¿Qué significa Elohim en la Biblia?
Desde los albores de la humanidad, la pregunta sobre quién es Dios y cómo debemos referirnos a Él ha sido un tema central en la teología y la interpretación bíblica. En este contexto, el término hebreo “Elohim” ha generado debate sobre su significado bíblico durante siglos. Algunos lo interpretan como indicativo de una pluralidad de personas en Dios, mientras que estudios más profundos y expertos en hebreo revelan que su verdadero significado es mucho más majestuoso y solemne.
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Entender correctamente Elohim no solo nos ayuda a comprender mejor la grandeza de Dios, sino también a evitar malentendidos doctrinales sobre la naturaleza divina. En este artículo exploraremos su origen, su uso en la Biblia y el profundo significado espiritual que encierra este término.
El significado de Elohim: Más que un Nombre, un Símbolo de Majestuosidad
El término Elohim es mucho más que un simple nombre para Dios. Aunque algunos lo han interpretado como una señal de pluralidad, los estudios lingüísticos y bíblicos muestran que Elohim es un plural mayestático, es decir, un plural que resalta la grandeza, la solemnidad y la majestuosidad de Dios, sin implicar que existan múltiples personas en Él. Este tipo de plural se utiliza en hebreo para expresar grandeza y autoridad, un reflejo de la inmensidad y el poder de quien gobierna sobre todo lo creado.
La Raíz de Elohim: El Poderoso “El”
Elohim proviene de la raíz “El”, que transmite conceptos de fortaleza, prominencia y omnipotencia. Por extensión, “El” se utiliza para referirse a Dios, el Ser Supremo y creador del universo. La forma singular Eloah también se origina en esta raíz y mantiene el mismo significado de Dios Todopoderoso, siendo equivalente al término arameo Elah, usado por ejemplo en Daniel 2:18.
Esta relación etimológica nos muestra que, más que indicar pluralidad, el término resalta la magnitud y autoridad divina, recordándonos que Dios es imponente y soberano sobre toda la creación. Cada vez que la Biblia utiliza Elohim, subraya su poder, majestad y la incomparable grandeza de quien es digno de toda adoración.
Significado de Elohim y Eloah
En la Biblia encontramos distintos términos para referirnos al único Dios verdadero, entre los cuales destacan Elohim, Eloah y El. Cada uno de ellos refleja aspectos diferentes de la grandeza, poder y majestad divina, y su uso contextual nos permite entender cómo los escritores bíblicos enfatizaban la autoridad y la soberanía de Dios.
Veamos algunos ejemplos que ilustran esta riqueza lingüística y teológica:
- Génesis 14:18: “Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios [El] Altísimo, sacó pan y vino.” Aquí el término El enfatiza la supremacía y fortaleza de Dios, reconociéndolo como el Señor soberano por encima de todo poder terrenal.
- Nehemías 9:17: “…Pero tú eres Dios [Eloah] que perdonas, clemente y piadoso, tardo para la ira, y grande en misericordia, porque no los abandonaste.” El uso de Eloah refleja la dimensión íntima y misericordiosa de Dios, resaltando su compasión y fidelidad hacia su pueblo, mientras mantiene la idea de poder y autoridad.
- Génesis 1:1: “En el principio creó Dios [Elohim] los cielos y la tierra.” Aquí Elohim señala la grandeza, majestad y poder creador de Dios, destacando su capacidad para sostener y gobernar todo el universo.
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Elohim: Más Allá de los Ídolos
El significado del término Elohim no se limita a referirse al Dios verdadero, sino que también se aplica a dioses falsos o autoridades espirituales, sin implicar pluralidad de personas en ellos. Esto lo vemos claramente en pasajes como:
- Éxodo 32:4: “…e hizo de ello un becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto.” Aunque solo había un becerro, los israelitas lo llamaban Elohim, mostrando que el término podía aplicarse también a dioses falsos, reflejando cómo los pueblos antiguos reconocían autoridad espiritual, aunque de manera incorrecta.
