Venid a las aguas, venid a mí todos los sedientos

VENID A LAS AGUA, ISAÍAS 55:1, VENID A MÍ TODOS LOS SEDIENTOS

Por: Thomas W. Drost

Venid a las aguas, venid a mí todos los sedientos y bebed

Isaías 55:1 «A todos los sedientos: Venid a las aguas; y a los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.»

La invitación: Venid a mí todos los sedientos

¿Por qué ésta invitación en el Antiguo Testamentos de «venid a las aguas«? Porque las aguas siempre han sido el lugar de prueba que Dios ha establecido – siempre ha sido así para Dios.

Muchos nos acusan de sobre-enfatizar el tema del bautismo, o hablar de las aguas del bautismo. Enseñan que solo con creer basta. Pero ¿Cómo se demuestra que cree? Creer es algo abstracto, algo invisible. ¿Cómo sabe que realmente está creyendo? Debe haber alguna prueba, incluso para sí mismo. Dios ha señalado las aguas – «Venid a las aguas».

Nadie puede leer el Antiguo Testamento sin ver la cantidad de veces que Dios usó agua, especialmente como una especie de prueba. Por esto, el bautismo en el Nuevo Testamento, no solo es ordenado por Dios (Marcos 16:15,16), sino que encaja y armoniza con lo que Dios siempre ha hecho.

Agua siempre ha estado en el orden divino. Por esto la invitación «venid a las aguas«. Notemos algunos ejemplos en la historia del Antiguo Testamento:

La creación empieza con el espíritu de Dios moviéndose sobre las aguas 

«… y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas» -Génesis 1:2. Dios no hace nada accidentalmente o en forma casual. El hecho que la primera anotación bíblica de la presencia de Dios lo muestra sobre las agua, relacionado a las aguas, es muy significativo. 

La primera creación empezó con Dios moviéndose de sobre las aguas. Así también, la segunda creación, o la nueva creación empieza con Dios moviéndose sobre las aguas, las aguas del bautismo


Noé y el Diluvio. 

El siguiente caso con el que tropezamos en la Biblia esta en Génesis 6 – Noé y el Diluvio. Un caso al que se hace referencia en muchas ocasiones en el resto de la Biblia, y especialmente asociado o vinculado a la salvación.

Aquí vemos como Dios hizo que las aguas sirvieran de salvación o perdición para toda la humanidad – «…los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua. 

El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo» -1 Pedro 3:20-21. Esas aguas sirvieron de prueba: 1) o estaban dispuestos a pasar por ellas en el arca (en el nombre de Jesús) 2) o perecer. Ellos tenían que escoger. 


Rebeca en el pozo… Venid a mí todos los sedientos 

Génesis 24:13,14. Eliezer fue encomendado por su amo Abraham de hallarle esposa para su hijo. Es de notar que la esposa (Rebeca) fue probada y escogida «en las aguas» al lado del pozo. Al estar dispuesta a pasar la prueba del agua, fue escogida. ¿Has pasado la prueba del agua que Dios ha establecido para hoy, para ser parte de la «Esposa del Cordero»?


Israel en el Mar Rojo

Habían salido de Egipto, pero Dios los llevó a un lugar, donde la única salvación estaba en «pasar las aguas«. Dios los podía haber llevado más al norte, donde no había mar ni río que cruzar, pero los envió por el Mar Rojo, porque sigue la línea que Dios, desde el principio ha establecido «pasar las aguas». Tenían que creer y demostrar su confianza en Dios al obedecer, pasando por las aguas (1 Corintios 10:2). Noten que no estuvieron del todo a salvo hasta que pasaron por las aguas. Hoy no es en Moisés, pero si en el nombre de nuestro líder, Jesús, que pasamos por las aguas, siguiéndolo a Él.


Israel en Mara  

Éxodo 15:25. Dice la Biblia acerca de este incidente al lado de las aguas «allí los probo». Y allí también Dios hizo un pacto con ellos dándoles «estatutos y ordenanzas». Es el árbol (la cruz) en las aguas, o aplicado en las aguas, que endulzan la amargura de nuestra vida. La prueba estaba en creer que un árbol (el nombre de Jesús, que representa el sacrificio efectuado en la cruz) podía hacer eso.


Israel en el Río Jordán. 

Otra vez vemos a Israel teniendo que pasar la prueba del agua, al tener que atravesar el río Jordán para poder llegar a la tierra prometida. Alguno preguntará ¿porque tuvieron que pasar las aguas una segunda vez?. ¿Será que hay un segundo bautismo? Lo que hay que recordar es que esa no era la misma gente, la misma generación que había salido de Egipto. 

Era una nueva generación y también ellos tenían que «pasar las aguas.» Recuerde que, ¡Dios no tiene nietos! Cada individuo tiene que obedecerle a Dios por sí mismo. Lo que si observamos es que si quieres llegar a la «Tierra Prometida» tienes que pasar por las aguas.


Gedeón y las Aguas 

Jueces 7:4. Gedeón fue llamado por Dios para levantar el ejército con el cual iba a conquistar. Pero, es de notar que la prueba final, principal y decisiva fue en las aguas. Dios le dijo: «Llévalos a las aguas, y allí te los probaré.» Solo los que pasaron la prueba de las aguas debidamente, pudieron llegar a ser parte del ejército de Dios. Dios, hoy todavía escoge su ejército en las aguas – en las aguas del bautismo.

Hoy también hay una prueba de agua: el bautismo. Allí es donde Dios salva, escoge su novia y su ejército. Dios siempre ha usado agua (en alguna forma) para probar y ver quiénes son los verdaderos seguidores de Él. ¡Hoy son las aguas del bautismo en el Nombre de Jesús!

¿Ya pasaste la prueba del agua para hoy? Sino «Venid a las aguas«, venid a mí todos los sedientos

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