La Buena Parte: Una elección entre Marta y María (Bosquejo para predicar)
Este “Bosquejo para predicar de Marta y María” nos lleva de inmediato a la hermosa historia relatada en Lucas 10:38-42, donde encontramos a dos hermanas que representan dos actitudes muy comunes en la vida cristiana: Marta, afanada y preocupada con muchos quehaceres, y María, sentada a los pies de Jesús, atenta a su Palabra. Este pasaje no solo describe un encuentro en la aldea de Betania, sino que se convierte en una poderosa lección espiritual que debemos aplicar en nuestra vida diaria.
En esta entrada de blog te compartiré un bosquejo amplio, detallado y profundamente reflexivo sobre Marta y María, que puede servir tanto para predicar como para estudiar personalmente. El tema central es “La Buena Parte”, esa elección de María que Jesús resaltó como necesaria y eterna.
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La buena parte que no será quitada (Bosquejo para predicar de Marta y María)
I. Introducción: Dos hermanas, dos actitudes
A. El contexto del pasaje
Jesús se encontraba en uno de los tramos más importantes de su ministerio: el viaje hacia Jerusalén. En ese trayecto, Lucas destaca encuentros significativos que no aparecen en otros evangelios, como este con Marta y María. La aldea donde ocurre la escena es Betania, situada a unos tres kilómetros de Jerusalén, al otro lado del monte de los Olivos. Este lugar se convirtió en un punto de descanso para Jesús, ya que allí tenía amigos cercanos (Marta, María y Lázaro).
La hospitalidad en la cultura judía era una virtud muy apreciada. Recibir a un huésped, y más aún a un maestro, implicaba preparar comida, atender con respeto y brindar seguridad. En ese contexto, la reacción de Marta tiene sentido: ella está cumpliendo con lo que socialmente se esperaba de una buena anfitriona. Pero lo que parece normal a los ojos humanos, Jesús lo transforma en una enseñanza eterna.
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B. Marta: La anfitriona afanada
Marta representa a aquellas personas que desean agradar, pero que terminan atrapadas en la trampa del activismo. Su intención era buena: servir al Maestro con lo mejor. Sin embargo, su servicio se convirtió en una carga porque lo hizo desde la preocupación y no desde la comunión.
Aquí encontramos una verdad importante: cuando servimos sin primero sentarnos a los pies de Jesús, el servicio se convierte en peso. El corazón se llena de quejas, de comparaciones, y hasta de frustración contra Dios mismo.
Marta es el reflejo de muchos creyentes de hoy que aman al Señor, pero que viven con la agenda saturada: trabajo, iglesia, familia, compromisos… y en medio de todo ello, dejan poco espacio para escuchar al Maestro.
C. María: La oyente atenta
María rompe con el esquema cultural de su tiempo. En la sociedad judía, las mujeres no eran consideradas alumnas formales de un rabino, pero María decide colocarse a los pies de Jesús, la postura de un discípulo. Ella eligió lo que parecía ilógico: en lugar de estar en la cocina con su hermana, decidió recibir alimento espiritual.
Lo sorprendente es que Jesús no la reprende, sino que la valida. Con esto, el Señor rompe paradigmas religiosos y culturales: el Reino de Dios no excluye a nadie del privilegio de aprender directamente de Él.
María entendió algo que muchos olvidan: las oportunidades de estar con Jesús son únicas y no se deben desperdiciar. El servicio puede esperar, pero la Palabra de vida eterna no puede ser postergada.
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D. El conflicto inevitable
La diferencia de prioridades genera tensión. Marta, agobiada, reclama directamente a Jesús, mostrando que su servicio había perdido gozo. Este conflicto revela una verdad práctica: cuando no pasamos tiempo en la presencia de Dios, el corazón se amarga fácilmente.
La respuesta de Jesús no fue un desprecio a Marta, sino un acto de amor correctivo:
- Reconoce su esfuerzo, pero le muestra que estaba enfocada en lo secundario.
