Por: Felipe Chicas, Génesis 32:1-7
SERMÓN SOBRE EL MIEDO O TEMOR
Predica sobre el miedo, no tengas temor
Hoy en día hay muchas personas que están atemorizadas por todas las cosas que están sucediendo, y no es en vano, pues en realidad da espanto, temor, ver las ciudades abandonadas, los negocios, hasta las iglesias, los centros espirituales, las sinagogas, los templos cristianos, ciudades paralizadas.
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Esto ha traído mucho temor a muchas personas que están angustiadas, hay temor ir a las tiendas, acercarnos a otras personas y es por esto que quiero compartir esta enseñanza bajo el tema no tengas temor.
EL TEMOR AL SEÑOR
Hay dos tipos de temor, el primero es el temor al Señor,no hablamos de miedo sino de una reverencia a Dios por su poder y su majestad. Es cuando reverenciamos, reconocemos la grandeza, la majestad de Dios y nos impulsa a tener una reverencia, un respeto porque nuestro Dios no es cualquier Dios.
Nuestro Dios es conocido como Dios de dioses y Señor de Señores, este temor es un conocimiento de todo lo que Dios es. Es el cual viene cuando conocemos sus atributos, grandeza, conocemos que es omnisciente, omnipotente, todo poderoso, es cuando tenemos este conocimiento de que el es omnisciente, es decir, que todo lo conoce. La palabra no está en nuestra boca y él ya las conoce.
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Dios también es conocido como omnipotente, es decir, que para él todo es posible. Este conocimiento nos infunde un temor, pero el temor al Señor nos lleva a grandes bendiciones. Los años que no tuve el temor de Dios en mi corazón, son los años en los cuales no encuentro nada positivo en mi vida, mas bien mi vida iba de mal en peor, y veía un futuro desastroso para mí.
Pero cuando empecé a caminar en los caminos del Señor, y el temor de Dios vino a mi vida, desde entonces he podido ver como mi vida ha sido como la senda del justo, de aumento en aumento hasta que el día es perfecto. Es por esto que desde mi propia experiencia el temor de Dios trae bendición a nuestra vida.
Hay una preciosa escritura en Proverbios 19:23 “El temor de Jehová es para vida, y con él vivirá lleno de reposo el hombre; no será visitado del mal”
El temor de Jehová nos lleva a la vida, nos da bendición, y con el vivirá lleno de reposo el hombre, es decir, tiene seguridad, tranquilidad porque sabe que está sirviendo a un Dios que es todo poderoso y por eso dice la escritura que no será visitado del mal.
TORRE FUERTE ES NUESTRO DIOS
Proverbios 18:10 «Torre fuerte es el nombre de Johová; a él correrá el justo, y será levantado»
Es decir, cuando el temor de Dios está en nosotros, él viene a ser nuestro escudo, nuestro refugio, nuestra torre fuerte, nuestra ciudad amurallada. Podemos estar tranquilos porque sabemos que tenemos a un Dios que sabe cuidar de los suyos, a un Dios que sabe velar por nosotros.
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Por esta razón, en tiempos como estos, el pueblo de Dios debe de vivir confiado, debe estar tranquilo, sabiendo que Dios tiene el control. Si él ha permitido que esto acontezca es una llamada de advertencia a todas las naciones, no solamente a los incrédulos sino también al pueblo de Dios para que nos acerquemos más a él y el temor de Dios habite en nosotros.
Y repito, cuando este temor está en nuestra vida, él se convierte en todo para nosotros, él es nuestro refugio, él es nuestra ciudad amurallada, es nuestra torre fuerte, y en él podemos descansar tranquilamente porque sabemos que Dios tiene el control de todo.
Hay otra escritura en el Salmo 112:1 «Bienaventurado sea el hombre que teme a Jehová, y en sus mandamientos se deleita en gran manera», es decir, que el hombre que se deleita en Jehová será alabado, bienaventurado.
