Cuáles son los 9 dones del Espíritu Santo en la Biblia (Explicados)
Introducción: Un llamado a no ignorar los dones espirituales
En 1 Corintios 12:1-11, el apóstol Pablo presenta un tema fundamental para la vida cristiana: los 9 dones del Espíritu Santo. Estos dones son manifestaciones sobrenaturales del Espíritu otorgadas a los creyentes para la edificación del cuerpo de Cristo. Lamentablemente, muchos cristianos desconocen su funcionamiento, su propósito y la manera correcta de operarlos dentro de la iglesia. Por esta razón, Pablo comienza su enseñanza diciendo: «No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales« (1 Corintios 12:1).
Este estudio bíblico tiene como propósito explicar de forma clara y bíblica los dones mencionados en 1 Corintios 12. Cada uno de ellos representa una expresión del poder de Dios actuando en los miembros del cuerpo de Cristo, para bendición, dirección, sanidad, fortalecimiento y consuelo del pueblo de Dios.
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Los dones espirituales en 1 Corintios 12:1-11
Los 9 dones del Espíritu Santo, también conocidos como los nueve dones espirituales, son otorgados por la voluntad de Dios y operan bajo Su soberanía. No se originan en el esfuerzo humano ni en la inteligencia, sino que proceden directamente del Espíritu Santo para cumplir un propósito específico dentro del plan de Dios para la Iglesia.
Estos dones no solo deben ser reconocidos, sino también comprendidos y usados en reverencia y orden, tal como enseña la Escritura. Pablo deja claro que los dones no deben ser motivo de confusión ni de desorden, sino instrumentos para la edificación, exhortación y consolación del pueblo de Dios.
Importancia de conocerlos
Estudiar los dones espirituales no es un lujo opcional para el creyente, sino una necesidad. Es vital escudriñar lo que la Biblia enseña sobre estos dones, especialmente en 1 Corintios 12, para que podamos entender cómo operan, cuál es su propósito y cómo deben manifestarse dentro de la congregación.
Recordemos que los dones espirituales son habilidades sobrenaturales otorgadas por Dios. No son talentos naturales, ni habilidades adquiridas por experiencia o estudio. Por voluntad divina, cada creyente puede recibir uno o varios dones para contribuir a la edificación del cuerpo de Cristo. Por tanto, conocerlos, desearlos y entender su función nos ayudará a cooperar con el Espíritu Santo en la edificación de la Iglesia, siempre en obediencia y temor de Dios.
¿Qué se necesita para recibir los dones del Espíritu?
Antes de desear los dones espirituales, de los cuales hablamos en este estudio bíblico, es fundamental tener claro que estos solo pueden manifestarse en aquellos que han nacido de nuevo. La Biblia enseña que el nuevo nacimiento ocurre al ser regenerados por el agua y el Espíritu (Juan 3:5). Esto incluye la experiencia del bautismo del Espíritu Santo, como lo vivieron los primeros creyentes en el día de Pentecostés (Hechos 2:1-4).
Solo cuando una persona ha recibido el Espíritu, puede estar capacitada para recibir y operar los dones espirituales. No es una experiencia emocional ni mística, sino una obra real del Espíritu de Dios en el interior del creyente, que capacita sobrenaturalmente para cumplir con los propósitos del Reino de Dios.
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Por tanto, si deseamos recibir y utilizar los dones espirituales de manera genuina y eficaz, debemos comenzar por experimentar el nuevo nacimiento. Este es el fundamento de una vida espiritual fructífera y el punto de partida para todo creyente que anhela ser usado por Dios con poder.
Los dones de 1 Corintios 12: Clasificación y explicación general
Para comprender mejor los dones mencionados por el apóstol Pablo en 1 Corintios 12:1-11, resulta útil organizarlos en tres categorías. Esta división no aparece explícitamente en el texto bíblico, pero ha sido ampliamente aceptada por estudiosos y teólogos cristianos como una manera pedagógica de analizarlos. Esta clasificación facilita el estudio, la enseñanza y la práctica de los dones en el contexto de la iglesia.
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Clasificación de los 9 dones del Espíritu Santo
A continuación, se presenta la clasificación de los 9 dones en tres categorías principales: dones de revelación, dones de poder y dones de inspiración. Cada categoría agrupa dones con una función similar, ya sea para conocer, actuar o hablar según la dirección del Espíritu.