- Exalta la decisión de María como ejemplo eterno.
- Declara que la “buena parte” elegida por María sería un tesoro imperecedero.
II. El conflicto y la enseñanza de Jesús
A. La queja de Marta
Marta llega al punto de interrumpir la enseñanza de Jesús. Su queja revela tres errores comunes:
- Se siente sola en su servicio: “Mi hermana me dejó sirviendo sola”. Cuando servimos sin comunión, sentimos que todo recae sobre nosotros.
- Acusa indirectamente a Jesús: “¿No te importa?”. Esto muestra cómo la ansiedad puede distorsionar nuestra percepción del amor de Dios.
- Pretende dar órdenes al Maestro: “Dile que me ayude”. Cuando estamos turbados, tratamos de que Dios se ajuste a nuestra voluntad en lugar de rendirnos a la suya.
B. La respuesta de Jesús
- La repetición del nombre: “Marta, Marta”. En la Biblia, cuando un nombre se repite, indica afecto y a la vez un llamado serio de atención (ejemplo: “Saulo, Saulo”, “Abraham, Abraham”). Jesús muestra ternura, pero también urgencia: Marta necesitaba corregir su enfoque.
- La raíz del problema: “Estás inquieta y turbada”. Jesús no critica el servicio, sino la actitud interna. El problema no es hacer mucho, sino hacerlo con un corazón lleno de ansiedad. Aquí aprendemos que la mayor batalla está en el interior, no en las circunstancias externas.
- La verdad revelada: “Solo una cosa es necesaria”. Jesús pone orden en las prioridades. Muchas cosas parecen importantes, pero solo una es vital: buscar al Señor y escuchar su Palabra. Todo lo demás se acomoda cuando lo principal ocupa su lugar.
- La validación de María: “María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada”. Jesús honra la decisión de María, enseñando que lo espiritual tiene un valor eterno que ninguna circunstancia puede arrebatar. Ni el tiempo, ni los problemas, ni la muerte pueden quitar el tesoro de la comunión con Cristo.
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III. Lecciones para la vida del creyente
El pasaje de Marta y María no es simplemente una anécdota familiar. Es un espejo espiritual en el que cada creyente puede verse reflejado. Jesús no descalifica el servicio de Marta, pero sí recalca que el mayor valor de la vida cristiana está en escoger lo eterno por encima de lo pasajero. A continuación veremos tres grandes lecciones prácticas para nuestra vida:
A. El peligro de los afanes
Los afanes no son solo las ocupaciones externas, sino la inquietud interior que éstas producen cuando se convierten en nuestro centro. Jesús advirtió en varias ocasiones sobre los afanes de la vida (Mateo 6:25-34; Marcos 4:19), mostrando que pueden ahogar la fe y la Palabra de Dios.
- Responsabilidades legítimas que se vuelven estorbo
Marta estaba sirviendo, y servir es correcto. El problema no fue su servicio, sino el desorden de sus prioridades. Cuando lo secundario toma el lugar de lo principal, lo bueno puede convertirse en enemigo de lo mejor.- Ejemplo práctico: trabajar para sostener a la familia es correcto, pero cuando el trabajo desplaza totalmente el tiempo con Dios, con la familia o con la iglesia, termina siendo un ídolo moderno.
- El exceso de actividades produce ansiedad
La sociedad actual nos empuja a vivir acelerados: múltiples compromisos, agendas saturadas, la presión de producir, responder mensajes, cumplir plazos… El corazón se llena de estrés y frustración. Y aunque Marta servía a Jesús, su espíritu estaba turbado.- Reflexión: ¿Cuántas veces servimos en la iglesia, en ministerios, en proyectos, pero lo hacemos con un corazón agotado, lleno de quejas y comparaciones? Eso revela que estamos sirviendo desde la carne y no desde la comunión.