- Jueces 16:23: Dagón es llamado Elohim: “…se juntaron para ofrecer sacrificio a Dagón su dios…”
- 2 Reyes 1:2: “…id y consultad a Baal-zebud dios (Elohim) de Ecrón…”
En todos estos casos, ni el becerro, ni Dagón, ni Baal-zebud eran trinidades o seres plurales; el uso de Elohim simplemente señalaba autoridad, poder o reverencia otorgada, incluso cuando era errónea.
Esto confirma que Elohim no implica necesariamente pluralidad de personas, sino que es un término que resalta poder, autoridad o majestad, dependiendo del contexto en que se usa.
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Elohim: El Término de la Majestuosidad y Soberanía Divina
Cuando la Biblia utiliza Elohim para referirse al Dios verdadero, el objetivo principal no es señalar pluralidad de personas, sino resaltar la majestuosa autoridad, la solemnidad y el poder supremo de Dios. Este término refleja la grandeza incomparable del Creador, su capacidad para gobernar sobre todo lo visible e invisible, y su posición como único soberano del universo.
El plural en “Elohim” no indica multiplicidad de seres divinos, sino un plural mayestático, una forma literaria usada en hebreo para denotar grandeza, magnificencia y poder absoluto. Así, cada vez que la Escritura emplea Elohim, nos recuerda que Dios es majestuoso, imponente y digno de toda adoración, trascendiendo cualquier limitación humana.
- Isaías 45:21-22 lo deja en claro:
“…No hay más Dios (Elohim) que yo; Dios (El) justo y salvador; ningún otro fuera de mí. Mirad a mí, y sed salvos todos los términos de la tierra; porque yo soy Dios (El), y no hay más.”
Este pasaje enfatiza varios aspectos esenciales:
- Singularidad absoluta de Dios: No hay otro Elohim verdadero fuera de Él. La unicidad de Dios queda reforzada de manera inequívoca.
- Justicia y poder salvador: Elohim es descrito como El justo y salvador, dejando claro que su majestad no se limita a su fuerza, sino que incluye su rectitud y su misericordia activa hacia la humanidad.
- Soberanía universal: La expresión “ningún otro fuera de mí” subraya que todo lo creado y todo lo que acontece está bajo su autoridad, demostrando que el término Elohim destaca la plenitud de su poder.
Lo que nos enseña el significado de Elohim en este contexto
El uso de Elohim en este contexto nos enseña que Dios no necesita dividirse en múltiples personas para manifestar su grandeza; su majestad es intrínseca y completa. Esta comprensión es fundamental para evitar interpretaciones trinitarias que malinterpreten el plural gramatical como indicio de pluralidad de personas.
Además, la repetición del término en la Biblia (Elohim) frente a su forma singular (Eloah) sirve para resaltar distintos aspectos de la divinidad: mientras Eloah puede enfatizar la cercanía, la misericordia y la relación personal con Dios, Elohim destaca su soberanía, poder y dominio universal, mostrando así la riqueza del lenguaje bíblico para describir la majestad divina.
Elohim como término no refleja multiplicidad, sino majestad, autoridad y plenitud del poder divino, invitándonos a contemplar a Dios como el soberano absoluto, justo, salvador y eterno, digno de toda gloria y adoración.
Elohim y el Padre: Majestuosidad, Autoridad y Singularidad Absoluta
En toda la Escritura, el Padre es llamado Elohim, lo cual subraya su rol como autor de toda creación, protector de su pueblo y soberano absoluto sobre todo lo existente. Este término no indica pluralidad de personas dentro de Dios, sino que resalta su majestuosa autoridad, su poder ilimitado y su soberanía suprema.
