Historia de las primeras organizaciones pentecostales
Desde 1901 hasta 1907 el movimiento Pentecostal recibió su liderazgo de Charles Parham. En agosto de 1906 se vio el primer iniciativo de Parham por organizar el movimiento, nombrando W.F. Carothers como Director General de los Estados Unidos y Howard Goss como el Director’ Regional del estado de Texas.
Después, Parham fue arrestado por una ofensa moral, y la estructura organizacional se desmoronó y Goss renunció de su cargo. Sin embargo, Goss se mantuvo como líder entre los Pentecostales.
A partir de 1907 hasta 1914 estableció iglesias en Texas, Arkansas y evangelizó en Arkansas, Kansas, Illinois e Iowa. Predicó en la Misión de la Avenida Norte donde pastoreaba William H. Durham, aceptando el mensaje de Durham sobre la “Obra Consumada del Calvario.” Howard Goss tal vez fue el eje principal en la organización del Concilio General de las Asambleas de Dios en 1914.
En 1910 hizo un arreglo con C.H. Mason para obtener licencias ministeriales con su organización, la Iglesia de Dios en Cristo, para propósitos de legalización. En 1912 conoció a H.G. Rollers y su grupo de Alabama solicitándoles su apoyo. Este grupo fungió bajo el nombre de “La Iglesia de Dios” sin saber que había otra iglesia ubicada en el estado de Tennessee del mismo nombre. Este grupo se unió con la Iglesia de Dios en Cristo en 1912, reteniendo ese nombre.
En 1913 convenció a E.N. Bell y D.C.O. Opperman a convocar una conferencia para formar una organización para los Pentecostales. En esta conferencia que se celebró en Hot Springs, Arkansas donde Howard Goss fue el pastor, se vio la organización de las Asambleas de Dios. Goss, Bell y Opperman fueron escogidos entre otros como oficiales de la nueva organización. Es importante recordar que el mensaje del bautismo en el Nombre de Jesús todavía no había sido revelado en forma general a los Pentecostales.
La primera división doctrinal enfrentada por el movimiento Pentecostal vino cuando William H. Durham comenzó a predicar lo que llegó a ser denominada la “Doctrina de la Obra Consumada.” Antes, las iglesias habían creído que la santificación era una “obra segunda” después de la conversión.
Una experiencia aparte de la conversión inicial. Durham llegó a entender el acto de la santificación como parte de la conversión inicial, que subsecuentemente se desarrolla a través de toda la vida cristiana. O sea que la persona al convertirse se santifica y luego perfecciona la santidad en el temor de Dios.
Para el año 1912 los ministros Pentecostales independientes casi en su mayoría habían aceptado la enseñanza de Durham. Las Asambleas de Dios, y después La Iglesia Pentecostal Unida, fueron organizadas por ministros creyentes en la Doctrina de la Obra Consumada.
La segunda doctrina que amenazó con dividir el movimiento Pentecostal tuvo su comienzo en 1913 en el Campamento Mundial de Arroyo Seco cerca de Los Angeles, California. Mientras ministraba en un culto de bautismo, el evangelista R.E. McAlister hizo hincapié en que la Iglesia en el libro de los Hechos siempre bautizó en el Nombre de Jesucristo y no usando la fórmula tradicional, “En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.” Su observación causó inquietud en muchos ministros Pentecostales, entre ellos Frank Ewart.
Durante los siguientes meses, Ewart escudriñó la Biblia para encontrar lo que le parecía como una contradicción entre el mandamiento de Jesús en Mateo 28: 19 y la fórmula empleada por la Iglesia en el Libro de los Hechos. Notó sin excepción que 1er. fórmula bautismal administrada en Los Hechos era “en el nombre de Jesucristo” o “en el nombre del Señor Jesús” (Hechos 2:38; 8:16; 10:48; 19:05; 22:16).
