración en el monte Gerizim, pero él lo deja todo claro al decirle:
«Vosotros adoráis lo que no conocéis; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos». Esta es la respuesta de Jesús, porque los samaritanos adoraban a Dios de acuerdo a su conveniencia, la verdadera adoración consiste en obedecer.
Es interesante meditar en lo anterior. Muchas personas dicen adorar a Dios porque tienen una Biblia, tal como los samaritanos que tenían el pentateuco. También creen que cantando o asistiendo a un culto es suficiente. Pero si sus obras son diferentes a las que enseñan las sagradas escrituras, entonces no lo conocen.
Conocer a Jesús es guardar el testimonio de Jesucristo. Algunos justifican el pecado señalando a otros, tal fue el caso de la mujer samaritana, quien criticó a los judíos.
III. Los discípulos aprendieron que en Jesús no hay diferencias
Los discípulos aprendieron que en Jesús no existen diferencias. Más tarde el diácono Felipe predica en Samaria y un país entero se convierte al evangelio, el maestro por excelencia había derribado fronteras de religiosidad, el tiempo de la cosecha había llegado.
Los samaritanos habían entendido. Solo cuando se tiene un corazón sano, sin resentimiento alguno, se puede adorar a Dios en espíritu y en verdad y esto provoca la conversión de muchos. Si nosotros como iglesia anhelamos la conversión de las almas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu (2 Corintios 7:1). Empecemos a adorar a Dios en espíritu y verdad y tendremos la conversión de nuestra nación.
La mujer samaritana, conclusión
Hemos analizado el contexto histórico de la diferencia entre judíos y samaritanos, concluyendo que hasta en los tiempos de Jesús había una gran barrera en las relaciones de los pueblos.
Encontramos en esta narración que Jesús comenzó pidiendo agua de un pozo antiguo a la mujer samaritana y termina dando una cátedra del verdadero sentido de saber adorar a Dios.
Por otro lado, encontramos a Jesús transmitiendo sus conocimientos del reino. Esto fue suficiente para que esta mujer de Samaria, defendiera lo que creía, aunque su testimonio la delataba.
Es así que la mujer samaritana, fue y dio aviso a todos los habitantes de Samaria que el mesías esperado estaba presente y que había que obedecerlo y adorarle.
Por lo tanto, hoy nosotros como verdaderos adoradores, no debemos de conformarnos con ir al templo, sino que debemos adorarle en espíritu y en verdad.
Espero que este bosquejo sobre la mujer samaritana te sirva para enseñar, predicar o profundizar en el estudio de este tema. Bendiciones.