¿Cuál es el significa de Abba Padre en la Biblia?
Abba Padre, significado en Marcos 14:36; Romanos 8:15; Gálatas 4:6
¿Qué significa Abba Padre? En las Escrituras se usan muchos títulos diferentes para describir a Dios. Si bien todos los títulos de Dios son importantes de muchas maneras, este título es uno de los títulos más significativos de Dios para comprender cómo se relaciona con las personas.
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Abba Padre, ¿Qué significa?
La palabra Abba es una palabra aramea que significa “Padre”. Era un término común que expresaba afecto, seguridad y confianza. Significa la relación cercana e íntima de un padre y su hijo, así como la confianza infantil que un niño pequeño deposita en su “papá”.
Abba (ἀββα̂, G5), es una palabra aramea, que se halla en Marcos14:36; Romanos 8:15 y Gálatas 4:6. En la Gemara (comentario rabínico sobre la Misná, la enseñanza tradicional de los judíos) se afirma que los esclavos tenían prohibido dirigirse al padre de familia con este título.
Abba se aproxima a un nombre personal
Para comprender lo que significa Abba Padre, es importante comprender lo que significa Abba. Abba se aproxima a un nombre personal, en contraste a «padre», vocablo con el que siempre se halla unido en el NT. Esto es probablemente debido al hecho de que al haber llegado «abba» a convertirse en la práctica en un nombre propio, personal, los judíos de habla helénica añadieron la palabra griega pater del lenguaje que usaban comúnmente.
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Abba es la palabra formada por los labios de los niños de pecho
Abba es la palabra formada por los labios de los niños de pecho, e implica una confianza total; «padre» expresa un entendimiento inteligente de la relación. Las dos palabras juntas expresan el amor y la confianza inteligente del hijo.
Abba siempre va seguido de la palabra Padre en la Biblia
Abba siempre va seguido de la palabra Padre en las Escrituras, y la frase se encuentra en tres pasajes. Veamos estos tres pasajes para comprender lo que significa.
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En Marcos 14:36
En Marcos 14:36, Jesús se dirige a Su Padre como “Abba, Padre” en Su oración en Getsemaní.
En Romanos 8:15
En Romanos 8:15, se menciona en relación con la obra de adopción del Espíritu que nos hace hijos de Dios y herederos con Cristo.
En Gálatas 4:6
En Gálatas 4:6, nuevamente se menciona en el contexto de la adopción, el Espíritu en nuestros corazones clama: “Abba Padre”.
¿Qué significa Abba Padre?, Juntos significan doblemente la paternidad de Dios
Juntos, los términos enfatizan doblemente la paternidad de Dios. En dos idiomas diferentes, se nos asegura el cuidado de Dios por sus hijos.
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Los hijos de Dios tienen el derecho de llamarlo Abba Padre
Muchos afirman que todas las personas son “hijos de Dios”, pero la Biblia revela una verdad bastante diferente. Todos somos criaturas Suyas y estamos bajo Su autoridad y señorío, y todos serán juzgados por Él, pero el derecho de ser hijo de Dios y llamarlo “Abba Padre” es algo que solo tienen los cristianos nacidos de nuevo (Juan 1:12–13, Reina Valera).
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Cuando nacemos de nuevo (Juan 3:1–8), somos adoptados en la familia de Dios, redimidos de la maldición del pecado y hechos herederos de Dios (Romanos 8:17; Gálatas 4:7). Parte de esa nueva relación es que Dios ahora nos trata de manera diferente, como familia.
Es un cambio de vida entender lo que significa poder llamar al único Dios verdadero nuestro «Padre» y lo que significa ser coherederos con Cristo. Debido a nuestra relación con nuestro Padre, Él ya no nos trata como enemigos; en cambio, podemos acercarnos a Él con “valentía” (Hebreos 10:19) y en “plena certidumbre de fe” (Hebreos 10:22).
El Espíritu Santo “da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados” (Romanos 8:16–17).
Clamamos se esta forma porque somos hijos de Dios
Convertirse en un hijo de Dios es el más alto y el más humilde de los honores. Por eso tenemos una nueva relación con Dios y una nueva posición ante Él. En lugar de huir de Dios y tratar de ocultar nuestro pecado como lo hicieron Adán y Eva, corremos hacia Él, clamando: «¡Abba Padre!» y encontrar el perdón en Cristo.
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Ser un hijo adoptivo de Dios es la fuente de nuestra esperanza, la seguridad de nuestro futuro y la motivación para que “andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados” (Efesios 4:1). Ser hijos del Rey de reyes y Señor de señores nos llama a un estándar más alto, a una forma de vida diferente y, en el futuro, a “una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros” (1 Pedro 1:4).
Es un clamor íntimo
Cuando Jesús enseñó a Sus discípulos a orar, comenzó con las palabras Padre Nuestro. Hay mucho de verdad en esas dos palabras solas. El Dios santo y justo, que creó y sostiene todas las cosas, que es todopoderoso, omnisciente y omnipresente, no solo nos permite sino que nos anima a llamarlo “Padre”.
Que privilegio el nuestro. ¡Qué maravillosa gracia que Dios nos ame tanto, que Jesús se sacrifique por nosotros, y que el Espíritu Santo more en nosotros y provoque nuestro clamor íntimo de “¡Abba Padre!”, cuyo significado implica la relación íntima de padre e hijo.