Es más, encontró que las referencias al bautismo en agua en las epístolas apoyaron la fórmula apostólica y no la fórmula tradicional. Para la primavera de 1914, Ewart llegó a 1a conclusión que el “nombre” singular de Mateo 28: 19 es el nombre de Jesús. Llegó a creer que el único Dios verdadero que se había revelado como Padre, en el Hijo, y por el Espíritu Santo era nada menos que el mismo Jesucristo. Usó, para apoyar su tesis a Colosenses 2:9, cita que consta que en Jesús habita toda la plenitud de la Deidad.
Ewart explicó este descubrimiento a otros ministros Pentecostales y algunos rechazaron su enseñanza, pero otros lo abrazaron con entusiasmo. El 15 de abril de 1914, Ewart rebautizó a Glen A. Cook, su asistente y un evangelista veterano de la Misión de Calle Azusa en el nombre de Jesucristo, y Cook luego rebautizó a Ewart. Este hecho solitario puso en marcha una disputa que tuviera por fin dividir el movimiento Pentecostal entre los Trinitarios y los del Nombre de Jesús, o Unicitarios (Para mayor información de esta doctrina ver el artículo La Unicidad de Dios).
Existen pruebas que Parham usó la fórmula del Nombre de Jesús tan temprano como el año 1903 y otros señalan que el Hno. A.D. Urshan, padre del Hno. Nataniel Urshan, Superintendente de la IPU Internacional, empleó el Nombre de Jesús al bautizar en el año 1910, sin embargo, no llegó a ser una disputa hasta que Frank Ewart comenzó a rebautizar a Pentecostales en el Nombre de Jesucristo. Se nota que la disputa no era tanto sobre usar el Nombre de Jesús, sino en el hecho de rebautizar los ya bautizados.
Después de ser rebautizados, Frank Ewart y Glen Cook rebautizaron a miles usando la fórmula del Nombre de Jesús. Pentecostales de la Costa Pacifica venían a la Iglesia de Ewart ubicada en Belvedere, California para ser bautizados en el Nombre de Jesús. Glen Cook, quien había llevado el mensaje Pentecostal a los estados centrales de los Estados Unidos en 1907, volvió a Oklahoma, Missouri e Indiana en enero de 1915 predicando el bautismo en agua en el nombre de Jesucristo. Rebautizó a cientos de Pentecostales trinitarios en el Nombre de Jesús. Rebautizó a Garfield Thomas Haywood y cerca de 500 miembros de la iglesia que el pastoreó en Indianapolis, Indiana.
La gira exitosa de Cook causó alarma entre los líderes de la recién formada Asamblea de Dios. E.N. Bell, J.R. Flower y Howard Goss los líderes de las Asambleas de Dios denunciaron lo que fue denominada la “Disputa nueva.” Escribiendo en la edición de Palabra y Testigo del 17 de julio de 1915, Flower expresó su opinión que la doctrina disputada era una novedad que pronto desaparecería por sí sola. Bell había expresado la misma opinión en la edición del 12 de junio de la misma revista. Pero para la mitad del año 1915 sus esperanzas fueron destrozadas. En efecto, para cuando se celebró el concilio general en St. Louis, Missouri en octubre de 1915, parecía como que la organización de las Asambleas de Dios en su totalidad aceptaría el bautismo en el Nombre de Jesús.
«Aun más espantoso fue el rebautizo de E.N. Bell durante un campamento en Jackson, Tennessee en agosto de 1915. Acompañándole se bautizaron muchos otros ministros, entre ellos H.G. Rogers y cientos de santos. No mucho después Howard Goss fue rebautizado por E.N. Bell en una conferencia en el estado de Arkansas.
Al convenirse el concilio general de las Asambleas de Dios entre la lista de líderes prominentes que habían sido rebautizados se incluye a EN. Bell, Howard Goss, Frank Ewart, Glen Cook, G.T. Haywood, H.G. Rogers, R.E. McAlister, D.C.O. Operman, George B. Studd, Harvey Shearer, L.C. Hall, B.F. Lawrence, Harry Van Loon, L.V. Roberts, y Frank Small.
