EL REINO DIVIDIDO, EL REINO DE ISRAEL Y EL REINO DE JUDÁ

EL REINO DIVIDIDO (1 Reyes 12:1-24; 2 Crónicas 10)

El reino dividido de Israel

El rey Roboam

Salomón fue sucedido por su hijo, Roboam. La madre de Roboam fue la princesa amonita Naama (I Reyes 14:21).

Roboam fue iliterato y tiránico. El historiador, Josefo, le llamó un hombre orgulloso y disparatoso. Igual que su padre, tenía hábitos lujosos. Tenía dieciocho esposas, sesenta concubinas, veintiocho hijos y sesenta hijas. Tenía cuarenta y un años de edad cuando se convirtió en rey y reinó por diecisiete años.

El rey Jeroboam

Jeroboam fue el primer rey del reino del norte. Su padre fue Nabat, un eframita. Él era un hombre capaz. Fue empleado por Salomón y estaba encargado de los trabajadores en la construcción del Milo.

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Aconteció que Jeroboam se encontró en el camino con Ahías, el profeta, que rompió su capa nueva en doce pedazos y dio diez a Jeroboam. Él le explicó que estos diez pedazos representaban las diez tribus sobre las cuales él gobernaría. Salomón se dio cuenta de esto y persiguió a Jeroboam quien viajó hacia Egipto, donde el faraón le dio protección.

Después de la muerte de Salomón, Jeroboam se casó con una princesa egipcia y volvió a Israel para convertirse en el rey de las diez tribus del norte.

REBELIÓN BAJO EL REINADO DE ROBOAM (2 Crónicas 10)

Inmediatamente después de la muerte de Salomón, una revolución dividió la nación. Roboam tenía que estar enterado de la insatisfacción de las tribus del norte. Normalmente, todos ellos se habrían reunido en Jerusalén para las ceremonias inaugurales. Por la inquietud, Siquem fue elegida porque estaba centralmente colocada.

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Jeroboam también asistió a la asamblea, habiendo retornado de Egipto. Las tribus, con Jeroboam como líder, pidieron alivio de los duros impuestos que habían soportado bajo Salomón. Roboam pidió tres días para considerar sus reclamos. Consultó a los ancianos quienes habían observado los pesados impuestos bajo Salomón. Estos hombres pidieron a Roboam que fuera bondadoso y apaciguara el fuego. Ellos le aseguraron que él ganaría la verdadera lealtad de cada uno.

Roboam fue entonces a los jóvenes quienes aparentemente deseaban una continuación de la corte pomposa. Ellos le aconsejaron decir. “Mi dedo más pequeño es más grueso que los lomos de mi padre”. El consejo de los jóvenes fue tomado y Roboam dijo a Israel cuando se reunieron en el tercer día, “Mi padre os castigó con azotes, y yo con escorpiones” (2 Crónicas 10:11).

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El grito salió, “cada uno a sus tiendas, Oh Israel”. Cuando Roboam vio lo que había acontecido, envió a Adoram, su jefe de impuestos. Este hombre fue apedreado y Roboam se retiró a Jerusalén. Reunió un ejercito de 180,000 hombres, pero Dios le impidió pelear. Entonces Roboam empezó a fortificar un número de ciudades y reinó sobre las dos tribus de Judá y Benjamín.

DIFERENCIAS ENTRE LOS DOS REINOS

Las tribus de Judá y Efraín habían estado celosas una a la otra desde los días de Egipto. Judá era la más grande y había sido favorecida al estar en la posición de guía. Efraín había descendido de José, y Josué había estado en esta tribu. La rivalidad de estas dos tribus se mostró en varios tiempos. Fue revelada en la coronación de David y la rebelión de Absalón.

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La división era sólo un brote de una condición pasada. Si Roboam hubiese sido sabio, él habría atendido para no hacer la cosa peor.

El reino del norte con sus diez tribus era más poderosa que el reino del sur. No obstante, el último fue más poderoso espiritualmente.

EL REINO DE ISRAEL

El reino de Israel continuó por alrededor de 250 años. Fue vencido por los asirios bajo Salmanasar en 721 A.C.

La capital del reino del norte estuvo primero en Siquem y después en Samaria. Los profetas de Israel fueron Jonás, Amós, Oseas y Miqueas.

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En años recientes, el reino del norte ha sido llamado “Las diez tribus perdidas.” Santiago conocía su identidad porque él escribió su epístola dirigida a ellos.

LOS DOS BECERROS DE ORO

Jeroboam fue un apóstata religioso. El tuvo temor que si el pueblo retornaba a Jerusalén para adorar, ellos favorecerían una reunión de los dos reinos. Para protegerse contra esto, estableció dos lugares de adoración en Dan y Betel. Erigió imágenes de becerros de oro en cada lugar. Edificó templos para los imágenes y fundó sacerdotes no levítas. Sustituyó la fiesta de los tabernáculos por una festividad pagana anual.

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Frecuentemente, la apostasía de Jeroboam es vinculada con su nombre. “Jeroboam que cometió pecado e hizo que Israel pecara.” Jeroboam abrió las puertas para la adoración a Baal. La nación nunca fue completamente desarraigada de la idolatría introducida por él.

En una ocasión, Jeroboam fue reprendido por un profeta anónimo, pero Jeroboam sólo se enfureció y no se arrepintió.

EL REINO DE JUDA

El reino de Judá continuó casi 400 años bajo veinte reyes desde Roboam a Sedequías. Muchos de estos reyes eran piadosos. Durante este tiempo, habían tres restauraciones espirituales, en los reinados de Josafat, Ezequías y Josías.

Los profetas que fueron enviados al reino de Judá eran Isaías, Jeremías, Joel, Sofonías, Miqueas, Nahum y Habacuc.

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