MOVIMIENTO DE SANTIDAD

¿EN QUÉ CONSITÍA EL MOVIMIENTO DE SANTIDAD?

Es importante saber en qué consistía el Movimiento de Santidad, pues al estudiar la historia del pentecostalismo, nos daremos cuenta que Charles Fox Parham era un metodista formado con la doctrina del movimiento de santidad y con estudiantes que profesaban la misma enseñanza. 

El Movimiento de Santidad surgió a mediados del siglo XIX entre las iglesias protestantes de los Estados Unidos de Norteamérica. También se le llamó la doctrina de la completa santificación y, de igual forma, estuvo íntimamente ligada a la doctrina de la perfección cristiana, la cual tenía relación con una experiencia posterior a la conversión. 

Juan Wesley, predicador del siglo XVII en Inglaterra, promulgó esta doctrina desde casi un siglo antes del surgimiento del Movimiento de Santidad, por lo tanto, fue un despertar de los principios fundadores del metodismo ya que los metodistas habían abandonado la enseñanza de la completa o entera santificación.

Esta doctrina enseña que un pecador que pone su fe en Jesús y cree, se convierte y justifica, y recibe perdón de pecados; sin embargo es todavía dominado por su naturaleza pecaminosa y debe buscar la entera santificación.

La obra de Dios purifica sus motivos, deseos y pensamientos, conservando su capacidad de pecar, pero su naturaleza heredada por Adán deja de ser una fuente de tentación. Es decir, que se hace énfasis en un proceso constante de santificación hasta alcanzar la perfección cristiana. Se debía buscar dos experiencias con Dios llamadas las obras de la gracia: La Conversión y la Santificación. La naturaleza carnal puede ser limpiada por la fe y el poder del Espíritu Santo. 

El movimiento de Santidad relacionó la entera santificación con el bautismo del Espíritu Santo, no la asociaron directamente con el hablar en lenguas, a pesar de que algunos de ellos lo habían experimentado al igual que los metodistas anteriormente. 

El movimiento de santidad tenía un enfoque un poco diferente. La naturaleza pecaminosa no podía ser erradicada en esta vida, pero por medio del Espíritu Santo, Dios da el poder para superar la influencia pecaminosa. Esto también se conoce como la santidad de Keswick debido al nombre de una parroquia donde se enseñó esta doctrina. Se debía tener ser lleno del Espíritu Santo para tener poder en el servicio cristiano, dar frutos y vivir en el Espíritu, comenzando a utilizar la terminología bautizados con el Espíritu Santo.

Tanto el pensamiento metodista de Juan Wesley como la santidad de Keswick, hicieron énfasis en una vida de santidad (Si gustas puedes leer el artículo La Santidad Conviene a tu Casa), los primeros querían erradicar la naturaleza pecaminosa y los otros someter la naturaleza pecaminosa por medio del poder del Espíritu Santo. Ambos animaban a buscar el bautismo del Espíritu Santo. 

Había un deseo ardiente de volver al pentecostés, se quería ver la restauración de los dones espirituales como la profecía, la santidad y los milagros. Se comenzó a buscar el bautismo del Espíritu Santo, pero sin asociarlo con el hablar en lenguas

Al conocer lo antes expuesto, nos damos una idea del ambiente que se vivía para el año 1900, cuando Charles Fox Parham inicia el colegio bíblico Betel en Topeka, Kansas. 

Para continuar leyendo sobre la influencia del Movimiento de Santidad puedes seguir El Avivamiento en la Calle Azusa

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