Y la promesa es que «su descendencia será poderosa en la tierra; la generación de los rectos será bendita. Bienes y riquezas hay en su casa, y su justicia permanece para siempre». ¿No le da gozo saber de esta preciosa promesa que encontramos aquí?. El que tiene el temor de Dios debe estar tranquilo porque tiene una preciosa promesa de Dios, porque en tiempos difíciles que estamos viviendo, nuestro Dios tiene el control.
Entonces podemos decir que vale la pena tener a nuestro Dios, vale la pena reverenciar su nombre, admirarlo, reconocerlo en todos nuestros caminos, por eso es que en nuestra iglesia fomentamos mucho el temor a Dios.
Les enseñamos a los niños, adolescentes, a los jóvenes, a los que recién llegan a los caminos del Señor. Habrá quienes digan que somos demasiados estrictos pero allí está la clave para la bendición de Dios y el Señor toma cuidado de nuestras necesidades aún en los momentos más adversos. Este es el primer temor, el temor del Señor.
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El segundo temor es el temor o miedo a algo o a alguien, es un temor contrario al temor a Dios, porque el temor al Señor nos lleva a confiar en que nuestra salvación viene de él y no de nosotros mismos, es decir, saber que él cuidará de nosotros.
Jesús lo dijo al decir, en el evangelio de Mateo, que por qué debemos de preocuparnos del qué debemos de comer o vestir y nos reta al decir mirad las aves, la hierba del campo, quién es el que las alimenta, quien cuida de ellas. Hablándonos de Dios del cuidado especial que él tiene con cada uno de nosotros.
Ahora cuando nosotros tenemos temor de Dios, entonces podemos confiar plenamente en él como lo dice el salmista en salmo 121:1-2 «Alzaré mis ojos a los montes: ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra»
Hoy querido hermano, querida iglesia, es tiempo de levantar nuestra mirada al cielo y decir tu eres nuestro amparo, tú eres nuestra fortaleza. Ese es el temor de Dios pero nos lleva a confiar que aunque nuestra situación sea difícil e imposible nuestro Dios es poderoso para guardarnos y ayudarnos a obtener la victoria.
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Y la situación no se ve fácil afuera cuando usted viaja y camina por las calles, maneja y las mira desoladas, realmente hay razones para estar atemorizados, la vida de todos corre peligro. Este virus no es algo que respeta edad, pues ya se está comprobando que no solo las personas de edad corren peligro, también se está comprobando que también los jóvenes, pero nosotros necesitamos tener nuestra confianza en Dios y decir Señor yo se que usted sabrá cuidar de nosotros.
EL SEGUNDO TEMOR: MIEDO A ALGO O ALGUIEN
El segundo temor o miedo a algo o alguien es algo diferente, porque esta clase de temor nos lleva a la angustia. El temor del Señor nos lleva a la paz, a estar tranquilos, a esperar en Dios, en sus promesas, en su soberanía, en su provisión, pero el temor a alguien o algo, nos lleva a la angustia, al miedo, a la cobardía, desesperación, derrota, fracaso.
Cuántas personas no se sienten deprimidas, ya hay ciertos medios de comunicación trayendo ciertos consejos para tratar de alentar los ánimos de las personas porque han caído en pánico, en depresión, atemorizadas y esta clase de temor se puede convertir en un espíritu de miedo en la persona.
Cuando el espíritu de miedo se apodera de la mente y el corazón de una persona hay que tener cuidado, no podemos como el pueblo de Dios permitir que ese espíritu de temor se apodere de usted. Muchos tienen temor al fracaso, muchas personas no hacen lo que Dios les ha enviado a hacer porque tienen temor a fracasar
Tal es el caso de los diez espías cuando fueron enviados a la tierra prometida y toda aquella generación que quedó postrada en el desierto, lo que los llevo al fracaso cuando aquellos diez hombres dijeron, contrario a lo que dijeron Josué y Caleb, la tierra es buena pero los moradores son gente alta gigantes, las ciudades fuertes amuralladas, imposible de poderlas conquistar y todo el pueblo se desanimó, por diez hombres toda una nación se desanimó y quisieron volver a Egipto y todos quedaron postrados en el desierto por el temor por el miedo.