- Podemos servir sin disfrutar de la presencia
Este es uno de los mayores peligros: estar tan ocupados “trabajando para el Señor” que nos olvidamos de “estar con el Señor”. Como Marta, podemos pensar que lo más importante es hacer, pero Jesús nos recuerda que lo más importante es ser en Su presencia.- Alguien dijo: “Si el diablo no puede detenerte con el pecado, intentará distraerte con el activismo”.
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B. El valor de la comunión
María nos enseña el secreto de una vida abundante: sentarse a los pies de Jesús. La comunión con Cristo no es pérdida de tiempo, es inversión eterna.
- Estar con Jesús es lo más importante
María pudo haber ayudado en la cocina, pero discernió que ese momento era único: tener al Maestro en casa. Comprendió que las oportunidades de escuchar a Jesús eran irrepetibles. Así también, cada día que dejamos pasar sin buscar al Señor, perdemos un momento irrepetible de encuentro con Él.- Ejemplo bíblico: Moisés pasaba tiempo en el monte con Dios, y su rostro resplandecía (Éxodo 34:29). La comunión transforma nuestra vida de adentro hacia afuera.
- La Palabra fortalece el alma más que cualquier actividad
Jesús dijo en Mateo 4:4: “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. María entendió que escuchar a Jesús alimentaba su espíritu mucho más que preparar una buena comida.- Ejemplo práctico: puedes pasar horas en redes sociales y terminar vacío, pero unos minutos de oración y lectura de la Palabra pueden darte paz y dirección para todo el día.
- La verdadera paz y gozo nacen de la intimidad con Cristo
No se trata de hacer menos cosas, sino de hacerlas con el corazón lleno de la presencia de Dios. El fruto de la comunión es un gozo constante que no depende de las circunstancias.- Jesús lo dijo en Juan 15:5: “Separados de mí, nada podéis hacer”. La vida espiritual solo florece cuando estamos conectados a la Vid verdadera.
C. La “buena parte” es eterna
Jesús concluye su respuesta con una declaración trascendental: “María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada”. Aquí encontramos la esencia del discipulado.
- Lo material es pasajero
La comida que Marta preparaba se acabaría, las tareas se repetirían al día siguiente, y las responsabilidades siempre volverían. Pero lo que María recibió en ese momento —la Palabra de vida— quedaría grabado en su corazón para siempre.- Reflexión: ¿Cuántas de nuestras preocupaciones actuales tendrán valor dentro de 5 años? La mayoría son temporales. Pero cada minuto invertido en la presencia de Dios tiene valor eterno.
- La comunión con Jesús permanece para siempre
Jesús promete que lo espiritual no puede ser arrebatado. Los bienes materiales pueden perderse, la salud puede deteriorarse, los amigos pueden fallar, pero la presencia de Cristo en el corazón es un tesoro incorruptible.- Ejemplo bíblico: María de Betania aparece en otro pasaje (Juan 12:3) derramando perfume a los pies de Jesús. Lo que había recibido antes en intimidad la llevó luego a un acto de adoración suprema.
- Elegir a Cristo primero asegura un tesoro eterno
Cuando decidimos priorizar a Cristo, no estamos perdiendo tiempo: estamos acumulando riquezas espirituales en el cielo (Mateo 6:20). La buena parte es el tesoro de la Palabra sembrada en el corazón, el gozo de su presencia y la certeza de que nadie podrá quitarnos lo que hemos recibido.- Aplicación: Podrás perder oportunidades humanas, reconocimiento social o logros materiales, pero nunca perderás lo que has guardado en Cristo.
IV. Aplicación práctica
Un sermón no solo debe exponer la verdad, sino también llevar a la acción. El encuentro de Jesús con Marta y María nos invita a evaluar nuestras prioridades y a tomar decisiones concretas. Veamos cómo aplicar este pasaje a nuestra vida diaria:
A. Preguntas de reflexión
- ¿A qué se parece más mi vida: a Marta o a María?
