Explicación: Dice el necio en su corazón no hay Dios
La Biblia tiene mucho que decir acerca de los necios. El salmo 14:1 declara: «dice el necio en su corazón no hay Dios». La definición bíblica tiene la dimensión añadida de “alguien que hace caso omiso de la Palabra de Dios”. La Biblia enumera muchas características de una persona así, a menudo contrastándola con alguien que es sabio.
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Significado de necio en la Biblia
En la Biblia, el término «necio» no se refiere simplemente a alguien con falta de inteligencia, sino a una persona que rechaza la sabiduría de Dios y actúa en desobediencia a Su voluntad. En el libro de los Proverbios, la necedad se presenta como una actitud de autosuficiencia y desprecio por la corrección: «El necio menosprecia la instrucción de su padre, pero el que acepta la reprensión es prudente» (Proverbios 15:5). Este tipo de persona ignora el consejo divino y persiste en su propio camino, a menudo con consecuencias destructivas.
El necio también es descrito como alguien que confía en su propio juicio en lugar de en Dios. Proverbios 28:26 advierte: «El que confía en su propio corazón es necio, pero el que camina en sabiduría será librado». Esta actitud se ve reflejada en quienes rechazan la existencia de Dios o desprecian Su palabra, tal como señala el Salmo 14:1. En este sentido, la necedad no es solo una falta de conocimiento, sino una postura de arrogancia y autosuficiencia que aleja al individuo de la verdad y la vida abundante que Dios ofrece.
Sin embargo, la Biblia también enseña que la necedad no es un destino irreversible. A lo largo de las Escrituras, Dios llama a los necios al arrepentimiento y a la búsqueda de la sabiduría divina. Proverbios 1:7 afirma: «El principio de la sabiduría es el temor del Señor; los necios desprecian la sabiduría y la instrucción».
El texto anterior muestra que la verdadera sabiduría comienza con una actitud de reverencia y sumisión a Dios. Aquellos que eligen abandonar la necedad y seguir la dirección divina pueden experimentar una transformación en su vida, acercándose más a la verdad y la justicia de Dios.
Un corazón que se aleja de Dios
Eclesiastés 10:2 dice: “El corazón del sabio está a su mano derecha, mas el corazón del necio a su mano izquierda”. Un corazón descarriado se vuelve continuamente hacia la necedad.
Proverbios 26:11 dice: «Como perro que vuelve a su vómito, así es el necio que repite su necedad«. Los necios no aprenden sus lecciones de los errores que cometen. Continúan haciendo las mismas tonterías una y otra vez, para su propia destrucción (Proverbios 18:7). Ni reconoce sus errores ni a Dios.
Algunas características de los necios
La siguiente es una lista parcial de algunas características de un necio en el libro de Proverbios:
Un necio odia el conocimiento (Proverbios 1:22), no se complace en entender (Proverbios 18:2), también disfruta de planes perversos (Proverbios 10:23), proclama necedades (Proverbios 12:23); y también dice que no hay Dios (Salmo 14:1).
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El necio desprecia la disciplina de los padres (Proverbios 15:5), habla perversidad (Proverbios 19:1), es irascible (Proverbios 12:16), el necio se mete en problemas con su habla soberbia (Proverbios 14:3), se burla del pecado (Proverbios 14:9), el necio es engañoso (Proverbios 14:8) y desprecia a su madre (Proverbios 15:20).
Un hijo necio trae tristeza a sus padres (Proverbios 17:25; 19:13). El hombre necio comete inmoralidad sexual (Proverbios 6:32; 7:7–12). La mujer necia derriba su propia casa (Proverbios 14:1). Al final dice que no hay Dios.
Máxima descripción del necio: No hay Dios
La máxima descripción de un necio es aquel que “Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; no hay quien haga el bien” (Salmo 14:1; 53:1). Aunque los necios pueden optar por volverse sabios prestando atención a los sabios consejos y aplicándolos (Proverbios 8:5; 21:11), la Biblia advierte contra asociarse con necios (Proverbios 14:7). Proverbios 13:20 dice: “El que anda con sabios, sabio será; mas el que se junta con necios será quebrantado”.
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Hay una distinción importante entre la definición bíblica de necio y la palabra que usó Jesús (raca) en Mateo 5:22 cuando prohibió llamar “necio” a un hermano cristiano. El término raca, dicho desde un corazón de desprecio, insinuaba una absoluta inutilidad. Jesús no estaba diciendo que no podemos llamar tonterías a las decisiones de otro. Pero llamar a alguien “raca” era decir que esa persona estaba fuera del alcance de Dios y por lo tanto condenada para siempre.
Para decir: «¡Necio!» a un hermano o hermana en ese día era el equivalente a decir: «¡Maldito seas!» a alguien hoy. No tenemos el poder ni el derecho de condenar a nadie al infierno. Esa posición de juicio pertenece sólo a Dios. Un cristiano nacido de nuevo no puede ser “condenado” porque él o ella ha sido comprado por la sangre de Cristo (Colosenses 1:14). Sin embargo, podemos y debemos hacer todo lo que podamos para volver el corazón de aquellos que exhiben necedad hacia la sabiduría y posiblemente salvar sus vidas y sus almas (Santiago 5:20).