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No tenga usted temor, no podemos dejar que el miedo se apodere de nuestros corazones, si hay gigantes, sí hay ciudades amuralladas, hay cosas imposibles, pero para el hombre porque para nuestro Dios nada es imposible.
Hay quienes tienen miedo al fracaso, otros a la enfermedad o la muerte, hoy en día hay muchas personas atemorizadas en pánico por la pandemia que esta afligiendo a muchas personas pero el pueblo de Dios no puede temer a estas cosas, usted no puede dejarse que el temor venga a usted y se apodere de su corazón de sus pensamientos
Es lógico que tengamos temor, como algunas personas que no quieren saludar a alguien, temor de ir a ciertos lugares. Escuché de alguien que dijo no quiero ni salir de la casa porque tengo miedo de contagiarme de eso pero esto ya es dejarse dominar por ese espíritu de temor.
Tenemos que tener la confianza, esta bien que como pueblo sabio del temor debemos tomar las medias de prevención, estoy totalmente de acuerdo. De hecho yo estoy en mi casa por recomendaciones para guardarme después del viaje, no puedo exponer a otras personas.
Hay que tomar las prevenciones, lavarnos las manos, un saludo cordial de lejos esta bien, hay que obedecer las autoridades o recomendaciones que dan los científicos los médicos pero por nada caer en el pánico, no permita que el pánico se apodere de usted, no diga Dios mío que va a pasar si yo me enfermo.
Habrá hermanos que quizás se puedan enfermar. Si llegara a suceder eso hay que confiar que poderoso es Dios para guardarnos y sacarnos de eso. No hemos venido escuchando la voz de Dios en los últimos veinte años que las cosas vendrán de mal en peor, no ha escuchado muchas predicaciones que no hay cosas buenas que nos esperan adelante.
Si analizamos la historia, del año 2000 al 2020, en estos veinte años cuantas cosas malas y cuantas cosas han cambiado en el mundo, la vida nos cambio después de los atentados terroristas, la vida nos va a cambiar después de este virus las cosas no van a ser igual.
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Quiera el Señor que pronto pase todo esto, pero las cosas no se ven bien, van a venir cosas peores, a veces decimos que todo va a estar bien, pero las cosas van a ir empeorando, pero esto no es el fin, y esto no es para atemorizarnos, hay que mantener nuestra mirada a lo alto, arriba.
Así que arriba con esos ánimos, hay que echar fuera el temor, esa inseguridad, cuando le toque salir al trabajo, a la tienda porque necesita ir a comprar algo, usted cúbrase con la sangre del cordero, diga en tu nombre voy a ir, evitar las salidas innecesarias, las cosas que no necesitamos hacer, pero cuando vaya, vaya con la seguridad que la presencia de Dios va a estar guardándola y protegiéndola en dondequiera que vaya.
Las cosas van a ir de mal en peor, la Biblia dice que cuando digan paz y seguridad vendrá destrucción repentina. En los meses de noviembre, diciembre, las grandes potencias decían que tenían una economía al máximo, que las cosas iban bien que todo venia marchando bien que tenían prosperidad económica, que la economía iba a flote, que esta iba a ser un año de grandes éxitos.
Las empresas se prepararon para triplicar las ganancias, pero muchos están temblando y pensando que lo van a perder todos porque la Biblia dice que cuando digan paz y seguridad vendrá destrucción repentina.
Realmente esto nos debe enseñar que no estamos seguros en este mundo, que en cualquier momento las cosas pueden cambiar. Y hay una escritura en el libro de Daniel que dice que Dios cambia los tiempos y las estaciones y Dios ha cambiado todo pero a pesar de todo eso Grande es nuestro Dios y que él está en control.
(Puedes ir a la sección de predicaciones pentecostales escritas)
Los tiempos pueden cambiar, las edades pueden cambiar, pero el pueblo tiene que decir que el Señor está en su templo sentado en su trono. Aquel que confía en Dios no debe entrar en pánico no debe entrar en temor en miedo necesitamos tener nuestra confianza bien firme en él.