Dones de revelación (Poder para conocer sobrenaturalmente)
Estos dones permiten recibir información divina que de otra manera sería imposible obtener por medios naturales. Son manifestaciones del conocimiento y sabiduría de Dios para situaciones específicas.
- Palabra de sabiduría: Es la capacidad dada por el Espíritu para aplicar el conocimiento divino a una situación particular, ofreciendo soluciones o respuestas según la voluntad de Dios.
- Palabra de ciencia (o conocimiento): Es la revelación sobrenatural de hechos o información que la persona no podría conocer de forma natural.
- Discernimiento de espíritus: Es la habilidad espiritual para distinguir entre lo que es del Espíritu de Dios, lo que es humano y lo que proviene del enemigo. Es esencial para evitar el engaño espiritual.
Dones de poder o poder para actuar sobrenaturalmente
Estos dones manifiestan el poder activo de Dios en la vida del creyente para obrar milagros, sanar y operar más allá de las capacidades humanas.
- Fe: No se refiere a la fe salvadora, sino a una fe especial, sobrenatural, que mueve montañas, que confía en Dios sin dudar, incluso en circunstancias imposibles.
- Don de sanidades: Es la capacidad de ministrar sanidad divina a los enfermos mediante la dirección del Espíritu Santo.
- Don de hacer milagros: Es la intervención directa de Dios a través del creyente para realizar actos sobrenaturales que desafían las leyes naturales.
Dones de inspiración o poder para hablar sobrenaturalmente
Estos dones están relacionados con la comunicación espiritual. A través de ellos, Dios habla a su pueblo para edificación, exhortación y consuelo.
- Profecía: Es el don de proclamar un mensaje directo de parte de Dios, ya sea sobre el presente o el futuro. Su propósito es edificar, exhortar y consolar a la iglesia.
- Diversos géneros de lenguas: Es la capacidad de hablar en idiomas no aprendidos previamente, ya sea humanos o celestiales, como señal del poder del Espíritu y medio de edificación personal o colectiva.
- Interpretación de lenguas: Es el don que permite comprender e interpretar el mensaje dado en lenguas, para que la iglesia sea edificada al entender lo que fue dicho.
Lista de los 9 dones del Espíritu Santo explicados
En esta sección exploraremos de manera introductoria los nueve dones del Espíritu Santo mencionados en 1 Corintios 12:1-11. Estos dones son otorgados por Dios, conforme a Su voluntad soberana, y están destinados a ser usados con reverencia, discernimiento y para la edificación del cuerpo de Cristo.
Aunque aquí daremos una explicación general de cada uno, en otras entradas encontrarás estudios más profundos y específicos sobre cada don (enlaces disponibles más adelante en esta misma publicación).
1. Don de palabra de ciencia (Palabra de conocimiento)
El don de palabra de ciencia, también conocido como palabra de conocimiento, es la revelación sobrenatural de información específica que no puede conocerse por medios naturales. Este conocimiento puede referirse a una persona, situación o circunstancia pasada o presente, que se revela por el Espíritu con un propósito claro.
(También puedes visitar la sección de estudio sobre el Espíritu Santo y el hablar en lenguas)
a) Ejemplos bíblicos del don de palabra de ciencia
- Hechos 5:1-11: El apóstol Pedro recibe revelación del pecado oculto de Ananías y Safira. Nadie le había informado, pero el Espíritu Santo le mostró la verdad.
- Hechos 9:10-18: Dios da una visión a Ananías revelándole el lugar donde estaba Saulo (Pablo), su condición y el propósito divino para su vida.
- Hechos 21:10-13: El profeta Agabo, mediante revelación, anticipa lo que le sucederá al apóstol Pablo en Jerusalén.
Este don no debe confundirse con el conocimiento natural adquirido por estudio o experiencia, ni con la comprensión bíblica que se obtiene al escudriñar las Escrituras. La palabra de ciencia es una revelación puntual con un objetivo divino y preciso.
2. Don de palabra de sabiduría
El don de palabra de sabiduría es la revelación sobrenatural de la voluntad y el propósito de Dios, junto con la dirección específica para actuar correctamente ante situaciones difíciles o complejas. Mientras que la palabra de ciencia revela hechos, la sabiduría revela qué hacer con ese conocimiento.
a) Ejemplos bíblicos de Palabra de sabiduría
- Hechos 27: Durante el naufragio, Pablo no solo sabía lo que iba a suceder, sino que también supo cómo actuar y qué instrucciones dar, lo que fue clave para la supervivencia de todos.
