Salmo 95:7-8: «…Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestro corazón…»
Importancia de responder al llamado de Dios y la urgencia de una relación con él
La frase “Si oyereis hoy su voz”, tanto en Hebreos 3:15 como en Salmo 95:7-8, es una declaración poderosa y que invita a la reflexión. Estos versículo tienen un profundo significado y trascendencia para los creyentes, pues les recuerda la importancia de responder al llamado de Dios y la urgencia de buscar una relación con Él.
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¿Alguna vez Dios te ha hablado al corazón acerca de un problema, quizás varias veces, y aun así sigues pensando que lo solucionarás o lo solucionarás más tarde?
¿Dios te ha hablado y se ha endurecido tu corazón?
Si es así, ¿sabías que cada vez que ignoras su exhortación, tu corazón puede endurecerse hacia el Señor? Y, al demorar en someterte a su voluntad, corres el riesgo de no poder obedecerlo en el futuro en lo que respecta a ese asunto.
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Es fácil pensar que lo solucionarás cuando se adapte mejor a tu agenda o cuando estés listo para alejarte de la situación, pero las Escrituras dicen que es posible que no tengas esa oportunidad.
Además, ¿sabes que Dios considera que tu demora en someterte es una prueba para Él porque no estás cediendo a Su dirección?
No debemos poner a prueba al Señor
A lo largo de la Biblia, Dios insta diciendo: “No tentaréis a Jehová vuestro Dios, como lo tentasteis en Masah” (Deuteronomio 6:16).
Si oyereis hoy su voz, no endurezcamos nuestro corazón
Las Escrituras describen cómo los israelitas, a través de su desobediencia en el desierto, pusieron a prueba a Dios durante 40 años. Explican cómo los errores de sus corazones los hicieron descarriarse y endurecerse hacia Él (Salmo 95:7-10). Al hacerlo, perdieron la oportunidad de disfrutar de las cosas buenas que Dios había preparado y planeado para ellos.
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En el desierto, durante el ayuno de 40 días de Jesús, Satanás lo tentó instándolo a probar a Dios, pero Jesús le recordó lo que dice la Escritura: «Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios” (Mateo 4:7).
Si oyereis hoy su voz implica dejar de jugar con la desobediencia
Tal vez pensaste que podrías probar varias cosas etiquetadas como prohibidas porque podrías parar en cualquier momento que quisieras, pensando que tendrías la fuerza para tomar esa decisión cuando quisieras.
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Es lo que el enemigo de tu alma quiere que creas, que eres lo suficientemente fuerte como para jugar con la desobediencia y poder renunciar a ella cuando te dé la gana. Pero la verdad es que las acciones pecaminosas tienen una manera de atrapar a las personas y las cuerdas de sus pecados las mantienen atadas (Proverbios 5:22).
Si oyereis hoy su voz, no te dejarás engañar
El Salmo 40:12 describe con qué facilidad le puede suceder este escenario a una persona: “Porque me han rodeado males sin número; me han alcanzado mis maldades, y no puedo levantar la vista. Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falla”.
La Escritura os exhorta a no dejaros engañar en estos asuntos, porque cada uno cosecha lo que siembra, y el que siembra para agradar a su carne, destrucción cosecha (Gálatas 6:7-8). Por tanto, si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestro corazón.
Si oyeres hoy su voz, un llamado a escuchar y responder
En el versículo 7 del Salmo 95, el salmista hace un llamado a los lectores, diciendo: “Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestro corazón”. Este llamado sirve como recordatorio de que Dios habla constantemente a su pueblo, llamándolos a una vida de obediencia, fe y entrega. Enfatiza la importancia de estar atentos a la voz de Dios y responder a sus indicaciones sin demora.
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Urgencia y capacidad de respuesta
La frase “si oyereis hoy su voz” destaca la urgencia de atender al llamado de Dios. Hace hincapié en que el momento de responder es ahora, no más tarde. Anima a los creyentes a estar conscientes de la presencia de Dios y a estar abiertos y receptivos a su guía y dirección. Sirve como recordatorio de que demorar o ignorar la voz de Dios puede conducir a la complacencia espiritual y a la dureza del corazón.
Si oyereis hoy su voz, aplicación en la vida diaria
El mensaje de “Si oyereis hoy su voz” es relevante para los creyentes de todas las generaciones. Nos desafía a estar atentos a la voz de Dios en nuestra vida diaria y a responder con obediencia y entrega. Nos recuerda que Dios nos habla a través de diversos medios, entre ellos su Palabra, la oración, las circunstancias y los impulsos del Espíritu Santo. Al escuchar y responder activamente, podemos experimentar una relación más profunda con Dios y caminar en alineación con su voluntad.
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Cómo evitar los corazones endurecidos
La segunda parte del versículo, “no endurezcáis vuestros corazones”, sirve como advertencia contra el peligro de la resistencia y la desobediencia. Advierte a los creyentes de no permitir que sus corazones se vuelvan insensibles a la voz de Dios. En cambio, alienta a adoptar una postura de humildad, apertura y sumisión a Su dirección.
Si oyeres hoy su voz, un mensaje de ánimo y esperanza
Si bien el mensaje de “Si oyereis hoy su voz” transmite un sentido de urgencia, también ofrece aliento y esperanza. Recuerda a los creyentes que Dios busca activamente una relación con ellos y desea su respuesta. Les asegura que, al escuchar atentamente su voz y responder a ella, podrán experimentar su guía, sus bendiciones y su obra transformadora en sus vidas.
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Si oyereis hoy su voz, pensamientos finales
La frase “Si oyereis hoy su voz”, del Salmo 95:7-8 y Hebreos 3:15, sirve como un poderoso recordatorio de la importancia de escuchar activamente y responder al llamado de Dios. Insta a los creyentes a estar atentos, receptivos y obedientes en su relación con Él.
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Al prestar atención a este llamado, los creyentes pueden experimentar una conexión más profunda con Dios y caminar en alineación con Su voluntad, lo que en última instancia conduce a una vida de alegría, propósito y plenitud. Recuerda: «Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones» (Hebreos 3:15).