- Malaquías 2:10: “¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios (Elohim)?” Aquí, el uso de Elohim enfatiza la unicidad y singularidad de Dios, recordándonos que solo hay un verdadero Elohim que ha creado y sostiene toda vida. La pregunta retórica del profeta refuerza la idea de que Dios es singular en esencia, aunque su poder y atributos se manifiesten de manera múltiple.
- Salmo 68:5: “Padre de huérfanos y defensor de viudas es Dios (Elohim).” En este versículo, Elohim revela su carácter paternal y protector, demostrando que su majestuosidad no es solo poder físico o soberanía, sino también autoridad que cuida, defiende y dirige a su pueblo. La combinación de majestuosidad y compasión resalta la perfección del Padre como único Elohim.
El plural de Elohim es gramatical y literario: Conocido como plural mayestático
Interpretar este término como indicativo de pluralidad de personas en el Padre sería un error teológico grave. El plural en Elohim es gramatical y literario, conocido como plural mayestático, que resalta la grandeza, la fuerza y la autoridad de Dios, pero nunca significa que existan varias personas dentro de Él.
La riqueza del término Elohim aplicado al Padre nos muestra tres verdades fundamentales:
- Unidad absoluta: Dios es uno en esencia y poder, siendo el único soberano y creador de todo.
- Majestuosidad: El término refleja su autoridad inigualable, su gloria y la magnificencia de su reinado.
- Relación paternal: Aunque majestuoso, Elohim es cercano, protector y guía de los suyos, mostrando que la majestad divina no está reñida con la misericordia y la compasión.
Por lo tanto, Elohim aplicado al Padre no es un indicio de trinidad, sino una manera de destacar la grandeza, autoridad y singularidad del Dios eterno, confirmando que solo existe un Dios verdadero, soberano sobre toda la creación.
Elohim aplicado a Jesús: Su Reino Eterno y su Autoridad Divina
Uno de los aspectos más reveladores del uso de la palabra Elohim en la Biblia es que también se aplica directamente a Jesucristo, mostrando que Él posee la misma autoridad, majestad y gloria que pertenecen al único Dios verdadero. Esto no significa que Jesús sea “otra persona” dentro de una supuesta trinidad, sino que el Dios único se manifestó en carne (1 Timoteo 3:16) y, como el Hijo encarnado y exaltado, se le reconoce con los mismos títulos divinos.
- Salmo 45:6 declara: “Tu trono, oh Dios (Elohim), es eterno y para siempre; cetro de justicia es el cetro de tu reino.”
Este salmo, originalmente escrito como un cántico mesiánico, atribuye a Cristo el título de Elohim y proclama la eternidad de su trono. Aquí no solo se resalta la dignidad real de Jesús, sino también su carácter divino como gobernante justo y eterno. El cetro en la Escritura representa autoridad; por tanto, se subraya que Jesucristo reina con plena autoridad divina sobre toda la creación.
- Hebreos 1:8 confirma este pasaje al aplicarlo directamente al Hijo: “Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; cetro de equidad es el cetro de tu reino.”
El escritor de Hebreos, inspirado por el Espíritu Santo, no deja dudas: Jesús es Elohim, y como tal posee un trono eterno. Esto revela que el mismo Dios que es Padre se ha manifestado en el Hijo, otorgándole el reconocimiento de autoridad divina, majestad y gobierno eterno.
Elohim en Cristo: Majestad sin Pluralidad
Es importante enfatizar que el hecho de que Jesús sea llamado Elohim no significa que haya dos o tres “Elohim” en el cielo. Más bien, confirma que la plenitud de la Deidad habita en Él corporalmente (Colosenses 2:9). Por lo tanto:
- Jesús no es un “otro Elohim”, sino el mismo Dios manifestado en carne.
- El título Elohim aplicado a Cristo no introduce pluralidad en la Deidad, sino que subraya la unicidad de Dios: el único Dios se revela como Salvador en Jesucristo.
- El trono eterno de Cristo es la continuidad del gobierno eterno de Yahweh, mostrando que no hay dos reinos ni dos tronos, sino uno solo bajo la majestad divina del Señor Jesucristo.