- Hechos 15:19-29: En el concilio de Jerusalén, los líderes recibieron sabiduría divina para resolver el conflicto doctrinal entre judíos y gentiles.
- Hechos 6:1-8: Ante la queja sobre la distribución a las viudas, los apóstoles tomaron una sabia decisión guiada por el Espíritu: establecer el ministerio de los diáconos.
Este don es distinto de la sabiduría humana o adquirida por la experiencia. También es diferente de la sabiduría que se recibe al pedirla en oración (Santiago 1:5). Aquí se trata de una dirección inmediata y sobrenatural del Espíritu Santo para situaciones específicas.
3. Don de discernimiento de espíritus
El don de discernimiento de espíritus es la capacidad espiritual de identificar el origen y la naturaleza de una manifestación espiritual, ya sea divina, humana o demoníaca. Es esencial para proteger a la iglesia del engaño espiritual y desenmascarar al enemigo, especialmente en tiempos donde lo falso se disfraza de verdadero.
a) Ejemplos bíblicos del don de discernimiento de espíritus
- Hechos 13:4-13: Pablo discierne que Elimas, el mago, está lleno de engaño y maldad, y lo reprende con autoridad, revelando su verdadero espíritu.
- Hechos 16:16-18: Una joven poseída por un espíritu de adivinación sigue a Pablo y Silas; aunque sus palabras parecían correctas, Pablo discierne el espíritu detrás y lo expulsa.
- Hechos 8:14-25: Pedro confronta a Simón el mago, discerniendo la intención corrupta de su corazón al querer comprar el poder del Espíritu.
Aunque con el tiempo y la madurez podemos aprender a discernir ciertos frutos, hay momentos donde se requiere revelación divina inmediata, especialmente cuando los espíritus se disfrazan de piedad o luz. El don de discernimiento es una defensa espiritual clave para la iglesia en un mundo lleno de engaños.
Dones de sanidad
Los dones de sanidad se refieren a una manifestación sobrenatural del poder de Dios mediante la cual una persona recibe sanidad física sin intervención médica ni ayuda humana. Este don actúa cuando alguien ora con fe, y por la acción del Espíritu Santo se produce la curación. No se trata de una recuperación natural del cuerpo ni del resultado de tratamientos clínicos, sino de una intervención divina directa.
La Escritura presenta numerosos ejemplos de este don en acción. Por ejemplo, en Hechos 28:8-9, el apóstol Pablo ora por Publio, quien estaba enfermo de disentería, y es sanado milagrosamente. También destaca el caso del hombre cojo de nacimiento que pedía limosna en la puerta del templo llamada la Hermosa (Hechos 3:1-16). Pedro y Juan, al encontrarse con él, declaran sanidad en el nombre de Jesús, y el hombre es inmediatamente restaurado.
Es importante entender que, aunque todas las sanidades sobrenaturales pueden considerarse milagros, no todos los milagros son sanidades. Por ejemplo, la sanidad del cojo en Hechos 3 es descrita como un «milagro notable», porque fue una curación prodigiosa e inmediata. Sin embargo, otros milagros registrados en el Nuevo Testamento, como la resurrección de un muerto, el apaciguamiento de una tormenta o la apertura sobrenatural de las puertas de una prisión, aunque también son intervenciones divinas, no se consideran dones de sanidad porque no implican una curación física.
Los dones de sanidad son de gran bendición para la Iglesia. No solo restauran la salud de los creyentes, sino que también edifican la fe, glorifican el nombre de Jesús y abren el corazón de muchos al Evangelio.
Don de hacer milagros
El don de hacer milagros es la capacidad sobrenatural dada por el Espíritu Santo para ejecutar actos extraordinarios que trascienden las leyes naturales y exceden toda explicación humana. Estos actos no se limitan a curaciones físicas, sino que abarcan una amplia gama de manifestaciones divinas.
Un ejemplo de este don lo encontramos en Hechos 20:7-12, cuando el joven Eutico cae desde una ventana y muere durante una reunión cristiana. El apóstol Pablo, al orar por él, lo devuelve a la vida por el poder de Dios, en un acto que desafía toda lógica y evidencia el obrar sobrenatural del Espíritu.
Otro ejemplo es la liberación milagrosa de Pedro de la cárcel en Hechos 12:1-19: las cadenas caen de sus manos, las puertas se abren por sí solas y un ángel del Señor lo guía fuera sin que los guardias puedan impedirlo.