¿Qué significa dice el necio en su corazón no hay Dios?
Tanto el Salmo 14:1 como el Salmo 53:1 dicen lo mismo. Algunos consideran que estos versículos significan que los ateos son tontos, es decir, carecen de inteligencia. Sin embargo, ese no es el único significado de la palabra hebrea traducida como “necio”.
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La palabra hebrea nabal en el texto
En este texto, Salmo 14:1, la palabra hebrea es nabal, que a menudo se refiere a una persona impía que no tiene percepción de la verdad ética o religiosa. El significado del texto no es “las personas sin inteligencia no creen en Dios”. Más bien, el significado del texto es “los pecadores no creen en Dios”.
En otras palabras, es una cosa mala negar a Dios, y la negación de Dios a menudo va acompañada de un estilo de vida malo. El versículo continúa enumerando algunas otras características de los irreligiosos: “Se han corrompido, hacen obras abominables; no hay quien haga el bien” El Salmo 14 es un estudio sobre la depravación universal de la humanidad.
¿A qué tipo de persona se le llama necio?
Muchos ateos son muy inteligentes. Salmo 14:1 y 53:1, en ningún momento significa que no sean inteligentes. No es la inteligencia, o la falta de ella, lo que lleva a una persona a rechazar la creencia en Dios. Es una falta de justicia lo que lleva a una persona a rechazar la creencia en Dios.
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Muchas personas no se oponen a la idea de un Creador, siempre y cuando ese Creador se ocupe de Sus propios asuntos y los deje en paz. Lo que la gente rechaza es la idea de un Creador que demanda moralidad de Su creación. En lugar de luchar contra una conciencia culpable, algunas personas rechazan la idea de Dios por completo. El Salmo 14:1 llama a este tipo de persona “necio”.
Salmo 14:1 y Salmo 53:1
Salmo 14:1 dice que negar la existencia de Dios se basa comúnmente en el deseo de llevar una vida mala. Varios ateos prominentes han admitido la verdad de esto. Algunos, como el autor Aldous Huxley, han admitido abiertamente que el deseo de evitar las restricciones morales fue una motivación para su incredulidad:
“Tenía motivos para no querer que el mundo tuviera sentido; y en consecuencia asumió que no tenía ninguno, y fue capaz sin ninguna dificultad de encontrar razones satisfactorias para esta suposición. El filósofo que no encuentra sentido en el mundo no se ocupa exclusivamente de un problema de pura metafísica. También le preocupa demostrar que no hay ninguna razón válida por la que personalmente no deba hacer lo que quiere hacer. Para mí, como sin duda para la mayoría de mis amigos, la filosofía de la falta de sentido fue esencialmente un instrumento de liberación de un determinado sistema de moralidad. Nos opusimos a la moralidad porque interfería con nuestra libertad sexual. Los partidarios de este sistema afirmaban que encarnaba el significado -el significado cristiano, insistían- del mundo. Había un método admirablemente simple para refutar a estas personas y justificarnos en nuestra rebelión erótica: negaríamos que el mundo tuviera algún significado”. – Aldous Huxley,Fines y medios.
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El necio niega la existencia de Dios
La creencia en un Ser divino va acompañada de un sentido de responsabilidad ante ese Ser. Entonces, para escapar de la condenación de la conciencia, que en sí misma fue creada por Dios, algunos simplemente niegan la existencia de Dios. Se dicen a sí mismos: “No hay supervisor del mundo. No hay Día del Juicio. Puedo vivir como me plazca. La atracción moral de la conciencia es así más fácilmente ignorada.
Un corazón impío y pecador niega a Dios
Intentar convencerle de que Dios no existe es imprudente, es un corazón impío y pecador que negará a Dios. La negación del ateo va en contra de mucha evidencia de lo contrario, incluida su propia conciencia y el universo en el que vive.
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El necio quiere vivir libre de restricciones morales
La falta de evidencia de la existencia de Dios no es la verdadera razón por la que los ateos rechazan creer en Dios. Su rechazo se debe al deseo de vivir libre de las restricciones morales que Dios exige y de escapar de la culpa que acompaña a la violación de esas restricciones.
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Lo que de Dios se conoce les es manifiesto
“Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.
Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén” (Romanos 1:18–25).
Conclusión: Dice el necio en su corazón no hay Dios
La necedad, según la Biblia, no es simplemente una falta de inteligencia, sino una actitud de rechazo hacia Dios y Su verdad. El Salmo 14:1 nos muestra que el necio no solo niega la existencia de Dios, sino que vive como si Él no tuviera autoridad sobre su vida. Sin embargo, la Escritura nos recuerda que la sabiduría comienza con el temor del Señor y que aún el necio puede cambiar su camino si busca la verdad divina.
Dios ofrece Su gracia a todos, llamando a la humanidad al arrepentimiento y a una vida de sabiduría en comunión con Él. Ignorar Su llamado trae consecuencias, pero aceptar Su dirección conduce a la vida verdadera. Que cada uno examine su corazón y decida si vivirá en la necedad del rechazo o en la bendición de la obediencia a Dios.