Casi todos los hermanos del Canadá aceptaron el mensaje del Nombre. Había doce ministros en Louisiana; todos aceptaron el mensaje de Hechos 2:38. Muchos ministros trinitarios temían que el mensaje “Solo Jesús” llegaría a ser la posición doctrinal de las Asambleas de Dios.
La mayoría de los ministros de las Asambleas de Dios todavía creían en usar la fórmula tradicional, pero se tenía que actuar con mucho tacto, ya que tantos de los líderes habían abrazado la fórmula del Nombre de Jesús. La “disputa nueva” fue discutida en el concilio general de 1915. E.N. Bell y G.T. Haywood fueron escogidos para argumentar a favor del bautismo en el Nombre de Jesús, mientras que A.P. Collins y Jacob Miller presentaron el punto de vista de la fórmula tradicional “en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo»
No se tomó una determinación sobre el bautismo en agua en el concilio general de las Asambleas de Dios de 1915. Fue el sentir de todos que urgía un tiempo de oración y mayor estudio sobre el asunto. Es significante, sin embargo, que todos los líderes Unicitarios del presbiterio ejecutivo fueron reemplazados por trinitarios confirmados. Los Trinitarios querían más tiempo para solidificar su posición e intentaron imponer un período de silencio a los proponentes del bautismo en el Nombre.
Durante el transcurso del año antes del próximo concilio el liderazgo de J. W. Welch, J.R. Flower y M.M. Pinson reconquistaron exitosamente a algunos ministros para la Trinidad. Su victoria más importante era lograr que E.N. Bell rechazara el bautismo en el Nombre de Jesús a favor de la Trinidad. Solo se puede suponer porque Bell, después de haber recibido semejante entendimiento del bautismo en el Nombre, lo negara.
Cuando se llevó a cabo el concilio de las Asambleas de Dios en St. Louis, Missouri en octubre de 1916, la mayoría de sus integrantes se habían unido para forzar a los hermanos Unicitarios ó a aceptar la Trinidad ó a salir de la organización. Los líderes formaron un comité para confeccionar una “Afirmación de Verdades Fundamentales.” Esta afirmación abrazó la tradición de Mateo 28: 19 y la creencia en la doctrina de la Trinidad haciéndolas obligatorias para ser ministro de las Asambleas de Dios.
A pesar de las protestas de los miembros Unicitarios que proclamaron la Afirmación de Verdades Fundamentales una violación de los estatutos de la organización (los estatutos decían que la Biblia era su único credo y rechazaba la formulación de cualquier credo o afirmación de fe fuera de la Biblia) cada artículo pasó por mayoría de votos. El concilio encargó a los oficiales responsables de la renovación de las cédulas de confraternidad a velar para asegurar conformidad con la nueva Afirmación de Verdades Fundamentales.
La aceptación de esta Afirmación por las Asambleas de Dios en efecto forzó la salida de una cuarta parte de los ministros de la organización. Un total de 156 ministros Unicitarios se levantaron y salieron del concilio mientras otros 429 ministros Trinitarios cantaron la doxología a la Santísima Trinidad.
Se pararon en el pasillo no sabiendo que hacer, pero de repente Dios le dio uno de los ministro una porción de la Biblia hallada en Isaías 66:5, que dice: “Oíd palabra de Jehová, vosotros los que tembláis a su palabra: Vuestros hermanos que os aborrecen, y os echan fuera por causa de mi nombre, dijeron: Jehová sea glorificado. Pero él les mostrará para alegría vuestra, y ellos serán confundidos.” «Dios le había dada la oportunidad a las Asambleas de Dios para aceptar la verdad de su palabra, pero lo rechazaron».