Porque él ha prometido liberarnos de la hora de prueba que ha de venir sobre este mundo. En el libro de Apocalipsis 3:10 déjeme recordar esa escritura que estudiábamos cuando les mencionaba que la iglesia del Señor no va a pasar por la gran tribulación y eso es una promesa que está allí bien marcada en la palabra del Señor cuando dice por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero para probar a los que moran sobre la tierra.
Esta es un hora de prueba que el mundo está enfrentando, Dios ha permitido esto para probar a los moradores de la tierra pero la promesa para usted y para mí es por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, si usted le ha sido fiel al Señor.
Ahora allí está el problema, cuando quieren reclamar la promesa del Señor y no le han sido fieles y han estado claudicando en dos pensamientos, no han tenido una vida firme en las cosas de Dios, y ahora sí quieren clamar a Dios.
Pero hermanos ahora es el tiempo en el que podemos ver que aquellos que le son fieles a Dios van a ser guardados porque esta es la palabra que nos dice el Señor por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia yo también te guardaré a la hora de la prueba.
Estamos en la hora de prueba y el Señor guardará a sus hijos, pero no se llene de temor, no se llene de pánico no se llene de miedo.
¿CÓMO ENFRENTÓ EL TEMOR JACOB?
Ahora he dicho todo esto para resumirlo en el pasaje que leímos.
El pasaje que leímos nos narra la historia de cuando Jacob se encontró con su hermano Esaú. Muchos años antes Esaú y Jacob habían tenido un problema porque Jacob, aunque ya Esaú le había vendido la primogenitura a él, Jacob le hizo una trampa lo engañó y le robo la primogenitura.
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En el momento cuando Esaú le vendió la primogenitura no le importó pero en el momento preciso cuando se trató de la bendición allí si le importó porque Esaú se lleno de coraje de mucha ira y juró diciendo de que llegaría el momento de que él iba a matar a su hermano Jacob
Y por esta razón Jacob se fue donde su familia en Haran huyendo de su hermano Esaú, muchos años después Jacob vuelve por mandato de Dios que le dice que tiene que volver a la ltierra de su nacimiento.
Inevitablemente Jacob tiene que encontrarse con su hermano porque tiene que morar en la misma tierra y envía una comisión delante de él en Edóm y que le digan a Esaú que él ha regresado pero que él no viene a reclamar su herencia, ni derechos porque Dios ha estado con el y que Dios lo ha bendecido.
Por esto en la escritura que leímos en el versículo 5 le dice tengo vacas, asnos, ovejas, siervos, siervas, ¿Por qué razón manda a decir eso? Porque con esto le dice yo no vengo para que me des mi parte d emi herencia, no vengo para pedirte o quitarte algo que nuestro padre te dio a ti. Dios me ha bendecido solo te hago saber que he regresado a esta tierra.
Entonces cuando los mensajeros regresan le dice vimos a tu hermano y él mismo se ha levantado y viene a recibirte, pero hay una palabra que a Jacob le da gran temor cuando estos hombres le dicen y viene acompañado de cuatrocientos hombres.
Jacob se desmoralizó y se llenó de temor porque sabía que Esaú había jurado que le iba a matar, y Jacob tenía toda razón. Que pensaría usted si uno de sus enemigos viene a usted una persona que ha jurado que le iba a quietar la vida y viene con cuatrocientos hombres y estoy seguro que venían armados.
Entonces por eso es que la escritura dice que Jacob tuvo gran temor, en otras palabras se espantó. Dios mío que voy a hacer, miro a su lado, a su alrededor, su familia, pensó en sus hijos, sus mujeres, sus cosas y por eso fue que dividió el campamento en Dos, porque él dijo si Esaú ataca alguno quizás el otro tenga la oportunidad de escapar.
Pero hay algo que hizo Jacob, estaba poseído por un espíritu de miedo de espanto de temor que se había apoderado de su corazón, se turbó el patriarca, estaba temeroso, pensó en su familia mujeres hijos y el temor nos tiende a aislarnos porque Jacob se qeudó solo.