- Si soy como Marta, puedo estar ocupado en cosas legítimas, pero corriendo el riesgo de perder la paz y el gozo. Vivo con ansiedad, corriendo de un lado a otro, sirviendo quizás en la iglesia, pero sin tiempo para estar con el Señor.
- Si soy como María, busco tiempos de silencio, disfruto escuchar la voz de Dios y pongo lo eterno por encima de lo urgente.
- ¿Qué afanes me están distrayendo de lo esencial?
- Puede ser el trabajo, el deseo de éxito, las preocupaciones familiares, las redes sociales, las deudas o los compromisos. No siempre son cosas malas, pero si absorben nuestro corazón, se convierten en enemigos de nuestra intimidad con Dios.
- Jesús dijo en Mateo 13:22 que los afanes de la vida y el engaño de las riquezas ahogan la Palabra. Preguntarnos cuáles son nuestros “afanes” es el primer paso para recuperarnos.
- ¿Estoy dispuesto a reorganizar mis prioridades para escoger la mejor parte?
- María tuvo que tomar una decisión consciente: dejar la cocina y sentarse a los pies de Jesús. Eso seguramente significó enfrentar críticas, incomprensiones y hasta la molestia de su hermana. Pero valió la pena.
- Nosotros también debemos hacer elecciones: apagar el teléfono, decir “no” a algunas actividades, levantarnos más temprano, ajustar nuestra rutina para dar espacio a lo eterno.
B. Llamado a la acción
- Dedica un tiempo diario para estar con Dios
No se trata de cantidad de horas, sino de calidad de encuentro. Cinco minutos sinceros de oración y lectura con el corazón abierto pueden cambiar un día entero.- Haz del tiempo con Dios una cita fija e innegociable. Así como tienes horarios para el trabajo o para comer, establece horarios para orar.
- Pon límites a los afanes
Marta no se dio cuenta de que podía delegar, simplificar o incluso dejar algunas cosas sin hacer. Muchas veces nosotros nos cargamos de cosas que no son realmente necesarias.- Ejemplo práctico: no es necesario revisar el celular cada 5 minutos. No es obligatorio llenar la agenda con actividades. No es imprescindible vivir con ansiedad.
- Equilibra servicio y comunión
Jesús no condena el servicio, lo que Él señala es el desorden en las prioridades. Marta representa el servicio, María la comunión. El creyente maduro es aquel que combina ambas cosas: sirve con excelencia, pero con el corazón lleno de la presencia de Dios.- Primero estar con Jesús, luego trabajar para Jesús. Primero sentarnos a sus pies, después levantarnos para servir con amor.
- Deja que la presencia y la Palabra transformen tu corazón
La buena parte no es solo conocimiento, es transformación interior. Un corazón de María es un corazón sensible, humilde y lleno de amor. Esa transformación es la que impacta a otros mucho más que nuestras actividades.
V. Una cosa es necesaria
La frase de Jesús a Marta es el centro del mensaje: “Una sola cosa es necesaria”. Aquí encontramos la esencia de la vida cristiana.
A. Lo que creemos necesario, pero no lo es
Muchas veces pensamos que lo necesario es:
- Tener estabilidad económica.
- Tener reconocimiento social.
- Tener éxito en la vida.
- Cumplir con todas las expectativas de los demás.
Pero Jesús revela que nada de eso es lo verdaderamente necesario. Todas esas cosas pueden ser útiles, pero no son esenciales para el alma.
Lo esencial es estar en contacto con el Señor, vivir en comunión con Él y escuchar su voz.
B. El corazón de María: discernir lo eterno
María representa a quienes saben discernir entre lo urgente y lo importante, entre lo pasajero y lo eterno. Ella entendió que:
- El plato de comida pasaría, pero la Palabra permanecería.