PRIMERAS ORGANIZACIONES PENTECOSTALES UNICITARIAS
Dos meses después de su salida de las Asambleas de Dios los ministros Unicitarios tomaron medidas para organizarse. Un grupo grande de ministros se reunieron en Eureka Springs, en el estado de Arkansas para tal propósito. Comenzaron la sesión de negocios a las 2:30 de la tarde el día 2 de enero de 1917. Eligieron oficiales y procedieron a escoger un nombre para la nueva organización.
Asamblea General de las Asambleas Apostólicas
Es extraño, pero en esta reunión no hubo mención directa al bautismo en el Nombre de Jesús, ni tampoco de la Unicidad de Dios. Los presentes creían firmemente estas dos verdades bíblicas, pero actuaban con cautela de no atacar a otros ministros que no lo creían.
EI nombre escogido fue “Asamblea General de las Asambleas Apostólicas.” Sus primeros oficiales eran: Presidente, D.C.O. Opperman; Secretario, Lee Floyd; Tesorero, Howard Goss. Esta organización duro solamente un año.
Unión de Asamblea General de las Asambleas Apostólicas y Las Asambleas Pentecostales del Mundo
En enero de 1918, la Asamblea General de las Asambleas Apostólicas se unió con las Asambleas Pentecostales del Mundo. Las Asambleas Pentecostales del Mundo era un grupo pequeño localizado mayormente en la Costa Pacífica que se había organizado en la última parte de 1914.
En efecto fue una reorganización de las Asambleas Pentecostales del Mundo con nuevos oficiales: Presidente General, C.W. Doak: Secretario, D.C.O. Opperman; Tesorero, Howard Goss. En enero de 1919 la sede de esta organización se trasladó de Portland, Oregón a Indianápolis, Indiana.
Por unos años esta organización racialmente integrada funcionó bien, pero cerca de 1921 surgió la tensión racial en sus filas. Hubo abusos de ambos lados hasta que por fin se dividieron en 1924. Los ministros blancos se retiraron a formar una organización blanca, pero para el fin de 1925 habían formado tres distintas organizaciones.
Tres Grupos de Organizaciones Pentecostales Formadas por Blancos
Sería importante notar aquí que las Asambleas de Dios no sufrieron grandes problemas raciales, ya que en aquel entonces era un grupo constituido en su mayoría por ministros blancos.
En febrero de 1925 un grupo de ministros blancos se reunieron en Jackson, Tennessee formando la Alianza Ministerial Pentecostal. Escogieron como presidente a J.C. Hall y como secretario-tesorero a Howard Goss.
Posteriormente en 1932 el nombre de esta organización fue cambiado a la Iglesia Pentecostal, Incorporada. Muchos ministros creyendo que la Alianza Ministerial Pentecostal solo era una alianza para ministros y que no reconocía suficientemente el estado de la iglesia se reunieron en Houston, Texas en octubre de 1925 formando la Iglesia Emanuel de Jesucristo con W.T. Lyons como presidente; G.C. Stroud como secretario; y O.F. Fauss como el tercer miembro de la Junta. En febrero y noviembre de 1925 el tercer grupo se organizó bajo el nombre, Iglesia Apostólica de Jesucristo.
Las Primeras Fusiones y Uniones Pentecostales
Sin embargo la mayoría de los ministros no estaban de acuerdo con las divisiones entre los Unicitarios. Desde el principio se hicieron muchos intentos por unirse de nuevo. Algunos fracasaron, otros se llevaron a cabo exitosamente. La primera unión se vio en 1928 entre la Iglesia Emanuel de Jesucristo y la Iglesia Apostólica de Jesucristo, empleando el nombre Iglesias Apostólicas de Jesucristo. El presidente electo fue O.R. Fauss. EI hermano Fauss se murió hace muchos años, pero su hijo todavía es pastor en Houston, Texas.
La siguiente unión se llevó a cabo en 1932. Las Iglesias Apostólicas de Jesucristo se unieron con las Asambleas Pentecostales del Mundo creando una iglesia racialmente integrada otra vez. La nueva organización se denominó, las Asambleas Pentecostales de Jesucristo (AP de J).
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