El temor nos aísla hace que nos olvidemos de las promesas de Dios, de nuestra confianza en Dios pero en es e momento de confusión y apoderado de un gran temor este hombre hizo algo que me llama mucho la atención y es algo que todos nosotros necesitamos hacer.
En el verso 9 de Génesis 32 él ora a Dios e invoca al Dios de sus padres y al Dios que le había hablado en Haran y le dijo vuelve a tu tierra, pero mire la actitud, una actitud humilde, sencilla, con temor, con reverencia en el verso 10 dice menor soy que todas las misericordias y todas la verdad que has usado para con tu siervo.
El se puso como un siervo y que era algo tan insignificante que todas las misericordias y dijo: recuerdo que con mi cayado pase este jordan y ahora me has bendecido que estoy en medio de dos campamentos. Como diciendo pero lo puedo perder todo, y le dice líbrame ahora de la mano de mi hermano de la mano de Esaú porque le temo. No venga acaso y me hiera la madre con sus hijos
Líbrame esa debe ser la oración ahora, meditando en lo que Dios nos ha dado. Ahora cuando la economía se está poniendo mal, las cosas, nuestra vida corre peligro, hay que decir Líbranos guárdanos, no eramos nada pero por tu gracia hemos llegado a ser pueblo suyo, una nación santa, real sacerdocio, ahora líbranos de nuestros enemigos.
Y luego dice el verso 12: «y tu has dicho yo te haré bien y tu descendencia será como la arena del mar que no se puede contar por su multitud» esa fue la clave del éxito. Cuando Esaú llegó donde estaba Jacob la cosa fue diferente. Esaú cuando llegó en vez de desenvainar la espada y sacarla contra su hermano, abrió sus brazos y los extendió para abrazar a su hermano.
Dios le dio la victoria a Jacob cuando este se humilló, el temor desapareció. Si usted sigue leyendo la historia va a encontrar que tuvo una lucha tremenda con un ángel y el resultado fue que Dios lo bendijo en una manera muy especial que hasta su nombre le cambió. Esta va a ser la clave para que nosotros podamos vencer en estos tiempos de inseguridad.
Así que a manera de conclusión le invito a que nos sacudamos de todo temor, de todo miedo, de toda preocupación de todo espanto, de toda ansiedad, depresión. No permita que estas cosas se apoderen de su corazón.
Si usted esta preocupado de que puede contraer ese virus, esa enfermedad mortal piense que Dios lo va a guardar no piense lo peor piense que Dios lo va a guardar. Si tiene temor de que va a perder su trabajo confíe en las promesas de Dios que si lo pierde que Dios es poderoso para abrir otra puerta y darle otro mejor.
Si tiene temor de que la economía se va a poner mal, posiblemente sí se ponga mal, pero Dios sabe cuidar a su pueblo, así que no piense en lo negativo piense en la grandeza de nuestro Dios porque el amor, la confianza en Dios hecha fuera el temor.
No piense que se va a enfermar porque con una tos ya va a decir que ya está contaminado. No piense lo peor déjese poseer por un espíritu de optimista, de valentía y diga no en el nombre del Señor no voy a perder mi trabajo, mi familia estará a salvo y voy a pasar esta prueba que ha venido sobre toda la tierra.
En lugar de estar viendo noticias negativas noticias que solamente hablan de muerte piense que la mano del Señor será para bien para cada uno de nosotros yo lo declaro yo lo confieso en este día en el nombre del Señor Jesucristo.
El señor ha prometido estar con nosotros como poderoso gigante y todo lo que necesitamos hacer es levantar nuestros ojos y mirar hacia el cielo, a los montes, echar fuera todo temor, preocupación y tener confianza en nuestro Dios
Obedeciendo, cuidando, tomando las medidas pero no dejando que el temor se apodere de usted, vamos a vencer ese temor, pronto un día va a pasar todo esto, vendrá la paz, la tranquilidad, la alegría una vez mas nuestros niños, saldrán libremente a jugar a los parques; pero piense en lo mejor y lo mejor esta delante de Nosotros y Dios se va a glorificar en aquellos que han decidido confiar en él.