La Justicia del Reino de Cristo
El uso de Elohim en relación con Jesús no solo exalta su trono eterno, sino que también resalta la naturaleza de su reino. Su gobierno no se basa en corrupción humana ni en debilidad política, sino en justicia, rectitud y equidad absolutas. Por eso, el cetro de su reino es llamado “cetro de justicia”:
- Mientras los reinos terrenales se desmoronan por la injusticia, el reino de Cristo permanece firme porque su fundamento es la verdad de Dios.
- Su trono eterno confirma que Jesucristo no es un mero profeta o maestro moral, sino el Dios verdadero hecho hombre, exaltado a la diestra del poder divino.
Cuando la Escritura llama a Jesús Elohim, lo hace para proclamar su identidad divina, su trono eterno y su autoridad absoluta. Esta verdad refuta la noción de que Elohim implique pluralidad de personas, pues tanto el Padre como el Hijo encarnado reciben este título sin dividir a Dios en “varias personas”, sino afirmando que Jesús es la manifestación plena del único y verdadero Elohim.
Elohim: Más Allá de un Título Divino
Uno de los aspectos más fascinantes del término Elohim es que, aunque comúnmente lo asociamos únicamente con Dios, la Escritura lo utiliza también para otros seres espirituales e incluso para autoridades humanas. Esta amplitud de uso no debe confundirse con una pluralidad de dioses, sino que confirma que la palabra tiene un sentido más profundo: poder, grandeza y autoridad delegada.
Elohim aplicado a seres espirituales
En algunos pasajes, Elohim se traduce como seres celestiales o entidades espirituales, lo que muestra la riqueza semántica del término:
- 1 Samuel 28:13: La adivina de Endor le dice a Saúl: “…he visto dioses (Elohim) que suben de la tierra”. Aquí, Elohim no alude a una Trinidad ni a múltiples dioses, sino a seres espirituales percibidos en la visión.
- Salmo 8:5: “Le has hecho poco menor que los ángeles (Elohim), y lo coronaste de gloria y de honra.” El escritor inspirado utiliza Elohim para referirse a los ángeles, mostrando que el término no es exclusivo de la Deidad Suprema, sino también aplicable a otros seres dotados de poder.
Elohim aplicado a autoridades humanas
Sorprendentemente, la Biblia también llama Elohim a los hombres cuando ejercen autoridad delegada por Dios:
- Éxodo 7:1: Jehová le dice a Moisés: “Yo te he constituido dios (Elohim) para Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta.” Aquí, el término Elohim indica la autoridad y el respaldo divino con que Moisés debía hablar frente al rey de Egipto, no que Moisés fuese divino.
- Salmo 82:6: “Yo dije: Vosotros sois dioses (Elohim), y todos vosotros hijos del Altísimo.” Este texto aplica Elohim a los jueces de Israel, mostrando que, en su papel de impartir justicia, eran considerados representantes de la autoridad de Dios en la tierra.
Enseñanza espiritual de este uso
Lo que aprendemos es que Elohim no significa necesariamente una pluralidad de dioses, sino que describe una condición de poder, grandeza o autoridad conferida. La palabra, en su sentido más amplio, se aplica tanto al Dios verdadero como a quienes ejercen poder en su nombre (ángeles, profetas o jueces).
De este modo, la Escritura preserva claramente la unicidad de Dios, ya que nunca se presenta a Elohim como varias personas divinas coexistiendo, sino como un título que enfatiza la supremacía y majestad de Dios, y la autoridad que Él delega en otros.
En resumen, cuando leemos Elohim en la Biblia debemos entender que:
- En relación a Yahweh, significa Dios Supremo, Todopoderoso e incomparable.
- En relación a seres espirituales o humanos, significa autoridad o poder recibido de Dios.
