Bosquejo sobre David y Goliat

Bosquejo para predicar sobre David y Goliat

Texto base: 1 Samuel 17

El relato de David y Goliat es una de las historias más conocidas de la Biblia, cargada de enseñanzas prácticas para la vida cristiana. Este pasaje no solo narra una victoria impresionante, sino que también nos invita a reflexionar sobre temas como la fe, la valentía, la obediencia y el poder de Dios. A continuación, exploraremos esta historia en detalle, mediante un bosquejo sobre David y Goliat, dividiendo el tema en varios puntos clave.

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I. El contexto del enfrentamiento

El capítulo 17 de 1 Samuel presenta un conflicto entre los filisteos y los israelitas. Los filisteos, un enemigo constante del pueblo de Israel, habían reunido a su ejército para la batalla en el valle de Ela. Goliat, un guerrero filisteo de casi tres metros de altura, se presentó como el campeón de su pueblo y desafió a los israelitas:

“Escoged de entre vosotros un hombre que venga contra mí. Si él pudiere pelear conmigo y me venciere, nosotros seremos vuestros siervos; y si yo pudiere más que él y lo venciere, vosotros seréis nuestros siervos y nos serviréis” (1 Samuel 17:8-9).

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Goliat representaba no solo una amenaza física, sino también un desafío espiritual. Durante cuarenta días, intimidó a los israelitas, quienes estaban llenos de temor. Este contexto subraya la falta de fe y valentía en el ejército de Israel.

Lección: En la vida cristiana, enfrentamos «gigantes» que desafían nuestra fe y nos llenan de temor. Estos pueden ser problemas personales, dudas o ataques espirituales. ¿Cómo respondemos cuando estamos frente a un desafío aparentemente invencible?.

II. La elección inesperada de David

David, un joven pastor, era el menor de los hijos de Isaí. Cuando fue enviado por su padre a llevar provisiones a sus hermanos que estaban en el frente de batalla, escuchó el desafío de Goliat. A diferencia de los soldados israelitas, David no se intimidó. Su respuesta fue clara:

“¿Quién es este filisteo incircunciso, para que provoque a los escuadrones del Dios viviente?” (1 Samuel 17:26).

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David no confiaba en su propia fuerza, sino en el poder de Dios. Aunque su hermano Eliab lo criticó y el rey Saúl dudó de su capacidad, David recordó cómo Dios lo había protegido en el pasado:

“Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará de la mano de este filisteo” (1 Samuel 17:37).

Lección: Dios no elige a los capacitados, sino que capacita a los elegidos. Lo que importa no es nuestra fuerza, sino nuestra disposición a confiar en Él.

III. La preparación y el arma de David

Antes de enfrentarse a Goliat, Saúl intentó armar a David con su propia armadura, pero David rechazó este equipamiento:

“No puedo andar con esto, porque nunca lo practiqué” (1 Samuel 17:39).

En lugar de depender de armas humanas, David tomó cinco piedras lisas y su honda. Esto simboliza su total dependencia de Dios y no de los recursos terrenales.

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Lección: Cada creyente tiene herramientas únicas dadas por Dios para enfrentar los desafíos. No debemos tratar de imitar a otros, sino usar lo que Dios nos ha provisto.

IV. La batalla y la victoria

David enfrentó a Goliat con valentía, declarando:

“Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado” (1 Samuel 17:45).

Con una sola piedra lanzada con su honda, David derribó a Goliat y lo mató. Este acto demostró que la batalla pertenece a Dios y que su poder es superior a cualquier fuerza humana.

Lección: La fe genuina en Dios puede derribar cualquier gigante. No se trata de nuestras habilidades, sino de nuestra dependencia total de Él.

V. Aplicación práctica del bosquejo sobre David y Goliat

El relato de David y Goliat nos enseña cómo enfrentar los gigantes en nuestra vida:

  • Identificar a nuestros gigantes: Pueden ser temores, inseguridades, problemas financieros, enfermedades o ataques espirituales.
  • Confiar en el poder de Dios: Recordar que Él es fiel y todopoderoso.
  • Usar nuestras herramientas espirituales: La oración, la Palabra de Dios y la fe son nuestras armas principales.
  • Mantener una perspectiva eterna: La victoria de David apunta a una verdad más grande: Jesucristo, nuestro Salvador, ya ha vencido al mayor enemigo, el pecado y la muerte.

VI. Conclusión sobre el bosquejo de David y Goliat

Este bosquejo sobre la historia de David y Goliat no es solo una narración de valentía, sino un recordatorio del poder de Dios que actúa a través de aquellos que confían en Él. Enfrentar nuestros gigantes no es fácil, pero con fe en Dios, podemos superar cualquier obstáculo.

“Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos” (1 Samuel 17:47).

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