Estos milagros no solo confirman el mensaje del Evangelio, sino que demuestran la autoridad del nombre de Jesús y la soberanía de Dios sobre toda circunstancia. El don de hacer milagros es una poderosa herramienta evangelística y una señal del Reino de Dios presente entre nosotros.
Don de Fe
El don de fe es la capacidad sobrenatural de confiar plenamente en Dios en situaciones específicas, más allá de toda duda, incredulidad o razonamiento humano. A diferencia de la fe salvadora, que todos los creyentes poseen, este don se manifiesta de manera excepcional en momentos de necesidad especial, para lograr propósitos divinos.
En las Escrituras encontramos múltiples ejemplos de esta fe en acción. Jesús habló de una fe capaz de mover montañas (1 Corintios 13:2), refiriéndose a una confianza que no vacila. También vemos este don en operación cuando Pedro y Juan sanaron al hombre cojo en la puerta del templo, en Hechos 3:1-16. Aunque la sanidad fue el resultado visible, fue una fe sobrenatural la que activó ese milagro.
Es importante notar que el don de fe a menudo opera en conjunto con otro de los dones espirituales, como los dones de sanidad y el don de hacer milagros. Dios otorga este tipo especial de fe en ciertos momentos para realizar obras que sobrepasan los límites de lo natural. Después de manifestarse, el creyente continúa su caminar diario con la fe común que sostiene su relación con Dios. Como dice la Escritura: “Porque por fe andamos, no por vista” (2 Corintios 5:7), y “sin fe es imposible agradar a Dios” (Hebreos 11:6).
Don de profecía
El don de profecía es una manifestación sobrenatural en la que el creyente, inspirado por el Espíritu Santo, comunica un mensaje en su propio idioma con el propósito de edificar, exhortar y consolar a la Iglesia (1 Corintios 14:3). Este don no es simplemente predecir el futuro, sino revelar el corazón de Dios de manera clara y edificante.
Ejemplos bíblicos incluyen al profeta Agabo, quien predijo una gran hambruna (Hechos 11:27-30), y las hijas de Felipe, que también profetizaban (Hechos 21:8-11). Incluso el apóstol Pablo profetizó acerca de los tiempos difíciles que vendrían sobre la iglesia (Hechos 20:28-38).
El uso de este don está sujeto a orden y discernimiento. En 1 Corintios 14 se establece que no deben darse más de tres profecías durante un servicio, y que deben ser evaluadas por otros (1 Corintios 14:29). Esto garantiza que todo se haga “decentemente y con orden” (1 Corintios 14:40), evitando confusión o abuso del don.
Don de diversos géneros de lenguas
El don de diversos géneros de lenguas es una manifestación sobrenatural mediante la cual el creyente habla en un idioma que no ha aprendido de manera natural. Este idioma puede ser humano o celestial, y es inspirado directamente por el Espíritu Santo. Se menciona en varios pasajes, incluyendo 1 Corintios 12:10; 13:1 y todo el capítulo 14.
Este don puede tener diferentes funciones. En algunos casos sirve como señal para los incrédulos (1 Corintios 14:22), mientras que en otros contextos edifica al creyente (1 Corintios 14:4). Cuando se ejerce públicamente, debe ir acompañado del don de interpretación de lenguas, para que toda la congregación reciba edificación (1 Corintios 14:27-28).
La manifestación de este don puede ser diversa en su expresión: puede manifestarse como una oración, una alabanza o incluso como una palabra profética en otro idioma, que luego debe ser interpretada. Como todos los dones del Espíritu, su propósito es glorificar a Dios y fortalecer a la Iglesia.
Para una exploración más detallada sobre este don, te invitamos a consultar la sección específica sobre el don de lenguas al final de este artículo. Además, encontrarás enlaces a explicaciones completas de cada uno de los dones mencionados en este estudio.
Don de interpretación de lenguas
El don de interpretación de lenguas es una capacidad sobrenatural que permite traducir o interpretar, en el idioma nativo, un mensaje que ha sido dado en una lengua desconocida por quien lo escucha o lo interpreta. No se trata de una traducción literal palabra por palabra, sino de una interpretación espiritual que transmite el sentido del mensaje inspirado por el Espíritu Santo.
El apóstol Pablo enseña en 1 Corintios 14:5 la importancia de este don para la edificación de la iglesia: “Quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete, para que la iglesia reciba edificación”. En otras palabras, hablar en lenguas sin interpretación edifica al que habla, pero cuando hay interpretación, toda la congregación es edificada.