- El servicio podía esperar, pero la presencia de Jesús era un regalo único.
- El verdadero éxito no está en impresionar a los hombres, sino en agradar al Maestro.
Discernir lo eterno es la mayor sabiduría que un creyente puede alcanzar.
C. Los beneficios de escoger la buena parte
- Descanso interior
Jesús prometió descanso a los cansados y cargados (Mateo 11:28-30). Cuando elegimos la buena parte, encontramos alivio para el alma. - Fortaleza espiritual
La Palabra de Dios nos alimenta y nos da fuerzas para enfrentar las pruebas. Lo que recibimos en intimidad nos sostiene en los momentos de crisis. - Un gozo que no depende de las circunstancias
La buena parte produce un gozo permanente, que no depende de los éxitos humanos ni de la aprobación de los demás.
D. Aplicación
- Una sola cosa es necesaria: no vivir de afanes, sino de la presencia de Dios.
- Escoger la mejor parte: buscar a Cristo cada día como lo más importante.
- Nadie te la quitará: lo que recibes de Jesús en intimidad es un tesoro eterno.
Marta y María representan dos caminos que todos podemos tomar cada día. El llamado de Jesús es claro: elige la buena parte, porque no te será quitada.
VI. Marta y María como espejo de nuestra vida
Este pasaje no es simplemente una anécdota familiar, es un espejo espiritual en el cual cada creyente puede mirarse. Marta y María no son solo dos mujeres del primer siglo; son dos actitudes, dos estilos de vida, dos caminos que se abren ante nosotros cada día.
A. Marta: símbolo de la actividad sin descanso
- El espíritu de activismo
- Marta representa al cristiano que vive corriendo, siempre ocupado, siempre con “algo pendiente”. Su problema no era el servicio, sino la ansiedad que lo controlaba.
- El peligro del activismo es que nos engaña haciéndonos creer que por hacer mucho estamos agradando a Dios, cuando en realidad podemos estar vacíos por dentro.
- El cansancio del alma
- Marta estaba “afanada y turbada” (Lucas 10:41). Es decir, su corazón estaba dividido y su mente agitada.
- Muchos creyentes hoy se identifican con Marta: sirven en la iglesia, trabajan duro, cumplen con deberes familiares, pero internamente viven agotados, sin paz ni descanso en el Señor.
- El activismo religioso
- A veces Marta refleja al creyente que hace de la religión una rutina: reuniones, actividades, responsabilidades… pero sin la frescura de la presencia de Cristo.
- Jesús no nos llamó a una vida de carga, sino a un yugo fácil y una carga ligera (Mateo 11:28-30).
B. María: símbolo de la devoción verdadera
- El corazón hambriento
- María escogió sentarse a los pies de Jesús. Esto muestra un corazón que reconoce dónde está la verdadera fuente de vida.
- Su hambre espiritual la hizo detenerse en medio de lo cotidiano para recibir lo eterno.
- La postura de humildad y entrega
- Sentarse a los pies del Maestro era la postura del discípulo frente a su maestro. María reconocía que ella necesitaba aprender, recibir y ser transformada.
- Esta humildad es clave: el que reconoce su necesidad es el que puede ser lleno.
- La búsqueda prioritaria
- María entendió que no siempre tendría a Jesús en casa. Cada oportunidad de escucharlo era un tesoro.
- Así también nosotros debemos valorar cada momento de oración, de Palabra, de adoración, como un regalo único.
C. El equilibrio necesario
- Ni solo Marta ni solo María
- El creyente maduro entiende que ambas actitudes son necesarias: servicio y devoción.
- La clave está en el orden: primero estar con Jesús, luego servir a Jesús.
- El servicio vacío produce cansancio; la comunión verdadera produce servicio con gozo.
- Marta servía, pero estaba frustrada.
- María escuchaba, y eso le daría fuerza para servir después con alegría.
