Por: Rigoberto Gómez
“Acercaos a mí, oíd esto: Desde el principio no hablé en secreto; desde que eso se hizo, allí estaba yo; y ahora me envió Jehová el Señor, y su Espíritu” (Isaías 48:16)
DIOS ES ESPÍRITU
La teología trinitaria hace mención del versículo citado anteriormente para argumentar su postura sobre tres personas divinas que forman un solo Dios verdadero. Quien habla, para ellos es el Hijo (La segunda persona de la trinidad) y quienes lo envían son El Padre (Primera persona de la trinidad) y el Espíritu Santo (Tercera persona de la trinidad).
La Biblia nos declara que “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” (Juan 4:24); por tal razón, es que en Génesis 1:2 se nos dice que “…el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”, porque Dios es Espíritu y es Santo. Así que, cuando se dice “el Espíritu de Dios” nunca se hace referencia a otro ser o persona sino que Dios mismo es Espíritu y es quien se movía, en su esencia (Espíritu) sobre las aguas.
Sabemos que Dios, nuestro padre, “es Espíritu” y que la Biblia dice que “hay un Espíritu” (Efesio 4:4). A este Dios y Padre lo conocemos como Jehová en el Antiguo Testamento, el cual es Espíritu, y no es que estemos hablando de tres Espíritus, pues solo hay uno, por lo tanto, al hablar de Dios, Padre o Jehová hablamos de Ese Espíritu Eterno que se movía sobre la faz de las aguas. Jamás diríamos que son tres Espíritus ya que, como se menciona anteriormente, solo hay un Espíritu.
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Es una herejía enseñar que hay dos Espíritus en la Deidad, decir que Dios el Padre (Jehová) y su Espíritu son dos personas distintas significaría afirmar que hay dos Espíritus, algo contrario a lo que nos enseñan las sagradas escrituras.
JEHOVÁ, EL SEÑOR ES ESPÍRITU
La expresión “Jehová y su Espíritu” es similar a cuando decimos “un hombre y su alma”, y jamás pensaríamos que hay pluralidad de personas en el ser humano, sino que entendemos que el hombre es un alma viviente, tal como se dijo de Adán en Génesis 2:7 “y fue el hombre un alma viviente”. De igual forma, la expresión “Jehová el Señor y su Espíritu” tampoco significa que haya pluralidad de personas en Dios sino que Jehová el Señor es Espíritu, pues Jehová es Espíritu y hay un solo Espíritu.
Al pueblo de Israel se le dijo: “Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia…” (Deuteronomio 4:9). Esta expresión nunca la entendemos como una pluralidad de personas en el hombre, pues guárdate y guarda tu alma hace referencia a un solo ser humano. (También te puede interesar: La relación de Jesús con el Padre)
Lo mismo podríamos decir de las palabras del rico en una de las parábolas de Jesús al decir: “Y diré a mi alma, alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate” (Lucas 12:19). Nunca pensaríamos que hay una pluralidad de personas en el rico, pero sí entendemos que hablaba a su alma, y al mismo tiempo, comprendemos que el ser humano es un alma viviente. Jamás se dirigió a otra persona.
Así como un hombre puede mencionar su alma sin pensar que es otra persona, también Dios puede referirse a su Espíritu o esencia, pero no como otra persona distinta, pues Dios es Espíritu; sin embargo, muchos aceptan que el hombre puede hacer referencia a su alma sin pensar que hay dos o más personas en el ser humano, pero cuando se trata de Dios quieren interpretar de forma diferente al decir que hay pluralidad de personas en Dios.
La expresión Jehová el Señor se refiere al único Dios que nos enseña la Biblia, mientras que Espíritu se refiere a la esencia o naturaleza de nuestro Dios, así como también, a la obra que hace el Espíritu de Dios por medio del profeta. (También te invito a visitar la sección de Cristología)
Fue Dios quien habló a través del profeta por medio de su Espíritu, razón por la cual leemos: “Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente…” (Isaías 48:17). Podemos notar que es el profeta, inspirado por el Espíritu Santo de Dios, quien declara las palabras; por lo tanto, en el versículo 16 expresa “…me envió Jehová el Señor y su Espíritu”. Dios hablando a través de su Espíritu en el profeta, nunca se quiso dar a entender una pluralidad de personas en Dios.
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Lo anterior lo podemos notar como Dios, a través del profeta, declara que es “…el único Dios… el primero y el último… (Isaías 48:12). Es Dios quien habla, a quien en el versículo 16 se le llama Jehová el Señor, y se hace referencia a su esencia o naturaleza como Espíritu, por medio del cual actuó para hablar o declarar su palabra a través del profeta Isaías quien fue enviado para anunciar la profecía.
Recordemos que Espíritu Santo hace referencia a la esencia de Dios, la naturaleza de Dios, pues Dios es Espíritu y es Santo; sin embargo, también este título se usa para referirse a la forma en que Dios habita en medio de su pueblo o la obra que hace en su creación. Nunca se utiliza en el sentido de mostrar pluralidad de personas en Dios.
“Dios es Espíritu…” (Juan 4:24) y es Santo. Hay “…un Espíritu…” (Efesios 4:4) el cual es Dios, y ese Dios es nuestro Padre el cual es Espíritu. Ese padre lo conocemos como Jehová en el antiguo testamento, en el cual también encontramos muchas veces la expresión “el Espíritu de Jehová”, sin embargo jamás pensaríamos que hay dos Espíritus, pues Jehová (El Padre) es Espíritu y no hay otro.