Manso pero no menso ¿Qué dice la Biblia?

¿Qué significa manso como paloma y astuto como serpiente en la Biblia?

Manso pero no menso en la Biblia

¡Jesucristo les bendiga!, Recibí esta meditación por medio de un mensaje de texto, el tema «Manso pero no menso«, despertó mi curiosidad, lo leí y decidí compartirlo contigo.

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Hace un tiempo meditando en la palabra de Dios, encontré dos versículos bíblicos que para mí fue, es y será una gran revelación.

Como éste, a otros versículos les he puesto un nombre de persona, pues usualmente los he asociado a alguien que conozco los cuales representan en gran medida el mensaje contenido en esa porción de las escrituras.

Manso como paloma y astuto como serpiente

En el caso actual, cito Eclesiastés 7:16-18 (NTV):

“16 Así que, ¡no seas demasiado bueno ni demasiado sabio! ¿Para qué destruirte a ti mismo? Por otra parte, tampoco seas demasiado malo. ¡No seas necio! ¿Para qué morir antes de tiempo? Presta atención a estas instrucciones, porque todo el que teme a Dios evitará caer en ambos extremos”

¿Y por qué me ha llamado tanto la atención? Bueno… Dios inicia instándonos a “no ser demasiados buenos”, es decir, manso pero no menso, lo cual me ha significado largas horas de reflexión y conversaciones amenas.

Dicho texto bíblico se encuentra en distintas versiones, algunas lo citan como “no seas demasiado justo”, otras “no seas demasiado religioso”, para efectos de esta reflexión me quedaré con la Nueva Traducción Viviente (NTV) que cita “no seas demasiado bueno”.

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Tengo una amiga que en tono de broma suelo decir que es demasiado buena, es decir, se pasa de buena, lo cual no siempre es agradable, pues cuando le pasan injusticias lo único que hacer es callar y soportar el golpe o dolor, sin reaccionar de alguna manera, lo que a su vez indigna a quienes la rodeamos.

Manso pero no menso significa desarrollar mecanismos de astucia y defensa

Ahora bien… Esta cita bíblica no debe ser tomada como excusa para hacer el mal, sino más bien a desarrollar mecanismos de astucia y defensa preventiva.

En Mateo 10:16 encuentro el enlace perfecto a los versículos antes citados:

“Miren, los envío como ovejas en medio de lobos. Por lo tanto, sean astutos como serpientes e inofensivos como palomas”.

Se meditas Mateo 10:16 te darás cuenta que Jesús no nos manda a ser malos, sino mansos, pero en ningún momento dice menso, sino astutos.

Lo más interesante es que nos manda a ser “astutos como serpientes”, es decir, nos manda a ser igual de astutos como quien convenció a Eva de comer el fruto prohibido. Wow, suena duro verdad?

Seamos mansos como palomas y astutos como serpientes

Si lo piensas bien, lo que nos dice es que seamos muy astutos, tan astutos como la serpiente. Esto significa que no debemos ser reaccionarios ante las injusticias o eventos desfavorables, pero si, debemos ser astutos, pensar antes, prevenir, mitigar cualquier circunstancian o acción desfavorable a la que podamos estar expuestos.

Esto significa, que si me pegan en una mejilla, perdono a quién lo hizo (Mateo 5:38-42), pero a su vez tomo medidas para que no vuelva a pasar.

En Proverbios 14:15-16 encontramos otra gran revelación:

“15 El ingenuo cree todo lo que le dicen; el prudente se fija por dónde va.

16 El sabio ve el mal y se aparta, pero el necio es arrogante y se pasa de confiado”.

En el versículo 16 nos manda a apartarnos del mal… medita esto:

El boxeo no es un deporte de dar y recibir, sino solo de dar, lo que pasa es que en el camino recibes golpes que te hieren y afectan tu humanidad, lo cual debe ser prevenido por los boxeadores, quienes pasan largas horas entrenándose no solo para dar golpes fuertes a su oponen, sino también para aprender a esquivar los golpes.

Te imaginas que el Chocolatito González, Alexis Argüello o Mohamed Ali no esquivaran o detuvieran los golpes, no serían grandes boxeadores, pues seguramente hubiesen sido noqueados en los primeros rounds.

Es decir, alguien te hace un mal, perdonas, pero previenes, no te quedas esperando a ver cómo viene el segundo, tercer y sucesivos golpes. Debes aprender a prevenir los golpes, o en todo caso, a mitigar la intensidad con la que te golpearán.

Tan es así, que en el versículo 15 de Proverbios 14, Dios nos manda a ser prudentes, no ingenuos, es decir, ser mansos como paloma pero astutos como serpiente, por lo que si eres demasiado ingenuo tengo un mensaje para ti, “No seas demasiado bueno, ingenuo o tonto”.

Alguna vez te has puesto a pensar cómo era Jesús, en lo personal imagino a un Jesús súper activo que tiene muchos seguidores, a los cuales les predica sin micrófono (incluso a 5,000 personas) ¿Te imaginas a Jesús con una vocecita? ¿Cómo hacía para captar la atención de 5,000 personas?

Manso como paloma y astuto como serpiente

Manso pero no menso: Activos, creativos, preventivos y astutos

Suelo decir que este mundo es de los vivos, no de los muertos, es decir, no es de aquellos que estando en vida parecieran muertos o casi muertos. Este mundo requiere personas pilas puestas, muy activas y creativas.

Jesús no era un pasivo, noooo para nada, era tan activo que una ocasión armó una revuelta tremenda ¿Haz imaginado a un Jesús reactivo? ¿A uno que hizo un látigo, regó las cosas y derribó mesas después de encontrar hasta una especie de banco en la iglesia?

Leamos Juan 2:13-22:

“Jesús purifica el templo

13 Cuando se aproximaba la Pascua de los judíos, subió Jesús a Jerusalén.

14 Y en el templo halló a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, e instalados en sus mesas a los que cambiaban dinero.

15 Entonces, haciendo un látigo de cuerdas, echó a todos del templo, juntamente con sus ovejas y sus bueyes;regó por el suelo las monedas de los que cambiaban dinero y derribó sus mesas.

16 A los que vendían las palomas les dijo:

—¡Saquen esto de aquí! ¿Cómo se atreven a convertir la casa de mi Padre en un mercado?

17 Sus discípulos se acordaron de que está escrito: «El celo por tu casa me consumirá.»

18 Entonces los judíos reaccionaron, preguntándole:

—¿Qué señal puedes mostrarnos para actuar de esta manera?

19 —Destruyan este templo —respondió Jesús—, y lo levantaré de nuevo en tres días.

20 —Tardaron cuarenta y seis años en construir este templo, ¿y tú vas a levantarlo en tres días?

21 Pero el templo al que se refería era su propio cuerpo”.

Definitivamente Jesús no era un pasivo.

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Nos invito a ser activos, creativos, preventivos y astutos, pues es lo que Dios nos manda a ser.

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