Por ello, en el mismo capítulo, Pablo exhorta: “Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla” (1 Corintios 14:13). Esto indica que Dios puede usar a una misma persona tanto para hablar en lenguas como para interpretarlas, o puede utilizar a otra persona dentro del cuerpo de Cristo para complementar el mensaje.
La interpretación de lenguas es esencial en el ejercicio ordenado de los dones durante el culto, ya que contribuye a que todo se haga “decentemente y con orden” (1 Corintios 14:40), y evita la confusión o el desánimo entre los oyentes que no comprenden el mensaje espiritual.
Este ha sido un resumen introductorio de los dones espirituales descritos en 1 Corintios 12, en especial aquellos relacionados con el hablar inspirado. Oramos que esta enseñanza sea de edificación y un punto de partida para profundizar en el estudio y la práctica de cada uno de los dones que el Espíritu reparte soberanamente a su iglesia.
Los 9 dones del Espíritu Santo en la Biblia
Para finalizar este estudio, a continuación te presento un resumen de los dones mencionados en 1 Corintios 12. Te animo a profundizar en cada uno de ellos para continuar creciendo en el conocimiento de Dios y en tu caminar espiritual.
Lista de los dones:
- Palabra de ciencia
- Palabra de sabiduría
- Discernimiento de espíritus
- Fe
- Don de sanidad
- Don de hacer milagros
- Profecía
- Diversos géneros de lenguas
- Interpretación de lenguas
Más artículos sobre los dones
Si deseas seguir estudiando sobre los 9 dones del Espíritu Santo, aquí te comparto una serie de artículos que te permitirán profundizar en cada uno de ellos. Cada enlace te llevará a una explicación más detallada y bíblica del don correspondiente.
Los dones del Espíritu explicados individualmente
Don de Profecía ↗
Descubre en qué consiste el don de profecía y su relevancia para la iglesia.
Don de Sanidad ↗
Conoce más sobre cómo Dios obra sanidades por medio de este don.
Don de hacer milagros ↗
Estudia cómo actúa este don sobrenatural en la vida de los creyentes.
Don de Discernimiento de espíritus ↗
Aprende a identificar lo que es de Dios y lo que no lo es mediante este don.
Don de Fe ↗
Explora el poder del don de fe para creer y recibir lo imposible.
Don de Palabra de Sabiduría ↗
Entiende cómo opera este don en la dirección divina para decisiones sabias.
Diversos géneros de lenguas e Interpretación de lenguas ↗
Estudia el propósito, uso y funcionamiento de estos dos dones inspiracionales.
Don de Ciencia ↗
Descubre cómo Dios revela conocimiento oculto a través de este don.
El don de lenguas ↗
Aprende sobre el don de hablar en lenguas como manifestación del Espíritu Santo.
Estudios adicionales sobre los dones espirituales
Además, te invito a leer otros artículos que abordan temas relacionados con el propósito y el uso correcto de los dones espirituales en la vida del creyente y en el cuerpo de Cristo:
Uso de los dones espirituales ↗
Descubre cómo deben ejercerse los dones dentro de la iglesia para edificación.
El propósito de los dones espirituales ↗
Estudia las razones por las cuales el Espíritu Santo otorga estos dones.
Dones espirituales sobrenaturales ↗
Reflexiona sobre la naturaleza sobrenatural de los dones y su importancia hoy.
Conclusión sobre los Dones
Confiamos en que esta serie de enseñanzas sobre los dones del Espíritu haya sido de edificación para tu vida y un recurso útil para tu crecimiento personal, tu ministerio o la preparación de futuras enseñanzas bíblicas. Nuestro anhelo es que cada lector no solo obtenga conocimiento, sino que también desarrolle sensibilidad y obediencia a la guía del Espíritu Santo.
Recordemos que los dones no son un fin en sí mismos, sino herramientas que el Señor ha dado para la edificación, exhortación y consolación de su Iglesia. Por eso, como enseña el apóstol Pablo, debemos procurar los mejores dones con un corazón humilde, dispuesto a servir y a glorificar a Dios en todo (1 Corintios 12:31).
Sigamos aprendiendo, creciendo y siendo transformados por el Espíritu de Dios. Que Él nos haga sensibles a Su voz, obedientes a Su dirección y dispuestos a usar con fidelidad lo que nos ha sido confiado para la edificación del cuerpo de Cristo. Seguiremos enriqueciendo y actualizando este material para ayudarte en ese propósito.
¡Bendiciones en el nombre precioso de nuestro Señor y Salvador Jesucristo!