EL SEGUN NACIMIENTO SEGÚN LA BIBLIA
Por: Thomas W. Drost
«Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús, de cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios». Juan 3:3-5.
A pesar de la cantidad de veces que se usa esta frase en círculos religiosos hoy en día, este es el único lugar en toda la Biblia donde se halla la expresión «nacer de nuevo«. Por lo tanto, solo es aquí donde encontraremos la explicación de lo que quiere decir. Nicodemo entendió que «nacer de nuevo» era nacer «por segunda vez» (Versículo 4).
Bien dijo alguien en cierta ocasión: «El que nace una sola vez muere dos veces, pero el que nace dos veces muere una sola vez». Por esto es tan importante nacer una segunda vez, o nacer de nuevo. Antes que Nicodemo le hiciera alguna pregunta, Jesús se le anticipó y le habló acerca de «nacer de nuevo», o sea, nacer una segunda vez. Nicodemo tuvo dificultad en entender a Jesús. Sin embargo, el debería haber notado el énfasis que Dios le ha dado al segundo nacimiento en el Antiguo Testamento. Veamos algunos ejemplos:
SEGUNDO NACIMIENTO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
1) Dios aceptó la ofrenda de Abel sobre la de Caín. Abel era el segundo, o hijo del segundo nacimiento. Caín (el primer nacimiento) era carnal, Abel era espiritual. La Biblia no señala nada malo en el sacrificio de Caín, pero ya desde el principio Dios quería establecer un patrón importante.
2) Sem era el segundo hijo de Noé, pero Dios lo escogió como el líder espiritual, del cual vendría Abraham y luego Cristo. (También te puede interesar: Salvados Por Agua)
3) Abraham era el segundo hijo de Taré. Génesis 11:27,28. Abraham es mencionado primero por su pre-eminencia espiritual. Harán, el mayor, murió en Ur antes que salieran de allí. (Te invito a visitar la sección de Bautismo en Agua en el Nombre de Jesús)
Taré tenía 70 años cuando nació su hijo primogénito -Génesis 11:26-32. Si Abram fuera el mayor, habría una incompatibilidad, porque tenía 75 años cuando salieron de Ur de los Caldeos y al llegar a Harán murió Taré su padre.
Eso haría que Taré solo habría vivido 145 años, pero vivió 205 años. Lo cual quiere decir que, Abram nació cuando Taré tenía 130 años, y Harán debería haber nacido cuando Taré tenía 70 años. Nacor era el menor y se casó con la hija de Harán.
4) Isaac era el hijo del segundo nacimiento. Dios podía haber causado que Isaac fuera el primero, pero estaba enfatizando el segundo nacimiento. Los árabes hoy reclaman el derecho sobre el territorio de Palestina, porque dicen acertadamente que Ismael era el hijo mayor. Pero, era en Isaac y no en Ismael, que estaban las promesas, Dios ha bendecido la descendencia de Isaac sobre la de Ismael.
5) Cuando nacieron Esaú y Jacob, Dios invirtió el orden de las cosas antes que nacieran los niños, diciendo: «El mayor servirá al menor» -Génesis 25:23. El Señor estaba así demostrando que El magnifica el segundo nacimiento sobre el primero. La cimiente natural tuvo que venir por el segundo nacimiento para aclarar, en tipo, que solo los que nacen de nuevo pueden ser de la cimiente espiritual – la Iglesia.
6) José era el primogénito de la segunda esposa de Jacob (Raquel), era del segundo grupo o nacimiento. Jacob amaba a José más que a cualquiera de sus hermanos porque en su mente, José hubiera sido el mayor, si sus planes de casarse con Raquel primero no hubieran sido alterados por Labán su suegro.
7) Jacob se dio cuenta de cómo Dios estaba exaltando el segundo nacimiento sobre el primero, y se alineó a la idea y pensamiento de Dios. ¡Qué cuadro tan hermoso es el que hallamos en Génesis 48:14 cuando le tocó bendecir a los hijos de José! Sabiendo que su padre Jacob ya estaba ciego, presentó a sus dos hijos de tal manera que el mayor le quedara a la mano derecha de Jacob y el menor a la mano izquierda.
Pero, Jacob se había imaginado que José haría así y cruzó sus brazos, bendiciendo así al menor (Manasés) sobre el mayor (Efraín). Cuando José lo quiso corregir, pensando que su padre estaba cometiendo un error, Jacob dijo: «Lo sé, hijo mío, lo sé…» – Génesis 48:19. Había notado que es el segundo nacimiento el que exalta Dios.
Por esto, si Jacob se dio cuenta de esta forma de obrar de Dios, sin tener ni el libro de Génesis, también Nicodemo (que conocería bien el Antiguo Testamento) lo debería haber notado. Así lo dio a entender Jesús cuando le dijo: «¿Eres tu maestro en Israel, y no sabes esto?» -Juan 3:10. Jesús le habló a Nicodemo acerca de «nacer de nuevo», o un segundo nacimiento, para que la luz de la comprensión iluminara su mente.
Esto no es tanto en un sentido literal, sino que Dios quiere mostrar que los que participan en el Reino de Dios son los que nacen de nuevo, tienen un segundo nacimiento.
¿Cuál es ese segundo nacimiento? Pues, Jesús en el versículo 5, amplía lo que había dicho en el versículo 3, diciendo que «el que no naciere del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios». «Nacer del agua» es ser bautizado en agua; y «nacer del Espíritu» es recibir el Espíritu Santo, como dice Hechos 2:38. ¡Eso es nacer de nuevo! ¿Has nacido la segunda vez? ¿Has nacido de nuevo?