Así, lejos de sostener la doctrina trinitaria, este uso variado de Elohim refuerza la verdad de que Dios es uno y su grandeza puede reflejarse en quienes Él respalda para cumplir sus propósitos.
La interpretación judía y rabínica de Elohim
Para comprender mejor el significado de Elohim, no basta con mirar el uso bíblico, sino también cómo lo entendieron los propios judíos a lo largo de la historia. Si bien los escritores del Antiguo Testamento nunca enseñaron una pluralidad de dioses ni de personas divinas, es importante ver qué dijeron los intérpretes judíos posteriores.
Los Targumes (traducciones arameas de la Biblia)
Cuando los judíos comenzaron a traducir las Escrituras al arameo (idioma común en tiempos de Jesús), usaron términos equivalentes a Dios único para Elohim.
Por ejemplo:
- En el Targum Onkelos, Génesis 1:1 traduce “En el principio creó Dios (Elohim)” con una forma singular, dejando claro que se refiere a un solo Creador, no a varios.
- En pasajes polémicos como Génesis 1:26 (“Hagamos al hombre…”), los Targumes explican que Dios hablaba con sus ángeles como testigos, pero la acción creadora es realizada únicamente por Dios mismo.
Esto muestra que, siglos antes de que surgiera la doctrina de la Trinidad, los judíos entendían Elohim como el único Dios verdadero.
El Midrash y la literatura rabínica
Los rabinos también dejaron comentarios sobre la aparente pluralidad de Elohim.
- En el Midrash Bereshit Rabá se enseña que cuando Dios dijo “Hagamos al hombre”, lo hizo como un rey que consulta con su corte, no porque existan varias divinidades, sino para enseñar humildad.
- Otros rabinos afirmaban que Elohim es plural porque contiene la plenitud de los atributos divinos (poder, justicia, misericordia), pero no implica varias personas en la Deidad.
Ningún rabino judío interpretó Elohim como una pluralidad de personas divinas, sino como el Dios único de Israel manifestando su grandeza.
Conclusión: El verdadero significado de Elohim y Eloah
Al estudiar detenidamente los términos El, Eloah y Elohim, comprendemos que la revelación bíblica nunca presenta a Dios como una pluralidad de personas, sino como el único y verdadero Dios que se manifestó en la historia de Israel y plenamente en Jesucristo. La variedad de nombres no implica diferentes deidades ni una división en la naturaleza divina, sino que resaltan atributos, majestad y soberanía del mismo Dios.
La palabra Elohim, aunque gramaticalmente plural, se aplica mayoritariamente con verbos y adjetivos en singular, lo que indica que se trata de una pluralidad intensiva o de grandeza, no de múltiples personas en la divinidad. Así, cuando Moisés declara: “Oye Israel, Jehová nuestro Dios [Elohim], Jehová uno es” (Deuteronomio 6:4), reafirma que la fe de Israel descansa en un solo Ser supremo.
Además, el uso de Elohim para referirse tanto al Dios verdadero como a falsos dioses demuestra que su pluralidad gramatical no debe interpretarse como pluralidad personal. El becerro de oro, Dagón o Baal también fueron llamados “Elohim”, aunque cada uno era un único ídolo. Esto confirma que el término, en sí mismo, no tiene una carga doctrinal trinitaria, sino contextual.
En última instancia, estos términos apuntan a la grandeza del Dios único, el mismo que se reveló como Jehová en el Antiguo Testamento y como Jesucristo en el Nuevo Testamento, donde la plenitud de la Deidad habita corporalmente (Colosenses 2:9). Conocer estas verdades no es solo un ejercicio académico, sino un llamado a reconocer y adorar al Dios verdadero con mayor reverencia y entendimiento.
Por tanto, al reflexionar en “Elohim y Eloah”, debemos recordar que detrás de cada término o cada título resplandece la misma realidad: Dios es uno, eterno, incomparable y glorioso, digno de toda nuestra fe, obediencia y adoración.