Por: Arturo Arteaga Ruíz, Iglesia Pentecostal Unida del Perú, Filadelfia
Como pentecostales del nombre de Jesús tenemos los siguientes requisitos bíblicos que son aplicables a todas las personas que desean tener un liderazgo de excelencia:
Conversión
“Así que, arrepentíos y convertíos, para que sea borrados vuestros pecados y vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” (Hechos: 3. 19)
La conversión pasa por el hecho de renunciar a tres cosas importantes: Al Mundo, Al Pecado y Al Diablo. Cuando una persona hace esta decisión se dice que se ha convertido al Señor. Como pentecostales del nombre de Jesús, la conversión para por los siguientes pasos, o mejor dicho si una persona desea liderazgo lo primero que tiene que obedecer y experimentar son estos TRES PASOS FUNDAMENTALES:
A- Arrepentimiento:
Marcos: 1: 15 Cuando una persona tiene fe en Jesucristo y en su palabra, y llega a tener convicción contra el pecado, debe decidir entregar su vida a Jesucristo por medio del arrepentimiento, es decir confesar y pedir perdón a Dios por sus pecados y renunciar a las cosas del mundo.
El verdadero arrepentimiento pasa por al hecho de tener un verdadero cambio de vida y diferenciarnos de aquellos que viven en el mundo sin conocer a Dios.
B- Bautismo en el Nombre de Jesús (Hechos 2: 38)
Cuando una persona se ha arrepentido, debe bautizarse en el nombre de Jesús, porque es la única manera que sus pecados puedan ser perdonados, si una persona desea liderazgo espiritual debe bautizarse porqué no podrá ministrar o subir al altar de Dios.
Una persona que está en pecado o vive aún en el pecado no es digna de subir al altar de Dios el cual es SANTO, allí no puede morar el pecado, recordemos la historia de Moises y la zarza ardiente. Éxodo: 3: 6. El bautismo es el segundo pasos o peldaño en el proceso de la conversión. (Para más información sobre el bautismo puedes ir a la Sección de Bautismo en Agua en el Nombre de Jesús)
C- Recibir el Espíritu Santo Hablando en Nuevas Lenguas (Hechos: 1: 8)
El tercer punto importante en el proceso de la conversión de una persona es, recibir el Espíritu Santo.
El Espíritu Santo es importante porque las cosas que se realizan dentro de la iglesia son espirituales y la única manera de hacerlo exitosamente es por medio del Espíritu Santo.
La señal bíblica de recibir el Espíritu Santo es hablar en otras lenguas. Es el Espíritu Santo de Dios en una persona haciendo la obra y no la persona sola o independiente de Dios, porque el trabajo ministerial dentro y fuera de la iglesia es obra de Dios y no de hombres.
Estos tres pasos son la base bíblica fundamental para que toda persona pueda ser un pentecostal del nombre y obtener un liderazgo de excelencia y pueda ser usado grandemente por Dios. Estos requisitos fueron estipulados y decretados por el mismo Señor Jesucristo. Juan: 3: 3 – 5. (Puedes leer más sobre el Espíritu Santo en la sección de Don del Espíritu Santo y el Hablar en Lenguas)
Llenos del Espíritu Santo
“Y fueron todos llenos del Espíritu Santo…” (Hechos: 2: 4)
Una cosa es recibir el Espíritu Santo y otra cosa es ser lleno del Espíritu Santo, el poder de Dios en el cristiano. Muchas de las personas convertidas no han logrado ser exitosas en su vida cristiana no porque no hayan tenido talento, sino porque se descuidaron en ser llenos del poder de Dios.
El Espíritu Santo es importante porque nos da poder para lo siguiente:
– Para vencer nuestras tentaciones.
– Para vencer nuestra carne.
– Para vencer las cosas y deseos del mundo.
– Para vencer toda fuerza maligna del diablo y sus demonios.
– Para discernir las escrituras bíblicas puesto que estas se han de discernir espiritualmente. I Corintios: 2. 14
– Para llegar a ser personas espirituales y no actuar humanamente o carnalmente. Gálatas: 6: 1
– Para tener discernimiento espiritual entre lo que es de Dios y lo que no lo es.
I Juan: 4: 1
– Para que ser salvos y no nos suceda lo de las cinco vírgenes insensatas, que por descuidar su aceite (Símbolo del Espíritu Santo) no se fueron con el esposo.
Consagración y Santificación
“Sed santos, porque escrito esta: Sed santos porque yo soy santo” I Pedro: 1: 21
La palabra santificación se deriva de la palabra SANTIDAD o SANTO, que significa: Separado o apartado para las cosas santas.
La consagración pasa por el hecho de tener una vida distinta a los incrédulos, es decir cambio en nuestra manera de hablar, en nuestra manera de vestir, cambio en nuestras acciones u obras, cambio en todo el sentido de la palabra y diferenciarnos del mundo en todo aspecto. I Tesalonicenses: 4: 7 – 8
Oración y Ayuno
“Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno” Marcos: 9: 29 (También te puede interesar: Pasos Prácticos para Ayunar)
Hemos señalado anteriormente que la obra de Dios no se debe hacer humanamente, que es algo espiritual y necesitamos el poder del Espíritu Santo, pero este estudio sería incompleto si dijéramos que basta con el Espíritu Santo.
Para que el Espíritu Santo de Dios pueda hacer lo que desea hacer en medio de este mundo pecador, la persona que desea tener un liderazgo exitoso debe ser un hombre de oración y ayuno, bastante oración y ayunar lo mas que pueda; son las llaves del éxito para que el poder de Dios se mantenga verdaderamente encendido en la vida de un líder. La oración y el ayuno son dos herramientas poderosas que Dios nos ha dejado para ser victoriosos. (Puedes leer el Artículo: El Poder de la Oración)
Lideres que son flojos para orar y viven en su carne porque no les gusta ayunar, en lugar de haber fuego en sus vidas, serán solamente “humo y cenizas” de lo que es el verdadero poder de Dios.
Los líderes de éxito han sido, son y serán aquellos hombres que oran y ayunan, más allá de sus conocimientos, fuerzas y gustos personales. Esforcémonos por ser hombres y mujeres de oración y ayuno. (Si te ha gustado el artículo puedes visitar la sección de Liderazgo Cristiano Pentecostal)