- La lección eterna
- Jesús nos enseña que la raíz de toda vida cristiana fructífera es la intimidad con Él. Sin raíz, no hay fruto; sin comunión, el servicio pierde sentido.
VII. Aplicaciones modernas del pasaje
La historia de Marta y María no se quedó en Betania. Hoy sigue siendo actual, porque el problema de las prioridades es universal. Veamos cómo aplicarlo en nuestra vida moderna:
A. La vida familiar
- El afán de proveer vs. el llamado a pastorear el hogar
- Muchos padres y madres, en su deseo de dar lo mejor a sus hijos, pasan más tiempo trabajando que instruyendo espiritualmente.
- Se esfuerzan por pagar escuelas, ropa y comodidades, pero descuidan la oración en familia, la lectura bíblica y el ejemplo cristiano.
- El altar familiar olvidado
- Como Marta, se corre de un lado a otro para servir, pero se olvida lo esencial: enseñar a los hijos a amar a Dios.
- Un hogar puede tener abundancia material, pero si no tiene la presencia de Cristo, carece de lo necesario.
B. La vida ministerial
- Servir sin comunión
- Pastores, líderes y servidores pueden caer en el error de Marta: trabajar duro en la obra, pero sin alimentarse de la Palabra y la oración.
- El resultado es un ministerio cansado, mecánico y sin unción.
- El equilibrio del ministerio saludable
- Un líder debe ser primero un discípulo a los pies de Jesús. El que no aprende a estar con Dios en privado, difícilmente podrá dar vida en público.
- Hechos 6:4 es un modelo: “Nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra”.
C. La vida personal
- Las distracciones modernas
- Redes sociales, entretenimiento, trabajo excesivo, estudios, preocupaciones, noticias… todo compite por nuestra atención.
- Hoy más que nunca necesitamos disciplina espiritual para escoger la mejor parte.
- El consumismo y el afán de éxito
- Vivimos en una cultura que nos impulsa a correr detrás de logros, títulos, dinero o reconocimiento.
- Pero al final, nada de eso llena el alma. Solo Cristo es el pan de vida (Juan 6:35).
- El desafío del silencio
- En un mundo ruidoso, aprender a callar y escuchar a Dios se convierte en un acto contracultural.
- María nos enseña que es posible detenerse y dedicar tiempo al Maestro, aun cuando todo alrededor pide correr.
VIII. Conclusión (Bosquejo para predicar de Marta y María)
El relato de Marta y María no es simplemente un recuerdo histórico, sino un mensaje eterno que golpea nuestra realidad actual. Cada día nos enfrentamos a la misma elección:
- Vivir como Marta: afanados, turbados, llenos de actividades, pero con un corazón vacío.
- Vivir como María: atentos a la voz de Jesús, priorizando lo eterno sobre lo pasajero.
A. La buena parte: lo eterno sobre lo temporal
Jesús declaró que solo una cosa es necesaria: estar con Él, escuchar su voz, vivir en su presencia. Esa es la buena parte que María escogió, y que nadie podría quitarle.
Todo lo demás pasa, pero lo que Cristo siembra en el alma permanece para siempre.
B. Llamado a reorganizar prioridades
Este pasaje es un llamado urgente a revisar nuestra vida:
- ¿Estoy corriendo de un lado a otro como Marta, olvidando mi comunión con Dios?
- ¿Estoy dispuesto a detenerme y sentarme a los pies de Cristo, aunque eso implique renunciar a algunas cosas?
- ¿Dónde está mi tesoro: en lo pasajero o en lo eterno?
C. Decisión final
La invitación de Jesús es clara: escoge la buena parte. No se trata de abandonar el trabajo ni el servicio, sino de asegurarnos que lo más importante sea Cristo mismo.
Si Cristo es el centro, todo lo demás encuentra su lugar.
Espero que este bosquejo para predicar de Marta y María te sea de utilidad y bendición para tu vida. Jesucristo te bendiga.